왕자 Epilogo 왕자

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Un tiempo después de que Jisung despertara, los reyes, decidieron abandonar el castillo, porque ya querían dejar el cargo y que su hijo se centrara en su nueva familia, pero antes, los cuatro tuvieron una cena.

Ambos mayores estaban felices y algo sorprendidos cuándo su hijo les explico que él y Jisung ya estaban enamorados, por lo que les felicitaron y hablaron de muchas cosas más.

La boda sería en poco tiempo, y como Jisung era mayor que Felix, sería el que se encargaría del cargo de "rey". Pasaba mucho tiempo encerrado en el antiguo despacho de su padre, y apenas tenían tiempo de verse, pero Jisung siempre le sorprendía, llevándole de paseo por el pueblo o una cena romántica.

No habían pasado de los besos, porque eso llegaba después de casarse, pero el rubio estaba realmente de los nervios.

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Hyunjin abrió la puerta de la tienda de los Yang y se acercó al mostrador, dejando un beso en la mejilla de Jeongin, quien sonrió. Realmente no había sido fácil agradarle a Seungmin, pero Minho se había encargado de convencerlo.

Hyunjin frunció el ceño, al no ver a Seungmin.- ¿Dónde está tu hermano?- pregunto confuso.

El menor suspiro, acomodando los panes en el mostrador.- Está con Minho en su cuarto.- murmuró rodando los ojos.

Hyunjin río.- Parecen conejos...- comentó, sacándole una risa al menor.

Ambos mencionados aparecieron por la puerta de la tras tienda. Jeongin les miró.- Por fin aparecen.- comentó, elevando una ceja.

Minho rodó los ojos y estrechó a Seungmin entre sus brazos, quien solo sonrió.- Que ustedes vayan más despacio, no es mi problema.- comentó, dejando un beso en la mejilla del castaño, quien asintió.

Hyunjin suspiro.- De igual forma, a lo que venía.- comenzó a hablar.- Esta tarde es la coronación y la boda de Felix y Jisung, por lo que vayan preparándose, somos invitados especiales.- dijo orgulloso.

- Claro, es lo bueno de venir de familia con dinero...- comentó Jeongin.

Minho río y Hyunjin simplemente le abrazó levemente, sacándole un sonrojo al contrario. Unas horas más tarde, ya estaban vestidos todos de forma elegante, y dirigiéndose hacia el castillo.

Los guardias les dejaron pasar, aún faltaba un rato, pero tanto Seungmin como Jeongin querían ir a ver a Felix antes. Ambos menores fueron acompañados por Sana, hasta el piso de arriba. Llamaron levemente a la puerta, y está se abrió, dejando salir a muchas mujeres.

Finalmente, entraron, viendo a Felix a un lado, vestido con un traje blanco y su cabello bien peinado. Se veía más lindo de lo normal, por lo que Seungmin no pudo evitar silbar, sacándole un sonrojo al pecoso. Jeongin rodó los ojos, acercándose a su mayor, alegre.

- ¡Hyung, estás muy guapo!- comentó.

- Hace tiempo no te veíamos.- dijo esta vez Seungmin, pero se cruzó de brazos.- Y bien, cuanta. ¿Cómo de bien lo hace Jisung en la cama?- pregunto de golpe.

Felix se sonrojó, negando.- ¡Seungmin!- se quejó, el nombrado solo río.- Aún no hemos hecho nada, sabes que en la realeza está prohibido antes del matrimonio.- le explico.

- Como si respetaran eso...- comentó Seungmin, riendo.

Jeongin empujó levemente a su hermano.- No le hagas caso.- suspiro.- ¿Estás nervioso?

- Demasiado.- murmuró, abanicándose con la mano.

- No te preocupes, seguro todo saldrá bien.- dijo el menor.

/////

En otra de las habitaciones, se encontraba Jisung, mirando por la ventana de forma seria. Si hace unos años le hubieran dicho que un día sería rey, se habría reído mucho. Pero aquí estaba, enamorado perdidamente del príncipe.

Estaba muy nervioso, y tener a Hyunjin y Minho hablándole de muchas cosas extrañas a la vez, no ayudaba.

El peli negro bufo.- ¿Queréis callaros ya? Trato de pensar.- se quejó Jisung.

Hyunjin suspiro.- No te presiones, todo estará bien, solo es una boda...

- Claro, solo una boda.- repitió, cansado.- Últimamente ambos hemos estado muy ocupados, y casi siempre he pasado la noche en el despacho, por lo que traigo tiempo sin hablar con Lix.- comentó.

Minho asintió.- Seguro esta noche hablar será lo último que quieras.- hablo con picardía, sacándole una risa a Hyunjin. Jisung simplemente pasó de ellos.

Al rato, les avisaron de que la ceremonia estaba por empezar. Los tres bajaron hasta la sala del trono, donde se llevaría a cabo toda la ceremonia. Jisung espero junto al cura, en la parte más alta de la habitación, delante de los tronos.

Había bastante gente en la sala, duques, marqueses, reyes de otros reinos. Estaba realmente nervioso, tenía miedo de hacer el ridículo. Era uno de los reyes más jóvenes hasta la fecha, y era hablado y criticado por muchos al pertenecer al pueblo y no ser de buena familia.

Pero todos esos comentarios desaparecieron de su mente, cuando todos se callaron y Felix se acercó hasta el altar luego de entrar en la habitación. Jisung iba en traje negro, pero Felix estaba en traje blanco, creando una linda combinación. Cuando llegó frente al peli negro, ambos sonrieron sin poder evitarlo.

La ceremonia continuó, escuchando al cura hablar mucho, pero realmente no le prestaban tanta atención. Luego de unos minutos, ambos colocaron sus anillos, a Jisung le temblaban mucho las manos, pero Felix trató de tranquilizarlo con una caricia y una leve sonrisa. Después, el hombre mayor les coloco a ambos aquellas pesadas coronas, y los declaró oficialmente los reyes.

Aplausos se escucharon. Una pareja normal se besaría después, el tan ansiado "besa a la novia", pero en la realeza eso no solía hacerse, era algo más privado, o simplemente por el hecho de que muchas veces era forzado y preferían no hacerlo. Así que solo se agarraron de la mano, y se giraron para encarar a toda aquella gente, que les aplaudía.

Después de la ceremonia, los invitados fueron llevados a la sala de baile, en donde había algo de música y comida. Pero Jisung se llevó a Felix a otro lado, uno de los pasillos poco concurridos.

Al estar completamente solos, el mayor pudo besar los labios del rubio con cariño, posando sus manos en las suaves mejillas de su, ahora, esposo. Después de algún rato, lograron separarse, jadeando por la falta de aire.

Jisung sonrió.- Ahora eres oficialmente Han Felix.- comentó, sacándole una risa al rubio.

El pecoso asintió.- Y tú eres oficialmente mi esposo.- le dijo, con las mejillas rojas.

El peli negro asintió, abrazándole por la cintura, dejando a Felix apoyarse en su pecho, estando así por unos cortos minutos.- Deberíamos volver o pensarán mal.- comentó el mayor.

Felix sonrió y asintió, dirigiéndose ambos hacia la sala de baile.

/////

Aquella noche recibieron a mucha gente, marqueses engreídos que solo hablaban durante horas. Ambos bailaron una canción lenta, como aquel día de las pruebas, que les transportó a uno de sus mejores momentos. Jisung sin pudor alguno, puso sus manos en la cintura del menor, para que todos vieran que el rubito era únicamente suyo.

Y la noche llegó, empezando a marcharse la gente y dejándoles solos. Sus amigos se habían ido hacia unos momentos, por lo que ellos subieron a la habitación principal.

Jisung cerró la puerta, y los nervios de Felix aumentaron en segundos. Se encontraba de espaldas, pero el peli negro le abrazó por la cintura, dejando un beso en su mejilla, sin hacer nada más.

Se quedaron unos minutos así, mirando por la ventana y dándole leves caricias y sonrisas. Pero obviamente Jisung quería más, no porque fuera su noche de bodas o porque estuviera necesitado, solo por el simple motivo de querer complacer a su esposo, que ambos fueran uno. Pero respetaría la decisión de Felix si esta era un no.

Felix se apartó de él, y sin poder reaccionar, empezó a besar al peli negro. Jisung le continuó el beso, sosteniendo la cintura del rubio. Se fueron acercando hasta la cama, Jisung sentándose, y Felix encima de él, a horcajadas.

El mayor se separó levemente, mirándole a los ojos.- ¿Estás seguro? No quiero que te fuerces, amor.- pregunto en un murmuró.

Felix sonrió enternecido, asintiendo.- Estoy seguro, lo hago porque te amo demasiado, Sunggie.- le dijo, sacándole una sonrisa.

El peli negro asintió, volviendo a besarse. Y en unos pocos minutos, ambos se encontraban desnudos, Jisung arriba de Felix, dejando leves besos y mordidas en su cuello, que dejarían marcas al día siguiente, pero poco le importaba.

Se separó un poco, admirando el pequeño cuerpo debajo de el.- Eres tan lindo, mi pequeño esposo.- dijo sonriente.

Felix se sonrojó.- No lo digas así, me haces sonrojar.- murmuró, sacándole una risa leve al mayor.

Al principio dolía como la mierda, no iba a mentir, pero Jisung fue demasiado cuidadoso, no hizo nada hasta que el menor le convenció de que estaba bien.

Se besaban fugazmente de vez en cuando, y se decían lo mucho que se querían. Al terminar, Jisung se estiró al lado de Felix, abrazándolo y atrayéndolo contra su pecho. Ambos estaban sudados, pero poco les importaba.

- ¿Te gusto? ¿No te hice daño, no?- pregunto el mayor, inseguro.

Felix río, negando.- Todo está bien, Sung.- le tranquilizó.- Te amo mucho.

Jisung sonrió.- Yo te amo más, mi esposo.























왕자

Fin

Luchar por un príncipe // JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora