Voleur! PJM + MYG

pt. 1 "tarde parisina"

Estaba ocurriendo un lindo atardecer parisino desde el balcón del jóven modista. Se podía contemplar cada último rayo de la tarde, y eso no podía enternecer más a Jimin.

Su día estaba circulando como debía, su cronograma regulaba cada actividad que había preparado personalmente para él cada mañana, y coser la tela era uno de los últimos.

—Nada mejor que terminar el día con una nueva pieza hecha a mano, lista para modelar.

Con un ágil movimiento de manos, cortó el hilo y guardó todo en su sitio. Tomó su cajón de costura y lo llevó dentro a su salón y observó su encaje maestro en el busto de tela plantado en su balcón.

—Mandaré este trabajo a Taehyung, el sabrá hacer las maniobras para hacer este hermoso vestido famoso.

Con un ademán le echó un ojo a su reloj —Pero no ahora, aun tengo que hacer la cena.

Se alejó del balcón y entró a la cocina, saludando a su gato con un mimo detrás de las orejas, a vista ciega sacó un pote de pasta hecha y la metió al microondas.

Sacó su teléfono y marcó el número de su amigo, mientras el tono sonaba le dedicó una mirada a Brunette para que se alejara de la costura de su vestido.

—¿Allò?

—Taehyung, ¿Cómo te va?

—Jimin. Bien, ¿Et toi?

—Estoy bien, pasaba a saludar. No estoy interrumpiendo nada, ¿Verdad?

—Para nada, jeje. ¿Estás cenando?

—En effet. Mira, Tae, estaba pensando en que podrías mostrarle mi último vestido a tu jefa. ¿Está ella allí?

—Madame Eléonor está con su esposo, en su lune de miel, tu sabes... ¡Pero estás de suerte, mon ami! Yo estoy a cargo de tout.

Jimin rio y se llevó a la boca un bocado de lasaña pensando que su amigo tenía una personalidad radiante.

La charla siguió amena, mientras Taehyung hablaba de todos los privilegios que obtuvo al ser el substituto de su jefa y Jimin apagaba las luces de su appartement.

—Bueno, je me tire, Tae.

—Salut!

—Bonne nuit.

—Merci, vous de même.

El pitido sonó y su pantalla se iluminó en medio del cuarto oscuro. Jimin abrió su cama, bajó las cortinas y se metió bajo la cama.

Puso a cargar su teléfono y cerró sus ojos sintiendo sus pastosas y largas pestañas cosquillear en sus mejillas. Suspiró y dio como terminado otro día.