pt. 17 "bienvenido a Rouje 2"

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¿Quién carajos estaba tocando su puerta a las 7 de la mañana, y tan insistentemente? Quien fuera se iba a enterar.

Con las primeras pintas de un sueño muy pleno, calzando sus pantuflas y con Brunette entre sus brazos, abrió la puerta con la cara de mejores amigos que pudo conseguir.

Oh, Yoongi.

-Oh, Yoongi. -Tras todo lo que le había causado, y que ahora le sumara el despertarlo en la madrugada... Yoongi se ganaría una reputación de puntos negativos.

-Si. Necesito que vengas conmigo a un lado, voy a reparar lo que hice para que veas que realmente lo siento. ¡Ah, y lleva tu libreta!

Viendo que Jimin no parecía inmutarse, Yoongi le empuja dentro y cierra la puerta. Y con un gesto de manos le indica que vaya a vestirse. De mala gana le hace caso.

Se viste con unos jeans y una camisa abotonada fajada. Un sueter y sus zapatos de vestir favoritos. Se mete al baño unicamente para cepillar sus dientes y controlar su maraña indomable de pelo.

Sale del cuarto de baño tras un buen par de minutos y se encuentra con el mayor mimoseandose con su gato en su sofá.

No tardan mucho en salir, y cuando Jimin se encamina a la parada de bus Yoongi le toma la mano y sigue caminando pasándosela de largo. Le sonríe y mira hacia al frente mientras guía el rumbo. No se molesta en romper el contacto de sus manos.

Después de unos minutos volátiles de caminata, Yoongi se planta frente a Rouje, su trabajo. Y Jimin se queda estupefacto.

-Yoongi, ¿Qué-

-Confía en mi, estoy por arreglar esto.

Y se adentran en el edificio. Jimin cree que todos lo estarían viendo por no conocer al extraño que venía agarrado de la mano al "Genio" Min Yoongi que trabajaba allí. Pero se llevó con la sorpresa de que ante el sonido de la puerta nadie se había volteado. Todos los trabajadores seguían enfrascados en sus modelos. Le gustó saber eso, no quería llamar la atención.

-Ejem. -Carraspea el mayor a su lado. -¡Oliver! ¿Dónde estás?

Oh, Dios mio. Todos están viendo. Jimin quiere soltarse del agarre de Yoongi y salir corriendo lejos, muy lejos.

-¡Yoongs! -Aparece Oliver de-no-sé-donde con los brazos en el aire. Como si ver a su trabajador estrella le pusiera instantáneamente de buenas. -¿Cómo estás, campeón? ¿Necesitas algo?

Parecía haber ignorado completamente a Jimin.

-Bonjour, Oliver. Te presento a Jimin, alguien que te traerá mucha satisfacción.

Oliver mira al menor con intriga y le tiende la mano.

-Un gusto, Jimin. Soy Oliver, administro las oficinas de Rouje.

-El gusto es mío, Oliver.

-Muy bien. -Dice Yoongi. -Primero que nada, quiero presentar mi renuncia.

La cara de Oliver pareció descomponerse de pronto, se puso pálido y al cabo de unos segundos comenzó a reirse.

Por otra parte, Jimin le miró como un loco. ¿Qué estaba haciendo? ¿Este era su modo de solucionarlo todo?

-Ay, Yoongi. Que chistoso que eres. -Bromea Oliver. Aplaude un par de veces y se voltea dispuesto a irse.

-Lo digo en serio. Renuncio. Porque los trabajos que estos últimos días estuve confeccionando y los que tanto te gustaron no son míos.

-¿Y de quiénes son entonces?

Pregunta Oliver, con una sonrisa forzada y un tic en la ceja. Se le veía fastidiado de pronto.

-De Jimin. -Responde esta vez mirando a su vecino. -Si hay alguien que merece estar aquí más que yo es él. Así que te lo presento como una sugerencia para rellenar mi vacante.

El silencio se plantó en todo el edificio. Las máquinas de coser dejaron de funcionar, los costureros de tejer y el resto dejó de hacer lo que estuvieran haciendo.

-E-Eso... ¿Eso es cierto? -Parece dirigirse esta vez con Jimin. Que está sin palabras.

-Lo es.

Responde en un susurro. Yoongi sonríe contento y suelta su mano -Ya no me queda nada más que hacer aquí. Iré a recoger mis cosas y volveré a casa. Fue un placer trabajar en este edificio

Un sentimiento amargo se esparció en el pecho de Jimin. Algo de todo esto no se sentía bien.

-¡No puede dejarlo ir! -El volúmen de su voz parece habersele ido de las manos. Sus mejillas se tornaron rojas de la vergüenza. Yoongi se detuvo a escuchar lo que tenía para decir. -He visto el trabajo de Yoongi desde que comenzó su carrera, sé que tiene mucho potencial y por eso mismo considero que no debería dejar que renuncie.

Yoongi le veía confuso, sus ojos le preguntaban ¿Por qué haces esto? Pero Oliver parecía realmente pensarselo.

»-A demás se acerca el desfile. Perder un diseñador sería contraproducente.

Tras unos minutos de silencio, es Oliver el primero en romperlo. -Los dejaré quedarse, pero los estaré vigilando de cerca. Ahora, ¡Vayan a trabajar!

Ambos, Yoongi y Jimin, se sonríen felices. Todos ganaban, Jimin sería reconocido y Yoongi tendrá una segunda oportunidad.

-Gracias. No tenías porqué hacerlo.

Le agradece tímidamente. Jimin no puede hacer nada más que sonreir. -Pero lo hice. Te perdono.

No había más que decir, ya se había resuelto el dilema. Yoongi toma de nuevo su mano para guiarlo hacia al ala de telas.

-Trabajemos, ¿Te parece?

Voleur! PJM + MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora