Mi mejor amigo ✨Omega✨ ¿YOONMIN o JIMSU?

Capitulo 10: El celo de Yoongi😸🔞

Jimin despertó con un aroma dulzón en su nariz, apestaba a Galletas y chocolate extremadamente dulce. Le gustaba, pero extrañaba.

Volteó su mirada y ahí estaba su mejor amigo entre cobijas profundamente dormido. Se veía adorable.

Decidió bajar para preparar el desayuno, hoy tenían solamente dos clases, entraban hasta las 10, eran las 7am, así que tenían tiempo.

Se levantó sin despertarlo y se cambió, hacía calor, como que la casa guardaba calor porque afuera estaba nublado. Qué bueno, le gustaría a su Yoongi, amaba el clima frío.

Bajo y comenzó a cocinar.

Un Omega pelinegro despertaba por el cosquilleo en su vientre, sintió su erección antes de despertarse y se restregó en las sábanas.

Poco a poco despertando, abrió los ojos y recordó todo lo ocurrido anoche. Se sentía muy mareado y cegado de excitación, tenía mucho calor, así que se paró y busco en el armario de su amigo, encontró unos shorts pequeños negros y se los puso, le quedaban un poco flojitos, pero dejaba a la imaginación su bonito trasero y partes íntimas duras.

Pensando en si eso le gustaría al Omega, se cambió de camisa por una suelta azul cielo sin mangas y bajo rápidamente al sentir el ardor y calentura en su parte baja.

Ahí estaba de espaldas, un bonito Omega rubio preparando el desayuno.

Llegó y sin pensarlo se pego a el completamente abrazándolo por detrás.

–Mmm, Jimin... Jimin... – escucho el pequeño susto del contrario.

– Ay! Amor, me asustas... ¿Qué pasa? – no fue necesaria una respuesta, olió y ahí estaba, cierto, el celo de su Yoongi.

– Hey, Jimin, ven arriba. – comenzaba a besar hombros y cuello.

– Cariño, estás en celo, relájate. – se volteo y acarició la bonita carita sonrojada. – Yo te cuidare como siempre, bebé. Ven, te prepararé un té. – noto como estaba vestido el Omega pálido y se sorprendió.

– Jimin~~ Ven. – jalo al rubio consigo y comenzó a besarlo profundo, lo abrazaba por la cintura y pegaba a su cuerpo.

– Amor... Un momento. – paro el beso cuando este se convirtió en desesperado.

– Ya no... Soy... ¿Tu Omega? – los ojitos oscuros se cristalizaron mientras juntaba sus manitas tímidamente.

– Claro que sí, eres mi Omega, mi amor, mi vida. Ven, cariño. – tomo de la manita a su Omega y lo llegó arriba. – Tienes que descansar. – lo iba a acostar, pero este lo tomo y cambio la situación.

El bonito chico estaba sentado en el y se movía, dejaba salir pequeños sonidos como jadeos o suspiros.

– Hueles delicioso, Jimin-ssi... – decía con sus ojitos cerraros disfrutando el ambiente.

– Mi amor, bajate, anda. – no quería avanzar, dudaba pues estaba comenzando a sentirse acalorado. Tenía la necesidad de cuidar a su Omega.

– ¿No te gusta? ¿No te gusto...? – prestaba el bonito Omega en celo.

– Claro que sí, pero necesitas descansar y relajarte. – quería bajarlo, su erección comenzaba a querer levantarse.

Se levantó y dejo acostado al Omega, sus piernas blancas eran una burla, provocando su erección.

– Jimin... Mira. Mira. –

Volteo y no pudo creer lo que vió.

El pálido boca abajo, levantando su trasero y meneandolo frente a el. Dejaba caer su cara en las almohadas, apretaba la sábana con sus manitas y olfateaba.