𝟒: 𝙼𝚒 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚊́𝚗.

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—Creo que te excediste Levi, le tiraste un diente.

—Que asco, ¿por qué lo recogiste?.

—Es una muestra importante para mí.

—Eren agradece no ser diseccionado por una loca como ella.

—No me compares con esas personas, no tengo la intención de matar a Eren.

Tras unos mini discusión de Hange y Levi por la paliza que Levi le había dado a Eren en pleno juicio y que Hange notará que a Eren le había crecido un diente nuevo en el lugar que había dejado el caído tomamos rumbo hacia el que sería nuestro cuartel mientras vigilabamos a Eren.

Al llegar habíamos sido puestos a limpiar por ordenes de Levi así que no debíamos perder el tiempo o se enfadaria.

—Así que, ¿ya conocías a Eren?.

—Si, mi madre y la suya trabajaban en el mismo restaurante, yo tenía unos diez años cuando Eren nació, el doctor Jaeger y su esposa me dejaban ir a visitarlos y mi madre era bastante cercana a ellos así que solíamos pasar tiempo en compañía de la familia Jaeger.

Al igual que la madre de Eren mi madre falleció en el ataque del año 845, yo me enliste en la legión cuando tenía 17 años, en ese entonces ella no estaba muy de acuerdo y con Carla Jaeger, la madre de Eren intentó que “entrará en razón” y del único del que podría decirse que recibí apoyo o al menos impidió que me detuviera fue el doctor Grisha, no podía decir que mi padre lo haya hecho igual pues el falleció cuando yo tenía 3 años.

—Ya veo, ¿y siempre ha sido así?.

—Si, al menos desde los siete años le ha gustado meterse en problemas debido a que es bastante impulsivo... Aunque debo admitir que su actitud en el juicio y esa golpiza que le diste fue suficiente para que no lo dejaran en manos de los militares.

—Bueno, ahora su poder y esas actitudes impulsivas nos pueden traer problemas.

Eren nos interrumpió y Levi decidió ir a revisar las habitaciones, yo me acerque a Eren y suspire.

—Trata de no hacerlo enojar, no quieres otra golpiza, ¿verdad?.

—No, pero _____... Tengo un poco de miedo, no entiendo absolutamente nada y temo no poder controlarme, casi mato a Mikasa y no sé si mi padre esta vivo, solo se que tengo la llave de su sótano... Llave que el se llevo la última vez que lo vi.

—Hey, calmate, para eso estamos nosotros, si te sales de control nos encargaremos de ello.

Petra llegó rápidamente y entró.

—_____, el capitán te está buscando.

—Enseguida voy Petra, gracias.

Los dejé platicando y fui a las habitaciones de arriba, al llegar me asome a la primera donde estaba Levi.

—¿Esta todo bien?.

—Si, aunque ese mocoso no termino de limpiar.

Lo ayude a revisar las habitaciones laterales a la que nos encontrábamos, al llegar a una de las oficinas Levi entro detrás mío y cerro la puerta para acorralarme contra la mesa del centro empujando mi torso sobre esta.

—Oye, espera, ¿qué haces?.

—¿Crees que ya olvide como ibas provocandome cuando veniamos de regreso a la muralla ayer?.

Me quedé callada evitando reír mientras lo sentía pasar sus manos por debajo para deshacerse lentamente de mi cinturón y las tiras del arnes aferradas a este.

—Vas a tener el castigo que te mereces y más te vale no gritar.

—Como ordene capitán.

Cuando mi pantalón estuvo abajo espere unos segundos para después sentirlo invadir mi interior, cubrí mi boca a velocidad y me sujete de la mesa mientras el comenzaba a moverse.

—Lo haces a propósito, ¿cierto?.

—T-Tal vez... Me gusta fastidiarte ¡Mierda!~

—Y que te castigue por ello, silencio.

Tenía toda la razón, no compartiamos una relación sentimiental pero nuestro vínculo físico era bastante fuerte en estos sentidos, pongamoslo en la siguiente palabra “amantes” no habia otra manera de describir nuestra situación, al menos no por el momento.

—¿Tienes alguna protesta sobre esto?.

—N-No... No la hay capitán.~

Sus embestidas contra mí me hicieron aferrarme a la mesa, me tomo de la cadera y me levanto un poco lo que provocó que mordiera mi labio inferior callando de inmediato mis gemidos.

—No es la primera vez que lo haces, veo que te gusta fastidiarme.

—Y usted no protesta cuando me esta castigando.

Me pego una embestida fuerte y cerré los ojos. Cuando en el año 844 el comandante Erwin Smith, en ese entonces capitán de un escuadrón saco a Levi de la ciudad subterránea todos estabamos sorprendidos por saber de donde venían él y sus acompañantes, yo recién era cadete en ese momento pues tenía pocos meses de haber entrado a la legión bajo el mando del citan Flagon, escuadrón en el que Levi y su compañía habían quedado.

En ese entonces casi no hablábamos pues era alguien bastante cerrado, Hange fue la única que se atrevió a acercarse a ellos. Cuando el perdió a sus amigos en la única expedición en la que salieron yo decidí que debía animarlo, Hange me había contado de una platica que tuvo el comandante Erwin con él después de que Levi intentó asesinarlo y terminó quedándose en la legión.

Cuando lo ascendieron un año y medio después a capitán de escuadrón yo terminé bajo su mano y me volví su mano derecha, ¿es normal que tenga relaciones con mi capitán? Bueno, terminamos siendo algo cercanos y fue cuando después de un pequeño roce en el cual lo hice enojar a propósito ambos terminamos en mi cama, desde entonces se nos hizo costumbre.

—¿Sabes que Hange ya nos descubrió?

—S-Si, me hizo burla hace poco porque me vio caminar extraño.

Cuando ambos llegamos al tan ansiado orgasmo, nos vestimos bien y recuperamos la postura limpiamos el poco desastre que habíamos realizado en aquella habitación y baje detrás suyo, cuando encontró a Eren conversando con Petra entramos.

—Eren, la limpieza de arriba esta incompleta, ve y termina, Petra, ayúdale.

—Si capitán.

Tras las palabras de Petra ambos salieron y yo me recargue en la pared.

—Creo que deberé esperar un poco para volver a hacer enojar, ¿no?.

—Al menos hasta después de la siguiente expedición, debemos vigilar a Eren, Hange viene esta noche de estar con sus bestias que atrapamos, probablemente te haga preguntas, también notó como me fastidiabas ese día de regreso, probablemente te pregunte si te regañe o te golpee.

—Estoy segura que Hange notará que me hiciste algo y que sabrá que no fue una golpiza.

Me aventó un trapo y señalo un mueble a mi costado.

—Cállate y limpia eso antes de que cierre la puerta y termines entre la pared y entre mi.

Reí levemente mordiendo mi labio por su dominante expresión y asenti dirigiendome al mueble.

—A sus ordenes... Mi capitán.



ONE SHOTS [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora