XI

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El sol estaba siendo muy molesto, no me gusta despertar tan temprano pero sentí a t/n removerse entre mis brazos, anoche nos quedamos así y era tan cómodo que no quise ni siquiera moverme un centímetro para que pudiera descansar.

Suga: - Despierta dormilona, tenemos que comer ya tengo hambre. Dije comer y fue como una palabra mágica ya que comenzó a abrir sus ojos.

T/n: - ¿Qué hora es?

Suga: - Hora de comer, también de aclarar lo que sucedió anoche- no le agrado lo que dije ya que cerro sus ojos y escondió su rostro en mi pecho.

T/n: - Primero vamos a comer ¿si?- lo dijo con ternura y sin mirarme a la cara, sabía que iba a ser algo difícil de hacerla hablar.

Suga: - Bien primero lo primero, pediré el desayuno ve a cambiarte.

Comimos lo que nos trajeron en la cama ya que ambos así lo decidimos, sentí la necesidad de saber que estaba ocurriendo así que se lo pregunté, pero al recordar lo que en la noche había sucedido t/n comenzó nuevamente a palidecer, su respiración estaba siendo cada vez más escasa, sus manos temblaban, su mirada estaba como ida y lágrimas amenazantes por salir podían notarse.

Suga: - pequeña, no otra vez no! Por favor me asustas- agarre su rostro entre mis manos y la obligue a verme-

T/n: Suga dame las pastillas- solo eso pido decir y me señalo su bolsa la cual agarre rápidamente y le entregue lo que me pidió.

Ví como saco una y se la colocó debajo de la lengua, tome la Caja y la leí cuando lo ví me di cuenta que no era bueno que tuviera eso.

Suga: - voy a suponer que sabes perfectamente lo que estas tomando, sí sabes para que sirve?- pregunte con temor.

T/n: - claro que lo sé, el psiquiatra me las dio- ya se había calmado un poco pero aún intentaba recuperar su respiración-.

Suga: - Por qué no me lo dijiste, anoche hubiera reaccionado de otra manera y no me habria asustado tanto.

T/n : - Se qué tenía qué haberlo echo pero la verdad es qué sentí un poco de vergüenza, tener que depender de unas malditas pastillas para esto- sus lágrimas comenzaron a salir.

Suga: - Soy tu amigo, soy la persona que más te quiere en este mundo, me duele que aún no sepas eso, me duele que no confíes en mi- cada palabra que decía estaba llena de dolor, por no poder ser lo que ella necesita-.

T/n: Perdóname, no quiero que pienses esas cosas de verdad te quiero, también quisiera poder decirte todo de una vez- siguió llorando y eso me estaba matando.

Suga: - Por favor t/n confía en mí dime que es lo que sucede, ¿fue por lo de tu padre?

T/n: - Nos llevamos mal con él, sabes las veces que peleamos y hasta el punto de no hablarnos, pero esa no fue la razón de mi ataque de pánico- dijo eso avergonzada y bajo su mirada al suelo-.

Suga: - Si no fue por él que fue entonces- me estaba asustando su respuesta, estaba tratando de analizar todo y mis conclusiones no eran muy buenas, debía escuchar su respuesta.

T/n: - Esta bien te lo diré, cuando era pequeña mi padre organizó una reunión con sus amigos en casa, en ese momento sabes mía padres se habían divorciado así que yo me quedaba unos días con él y otros con mamá- se quedó callada y comenzó a temblar me asustó-.

Suga: - ¿Qué sucedió esa noche t/n?- tenía miedo, una parte de mi no quería escuchar lo que me iba a decir, pero era necesario para ambos.

T/n: - Su amigo el Sr Choi, esa noche papá le dijo que podía quedarse a dormir ya que había bebido alcohol y no debía conducir, cuando papá dormía él entró a mi cuarto- sus lágrimas salían sin control pero siguió hablando- Sentí sus manos frías tocar mis piernas, no entendía porque estaba haciendo eso, no abrí mis ojos creí qué si fingía dormir se iría.
Luego sentí qué se sentó en mi cama siguió tocando pero esta vez debajo de mi ropa, luego él, él mm-me.. Me violó Suga, me violó.

Término de decir aquellas horribles palabras y callo al suelo de rodillas llorando, cubriéndose su hermoso rostro, una rabia recorría mi cuerpo, una impotencia y ganas de matar a ese animal me consumían por dentro, pero me dolía verla así tan frágil, tan inocente y pérdida.

La abracé y ambos lloramos de rodillas en la alfombra, no podía articular palabras, pensaba en todo lo que tuvo que soportar sola, seguramente su padre no sabía, pero me dolía verla así, mis lágrimas salían sin permiso junto a las de ella, su cuerpo se sacudía entre mis brazos a causa de sus sollozos que parecían no terminar jamás.

T/n: - ¿Por qué Suga? No entiendo por qué papá permitió eso, tú me dijiste una vez qué debía creer en Dios, pero te juro que no puedo, dónde estaba Dios cuando eso pasaba? Si tantos milagros había echo, por qué esa noche no lo detuvo? Yo no merecía eso, era una niña Suga, era una niña.

Sus sollozos siguieron aún peor, en su rostro solo podía ver dolor junto a sus lágrimas, sus palabras eran como un cuchillo que cortaba y dolía.

T/n: - Y todo eso viene ahora a atormentarme, después de tanto, crei que ya nunca más lo recordaría, pero se volvió pesadilla y ese recuerdo salió a atormentarme noche tras noche, me duele todo, me duele el cuerpo, me duele mi interior, siento que me duele el alma, no doy más Gatito, no doy más quiero morir, siento que estoy encerrada si vieras mi interior solo lograrás ver oscuridad, siento que estoy de rodillas que ya no puedo más.

Escuchar esas palabras hicieron que todo su dolor se convirtiera en mío, llore más por saber que se estaba rindiendo y que lo hacía a causa de un maldito animal, por una basura como esa, mi niña, mi pequeña niña se estaba rindiendo y eso me estaba matando.

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Espero que este capítulo les guste y si así es no olviden dejar su comentario y Estrellita

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