Luchar por un príncipe // Jilix

왕자 Extra 왕자

Habían pasado varios años desde la boda, y su vida como reyes siempre había ido muy bien desde el principio. Arreglaron algunas cosas en el pueblo, como las plazas o aumentar las pagas de la gente.

Iban muy seguido a visitar el pueblo, y donar dinero, ya que ellos vivían demasiado bien como para no utilizar ese dinero.

Pero apenas podían salir a otras partes o hacer viajes, por el hecho de que tenían que estar de papeleo constantemente. Jisung siempre tenía reuniones importantes, pero intentaba pasar más tiempo con Felix que encerrado en el despacho. Cuando tenía que estar noches enteras en el despacho, Felix le hacía compañía, y a veces dejaban el trabajo para tener ciertos roces.

Y por eso, Jisung tenía planeado llevarse a Felix fuera del castillo por un tiempo, como unas vacaciones.

El peli negro entro en la habitación, asomando la cabeza. Felix rio, dejando el libro de lado y acercándose a Jisung. Lo abrazo por el cuello, dejando un beso en su mejilla.

- ¿Ya terminaste de hacer tus cosas?- pregunto el rubio, sonriéndole a su esposo.

Jisung sonrió de lado, asintiendo.- Sí, bebe.- dijo dejando un beso en la mejilla del pecoso.

Felix sonrió.

- Tengo una sorpresa.- murmuro el peli negro, llamando la atención del rubio, que seguía abrazado a su cuello.- ¿Quieres que te la diga?- pregunto juguetón.

Felix asintió, curioso.

- Bueno, pero primero haz la maleta.- dijo sonriéndole.

Felix abrió sus ojos.- ¿Vamos a un convento?- pregunto extrañado, porque aquella semana la tenían libre.

Jisung se elevó de hombros.- Te dire más tarde.- dijo riendo.

Felxi bufo, rodando los ojos. Dejo un suave beso en los labios del peli negro y se dirigió hacia su habitación, para empacar sus cosas como Jisung le había dicho.

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Felix y Jisung se encontraban delante de la carroza que los llevaría hacia las afueras del reino. Jisung le explico al rubio en breve, lo que había planeado para ellos.

Felix abrió los ojos con sorpresa, pero, por otra parte, estaba preocupado.- ¿Y si pasa algo cuando estamos fuera? ¿Quién se encargará de las reuniones y el papeleo?- pregunto nervioso.

Jisung lo tomo por las mejillas, tranquilizándole.- Lixie, mi rey, no te estreses, ya lo tengo todo controlado, si?- dijo con voz dulce.

Felix simplemente asintió, y abrazo a Jisung.- Gracias, Sunggie.- murmuro.

Jisung lo abrazo de vuelta, dejando un beso en su mejilla.

Horas más tarde, después de haber salido de los territorios del reino, solo se veía campo y bosque, algo que agrado mucho al menor, ya que no había salido casi nunca del reino.

Fueron dejados en una casa en medio de la nada, sin guardias, ni criadas. Únicamente ellos solos. Felix le agradeció mil veces a Jisung, porque el peli negro tenía demasiado trabajo, pero aun así, le preparaba cosas así o le hacía regalos de la nada. Aunque tan solo su presencia ya era un regalo.

Estuvieron por varios días en aquella casa, dando paseos por el bosque, haciendo pícnics en la hierba, o simplemente pasando el rato junto al otro.

Jisung beso los labios del rubio, que estaba sentado sobre su regazo.-Te amo mucho.

Felix rio avergonzado.- Yo también te amo.

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