CAPITULO 30

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Nuestras miradas eran cómplices y nuestras caricias eran tiernas, me sentía feliz junto a el. Se puso un pantalón corto negro y dejo su torso al descubierto, se seco el pelo con la toalla y me lo tiro a la cara.

-         ¡deja de mirarme de esa forma!- me sonrío

-         No puedo dejar de mirarte, eres tan atractivo- me levante de la cama y me puso a puntillas

-         Me encanta cuando me miras y te humedeces los labios- puso su mano en mi mandíbula

-         Los humedezco para que puedas saborearme- le sonreí

-         Voy a prepararte una cena muy rica, espero que te guste. Ponte algo encima y ven hacia la cocina- beso mis labios y se alejo

Entre en su vestidor y me puse a buscar alguna camiseta. Me di cuenta que donde esta mi ropa ya no estaba, lo había sustituido por otro tipo de ropa. Me acerque para poder mirarlo mejor, eran de alta costura y de mi talla. Me quite el albornoz y lo tire al suelo, me puse una camisón de seda de color negro, con una raja a la altura de mis muslos y de tirantes muy finos con brillantes. No llevaba ropa interior abajo, tenía el pelo humedecido y descalza. Salí de la habitación hacia la cocina, el estaba dándome la espalda y me acerque de puntillas para que no me escuchara. Puse mis manos en sus pechos y bese su espalda, su corazón se acelero.

-         sabes que si me doy la vuelta no vamos a cenar- estaba deseando que se diera la vuelta

Me aparte con dulzura, saque dos copas y un vino de la bodega. Matt descorcho la botella y sirvió el vino, cogí la copa mientras lo miraba. Nuestros ojos reflejaban el deseo que tenias uno por el otro, cada día lo amaba más.

-         esta tan hermosa pequeña, me encanta que te pongas cosas que te compro- le guiñe un ojos

Nos sentamos en los taburetes y comenzamos a cenar, me hacia sentir tan a gusto junto a el con sus conversaciones. La cena fue relajada, mientras yo recogía los platos el preparo la chimenea del salón. Me senté en el sofá blanco de curo, era muy frío pero cómodo. Se levanto y se sentó junto a mi, me tumbe y puse mi cabeza entre sus piernas. El acariciaba mis rostro mientas me miraba, la otra mano la tenia entrelazada con la mía.

-         me encanta estar contigo de esta forma, me haces sentir muy especial- beso mi mano

-         para mi eres la persona mas especial que jamás he tenido en mi vida- mis pensamientos me traicionaron

-         ¿ nunca as sentido esto por otra mujer? Ni por lisa- sus rostro cambio

-         Lisa es una gran amiga con la compartí mi vida pasada, no quiero que eso haga que estropee este momento que solo es tuyo y mío- necesitaba decirle lo que me habían contado

-         Sabes la llamada que antes he recibido…- mi voz era temblorosa

-         Puedes confiar en mi, cualquier cosa que necesites me tienes- me levante y lo mire fijamente

EL AMOR APARECE SIEMPRE, CONFIA EN MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora