pt. 11 "el destino"

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Bien, parece que su vecino no sospechaba nada. La idea de preparar un almuerzo, del tamaño para acabar con la hambruna mundial, para Jimin había dado la mitad del resultado esperado.

Jimin no lo sabe, pero Yoongi le vió vaciar los tuppers de comida en las macetas del lobby y retornarselos a él.

Él no le tomó mucha importancia porque todas esas cosas las había ordenado por delivery. ¿Qué se creían? ¿Qué él sabía cocinar?

Yoongi bufó pesadamente y observó como en una mano tenía la libreta de Jimin y en la otra los textos motivadores de Oliver.

La última vez que había hablado con su jefe fue durante la confección del vestido de Jimin, en donde había pedido a Oliver que publicara el vestido bajo las siglas del nombre de su vecino.

Creativo él.

Por otro lado, la última vez que habló con Jimin fue hace 2 noches. Estaban ebrios, y fue cuando casi muy al final de aquella botella de vino tinto, que Yoongi vió algo que no pudo ver con sus ojos borrosos en el momento pero que ahora si podía.

Todo este gran milagro y la restauración de su amistad con Oliver había comenzado gracias a un vestido que el había creado.

Y Jimin tenía la réplica de tal vestido. Estaba tan bien hecho que hasta le había agregado detalles que no sabía que su vestido necesitaba. Pero el más bajo le había asegurado, también esa misma noche, que todas sus piezas eran originales, y que no compartía el gusto de confeccionar otros trabajos.

Era algo tonto, un detalle, pero sonaba tan real en testimonio de su vecino que incluso comenzó a dudar de sí mismo.

Esto ya era un asunto inevitable, ahora que había descubierto algo que les comprometía a ambos, y en mayor parte, al menor, no podía simplemente seguir con su vida buscando inspiración para su trabajo.

Tenía que hacer una decisión: cerrar la boca y seguir robando diseños de Jimin, o admitir todo y mudarse del país y cambiarse el nombre debido a la vergüenza de sus actos.

Yoongi suspiró y cerró los ojos, meditando los pros y los contras. Perder su trabajo y tener la conciencia limpia, o ser reconocido por Oliver y ser perseguido por la culpa por el resto de su vida.

Frunció el ceño indeciso -¡Oh, mon Dieu! No puedo hacerlo, ¡No necesito hacerlo!

Se levantó bruscamente del sofá donde se encontraba sentado y salió al balcón de su piso.

»-¡Es verdad! No hay porque tomar una decisión ahora, todo se trata de esperar a que el destino me muestre mi camino.

De pronto, su teléfono sonó sacándolo de su ataque de locura.

Lo tomó leyendo dos remitentes en su bandeja de mensajes.

↪️ Ji- Vecino -Min.
Bonjour, Doongi. ¿Dije eso bien?

No pude evitar verle estresado últimamente, y ya que ese ha sido mi caso de igual modo, le invitaba a salir conmigo para tomar un respiro.

¿Qué le parece? Podemos tomar el almuerzo en el lugar cerca de aquí.

↪️ Oliver.
Yoongi, ¡Sigue con tu gran trabajo! No te sobreesfuerces, ¿De acuerdo? Exprime ese cerebro tuyo lo más que puedas y nos vemos mañana en el trabajo.

Llega a la hora que quieras, ¡Y si lo necesitas ni siquiera vengas!

Nos vemos vedette.

En conclusión, el destino era un #&¡]=#*&! Y también *€#&\}!

Voleur! PJM + MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora