CAPITULO 9

23.6K 1.2K 14
                                    

Baje en la planta 1, me fui corriendo hacia mi vestuario. Me acerque a las enfermeras para coger mis historiales, veía que hoy tampoco iba a estar Adriana. Tenía más informes que nunca, mire a una de las enfermeras muy enfadada

-         ¿estos informes son para hoy?- ella me miro extrañada

-         si Dra., El señor Kingtom los quiere para hoy- sabia que Matt estaría detrás de esto

Empecé a mirar todos los informes, visite a todos los pacientes pero no me daba tiempo a poder parar para tomar un capuchino. Sabía que Matt quería que saliera tarde, no le iba a dar ese placer. Eran las 15:10, me fui al vestuario a cambiarme y me dirigí hacia el ascensor. Estaba tan furiosa que sin pensar le di al numero 6, subi hacia el despacho de Matt. Mire a la recepcionista y la pregunte si el Sr. Kingtom estaba en su despacho. Descolgó su teléfono y llamo a Matt

“señor Kingtom, la Dra. Becker esta en la recepción y quiere verle……si señor ahora mismo la digo que pase”

Me dirigí hacia su despacho, el estaba sosteniendo la puerta y no dejaba de mirarme, estaba con una camisa blanca, con los dos bótense desabrochada y las mangas remangadas.

Me senté en la silla, esperando a que el se sentara en la suya y poder hablar con el.

-         ¿Por qué usted quiere los informes para hoy?- apoyo sus codos en la mesa

-         porque soy el director del hospital y los necesitaba- cada vez estaba mas furiosa

-         ¡ me estas volviendo loca! Necesito que aclaremos esto ahora- el levanto su ceja derecha

-         Te vuelvo loca al tocarte, al besarte….- apoyo su espalda en el respaldo

-         Matt deja de jugar conmigo y dime lo que quieres de mi- se levanto y puso su mano en mi hombro

“iré a buscarte esta noche a tu casa, estaré en tu casa para las 8 y se puntual” susurro en mi oído, su voz era dulce y excitante

Se acerco a la puerta del despacho y lo abrió, me quede sin palabras

-         si ahora me disculpa tengo una reunión- era tan irritante

No me dio tiempo a responder, me estaba echando de su despacho. Le mire furiosa pero el sonreís, cuando llegue a la puerta el me dio un azote y cerro la puerta. ¡Maldita sea! Con que derecho se cree el para tocar mi culo, aunque me encanto volver a sentir su mano en mi cuerpo. Salude con amabilidad a la  recepcionista y me marche hacia mi casa. Tenia que vestirme para poder ir puntual, metí la llave muy nerviosa en mi casa. No estaba Anne, en ese momento la necesitaba. Eran las 7:00 de la tarde, tenía una hora para prepararme. Me metí en la ducha para poder relajarme, tenia que jugar mis cartas y dejarlo sin poder actuar como lo hacia hasta ahora. Me puse mis pantalones negros rasgados, una camiseta blanca de mangas cortas que caía por mi hombro derecho, se veía el color de mi sujetador. Me puse unas botas negras que eran de la altura de los tobillos con las cuerdas medio sueltas. Me veía tan atractiva, me puse delante del espejo, me hice la raya denigra encima del parpado, el rimen y los labios rojos. Llevaba una coleta alta y con la raya en el medio. Cogí mi chaqueta roja y el bolso negro, estaba sentada en el sofá a que me llamara al timbre. Mis pies bailaban sin música, sabia que estaba nerviosa. Salte del sofá cuando oí el timbre de mi casa, le dije que bajaba y cogí el ascensor. Tenía que respirar y tomar otra actitud ante el, esa noche éramos Matt y Mia.

Cuando llegue a la puerta del portal, vi que Matt me estaba dando la espalda. Era mi oportunidad de sorprender y no dejar que jugara conmigo. Me acerco silenciosamente y me puse detrás de el

-         buenas noches Sr. Kingdom- su mirada era ardiente

-         buenas noches señorita Becker – bese su mejilla y eso le inquieto

Estaba esperando a que me abriera la puerta, esa noche tenía el poder, el poder de su mente. Me abrió muy amablemente la puerta de su porsche, los asientos eran de cuero y el tapizado era muy lujoso. Era un coche que me gustaba, aunque es deportivo y llamaba mucho la atención. Se sentó junto a mi, no dejaba de mirarme y yo de no dejaba de jugar con mis labios rojos. Arranco el coche, yo estaba por fuera muy segura pero por dentro de comía los nervios

-          esta usted muy provocativa- puso su mano en mi muslo

-         será su mente sucia, siempre visto así cuando no trabajo- era mentira

-         ¿quiere que hablemos de lo que yo le provoco en su cuerpo?- le mire furiosa

-         Porque es usted tan pertinente, quiero hablar de lo que usted quiere conseguir de mi- me miro extrañado

-         No quiero conseguir nada de usted, solo lo que usted me permita- ya estaba volviendo a jugar conmigo

-         De momento lo que quiero es que quite su mano de mi muslo y que hable claro- me sonrío y seguía mirando la carretera

-         Se que usted no quiere que le quite la mano, porque si no me lo quitaría usted- ¡este juego tiene que acabar!

-         Por muy rico y poderoso que sea, no significa que me vaya a rendir a sus pies. Se ve que esta usted acostumbrado a que lo hagan pero creo que será la primera que lo rechace- paro en seco en coche y se quito el cinturón

No podía imaginar que le sintiera tan mal, se bajo del coche. Miraba por la ventana para ver como estaba pero la oscuridad me impedía poder verlo. Encendí la luz del coche para poder verle mejor, pero ya no estaba. Había desaparecido entre la oscuridad, mi cuerpo empezó a temblar, a temblar de miedo. Me daba mucho miedo la oscuridad, pero lo que mas miedo me daba era la reacción de Matt.

EL AMOR APARECE SIEMPRE, CONFIA EN MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora