Había pasado ya una semana desde que me entregué por primera vez a Dylltonh, pero hace par (2) de días había vuelto a suceder, y para ser sincera no fue nada similar a lo que había pasado aquél día, nisiquiera había podido llegar a mi orgazmo, mi subconsciente culpa a su cansancio, pero a un había duda en mi, si era yo la que ya no le provocaba el mismo deseó.
- Mamiiiinamiii, mamiii- la dulce voz de mi pequeña princesa me saco de mis absurdos pensamientos.
- Princesa ya estás lista, es hora de irnos- dije al ver que se había puesto su gabardina para salir al lago a jugar.
- Tiiiii mami vamos - mensiono mientras daba pequeños saltos de emoción.
Entonces la tomé de la mano, y nos dirigimos a la salida, para ir al parque central donde se encontraba el lago que tanto le gusta a mi Deennh.
Habían pasado ya unos minutos desde que estábamos de caminó al parque, por lo relugar íbamos caminando ya que no quedaba tan lejos de casa, así que siemplemente tome a mi hija por la mano, y comenzamos a caminar, un aproximado de 10 minutos, antes de estar frente al lago.
- Mamiii ¿Puedo alimentar a los patos?. - Preguntaba mi pequeña hija mientras, jalaba de mi mano.
-Si bebé, vamos a comprar comida para que los alimentes- dije mientras tomaba de su mano.
Y así fue compramos un baguette para que mi pequeña pudiera alimentar a los patos, y después regresamos al lago.
- Tomen patitos ¡coman! ¡coman!.- decía cada que turba migajas para que ello comieran.
Después de un par (2) de horas, volvimos a casa ya que Deennh tenía que ir a su clase de ballet, y yo a la empresa.
Así que deje a Deennh con su mamá, mientras yo me daba una larga ducha...
A un me cuesta sentarme en la oficina del hombre que tanto ame, y que tanto daño me hizo, recordar que ahí mismo se follabas a mi hermana, mientras yo daba a luz a su hija.
Tenía que dejar de pensar en el, habían pasado ya algunos años desde que nos había dejado por completo, en el momento en el cual creí que todo sería completamente diferente, y una bala me había arrebatado eso...
Saque esos pensamientos de mi mente, y salí de ducharme.
Me dirigí al vestidor, y me coloque un traje algo sencillo para la junta que abra hoy.
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Salí de mi habitación, y acabe de vestir a mi pequeña con el hermoso vestido, que elle había escogido.
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