왕자 11: Tus intenciones 왕자

403 69 13
                                    


- ¿A qué se debe tu visita, Han Jisung?- pregunto, serio y formal.

Jisung trago duro. El menor realmente seguía las normas de protocolo, era algo distante y extraño.- Esto... La señorita Sana me envió a escoltarlo.- dijo lo primero que se vino a la cabeza, dándose una cachetada mental.

Felix no dijo nada, solo asintió.- Oh, bien. Mi habitación está por allá.- indicó el final de pasillo.

Jisung asintió, y ambos empezaron a caminar por el largo pasillo en dirección a la habitación del menor. Jisung había notado unas vendas en las muñecas de este, entristeciéndose. Felix no se veía en sus mejores condiciones.

El mayor caminaba un poco más atrás, manteniendo las distancias. Pero Felix rompió el hielo.- ¿Cómo es que un joven que vive en el pueblo, entró para poder luchan por mi mano?- pregunto, con tono serio. Tenía demasiada curiosidad por eso.

Jisung reaccionó.- Mi padre formaba parte de la guardia real hace años, me entrené como él en la montaña.- explico brevemente.- Me metieron aquí por mis dotes.

- Podrías haberte negado.- dijo el rubio. Lo que intentaba Felix era ver con que objetivo Jisung seguía en la pelea. Al fin y al cabo, el peli negro sabía que si ganaba, tendrían que casarse.

Jisung suspiro.- Pero no lo hice, porque su mirada me transmitió tristeza, príncipe.- admitió.

Felix trago duro.- ¿Mi mirada?- pregunto, de espaldas a él.

- Vi tristeza en su mirada, ira e impotencia. Por eso sigo aquí, quiero ayudarlo.- le dijo Jisung.

Llegaron frente a la puerta de la habitación, a ambos lados de esta habían guardias. Felix se paró delante de ellos, con semblante serio.- Déjenme pasar.- hablo.

- Pero su majestad, el joven que va con usted...- habló uno de los guardias.

- Bien lo has dicho, viene conmigo. Necesito hablar de algo importante con el joven Han, háganse a un lado.- dijo serio.

Los guardias no pudieron negarse ante una orden, por lo que dejaron vía libre a ambos en el cuarto. Felix entró y detrás de él Jisung. Felix se acercó a la cama, y se puso el jersey azul celeste que había encima de este. Se giró para ver a Jisung.- Te agradezco que quieras ayudarme, pero me pregunto como vas a hacerlo.- dijo el rubio.

Jisung trago duro. Ni el mismo sabía.- Ganaré y te daré la libertad que quieres.- dijo serio, casi ni conociéndose a sí mismo.

Felix bufo, medio riendo.- ¿Cómo pretendes hacer eso? Además, si ganas, estarás prácticamente obligado a casarte conmigo.- dijo Felix, haciendo que entre en razón y no malgaste su vida por salvarlo.

Jisung sonrió de lado.- Créame que lo sé de sobras.

Felix bufo.- No me trates formal, te repito que soy menor que tú.- le dijo un poco enojado.

Jisung suspiro, asintiendo.- Bien, si es lo que quieres, te hablaré sin formalidades.- dijo rendido.- No pienso dejar que tu padre te manipule a su antojo, no soy tan idiota como para no darme cuenta. Además...- con su cabeza apuntó a los brazos de Felix, ahora, tapados por el jersey.- ..así no solucionas nada, Felix.- dijo serio.

Eso, caló en el rubio. ¿En serio estaba tan decidido a ayudarlo? Ese chico era realmente perfecto, y le dolía admitirlo, pero realmente quería que ganara esa estúpida competencia.

- De acuerdo, cuártame lo que quieras hacer.- dijo el rubio, cruzándose de brazos.

Jisung trago saliva, nervioso y dudoso por lo que iba a decir. Prácticamente, su futuro había cambiado en un giro de ciento ochenta grados. Y esa sensación en el estómago al mirar al rubio empezaba a ponerle de los nervios.- Ganaré la competencia de las narices y me casaré contigo, para que puedas ser feliz.

La respiración del rubio se cortó. Bajo su mirada, pero no sentía asco, sentía más bien alivio. Después de meditarlo unos segundos en su cabeza, estaba decidido.- Bien, entonces gana. Realmente eres el único que... El único en el que confío.- murmuró.

Jisung asintió, con una sonrisa de lado.- Gracias por tu aprobación.- rio levemente. Se acercó al rubio, agarrando sus manos, hizo una leve reverencia y cruzó miradas con el rubio.- Cuídate los brazos, Felix. Promete que no volverás a hacerlo, por favor.- pidió serio.

Felix trago duro, nervioso.- No volveré a hacerlo.- murmuró de vuelta.

/////

Jisung caminaba de vuelta a la fiesta en el salón principal. Respiro hondo. ¿¡Que mierda había sido eso?! Parecía tranquilo, pero su estómago dolía, sentía cosquillas, horrible. ¿Por qué le había dicho eso? "Ganaré la competencia de las narices y me casaré contigo, para que puedas ser feliz.". Sonaba demasiado cursi.

Llegó al piso de abajo, pero antes de volver a entrar al salón, se cruzó con Sana, quien le sonrió y luego desapareció por el pasillo. Si, la chica había tenido influencia, pero sobre lo que había dicho, de querer proteger a Felix, eso no era por Sana, lo había decidido él.

Entró al salón y se acercó a la mesa de comida. Había gente importante hablando por todas partes, sobre todo los candidatos. Se pavoneaban y se hacían los sexy y los fuertes, para tener más audiencia o tener ayudas financieras.

Jisung bufo. Menuda panda de idiotas. Noto una presencia a su lado, giró su cabeza, encontrando a Hyunjin a su lado.- Bonita noche, Jisung.- murmuró el peli largo.

Jisung bufo, riendo.- ¿Te pasa algo?- pregunto, sin intención de ser borde.

Hyunjin asintió.- ¿Fuiste a ver al príncipe, verdad?- pregunto, pícaro.

Jisung lo miró de golpe, y con las mejillas un tanto rojas, respondió.- Que más te da.- dijo.

- ¿Es más lindo cuando lo ves de cara?- pregunto.

Jisung lo miró con una mueca. ¿Qué pregunta era esa? Pues claro que era guapo, era y es hermoso, la persona más linda que había visto en su vida.- No lo sé, compruébalo tú mismo.

- No te pongas tan a la defensiva, voy en broma.- le dijo, riendo con esa risa característica de Hwang.- Se te nota a millas que sientes algo por él.- le dijo, seguro.- No hace falta que respondas, era una afirmación.

- Idiota.- murmuró Jisung, cosa que hizo reír a Hyunjin.

Hwang carraspeo, aclarándose la garganta.- Oye Han, ¿vas mucho a esa panadería? La de los Yang.- pregunto.

- Si, pues claro. Es como mi segunda casa.- hablo, indiferente.

- ¿Eres muy amigos de aquellos dos chicos?- pregunto Hyunjin. Jisung asintió.- Y sabrías sí... Sabrías si el pequeño, ¿está interesado en alguien...?- pregunto, nervioso.

- Si lo que quieres es enamorar a Jeongin, te diré que es difícil, muchos lo han intentado ya. Pero por probar.- elevo los hombres, iba a marcharse, pero se giró un último momento.- Ah si, el primer obstáculo que tendrías que pasar se llama Kim Seungmin, si pasas eso, el resto está chupado.- rio.

Hyunjin rodó los ojos, y Jisung camino en dirección al centro de la sala, donde se encontraban la gente con dinero, hablando de Dios sabe que.
Se acercó a la señora Choi, quien al notar su presencia, le miró.

- Señora Choi, se está haciendo algo tarde, por lo que me iré ya. La veré en casa.- le aviso.

- Está bien, Han. Nos vemos más tarde, querido.- se despidió la mujer.

Luego de eso, se dirigió hacia la salida por el gran pasillo, vigilado por algunos guardias, y salió del castillo. Hacía algo de viento, pero se estaba realmente cómodo.
Camino por las calles, en dirección a la casa Choi.











왕자

Luchar por un príncipe // JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora