19. Olympia

12 1 0
                                    

- ¿Y si me lanzas un hechizo desmemorizante? - le pregunto a Euan rompiendo su concentración en clase de Historia de la magia.

- ¿Qué dices? - pregunta él sin entender.

- Para olvidarme de todo - respondo y dejo caer mi cabeza en el pupitre.

- Lo siento, pero no pienso hechizarte - dice él dándome palmaditas en el hombro.

- Gracias por nada - contesto de mal humor.

Últimamente siempre estoy así, pero él tiene paciencia y consigue soportarme. No sé como continuar con mi estancia aquí después de lo que ocurrió con Pansy. Me encantaría que nada de eso hubiera pasado y que yo pudiera seguir siendo la chica nueva y simpática que intenta hacerse amiga de todo el mundo aunque no pueda.

- Venga, anímate, es viernes. Unas cervezas de mantequilla y te sentirás mejor - dice Euan una vez que salimos del aula.

- Necesitaría cantidades enormes de cerveza para sentirme mejor... - contesto suspirando.

- Pues las tendrás - oigo la voz de Ginny a mi lado.

La miro y me sonríe. Su humor cambió radicalmente hace unos días. Parece que nos hemos intercambiado los papeles porque ahora la deprimida soy yo y ella es la que intenta animarme continuamente. Me pregunto cuál será el maldito secreto que guarda y que la hace tan feliz.

- Olympia, no me dejes siendo pesimista a mi sola - me dice Luna señalando con la mirada a Ginny.

- De acuerdo, Luna, lo haré por ti - respondo sonriéndole y ella también lo hace.

Entramos en el Gran Comedor y Pansy está sentada junto a Michael. Siento cómo me mira de reojo, pero la ignoro, sé que el simple hecho de posar mis ojos en ella hará que me ponga más nerviosa de lo que estoy. Una vez terminamos de comer, Oliver nos da permiso para ir a Hogsmade. Mientras caminamos por los terrenos de Hogwarts todos juntos yo intento mantenerme lo más alejada de ella.

Una vez nos hemos bebido algunas cervezas de mantequilla, el alcohol que nos ayuda a desinhibirnos. Yo me rió con las cosas que Zacharias nos cuenta a Ginny, Luna, Euan y a mí. Michael conversa tranquilamente con Draco y noto que Zacharias los observa en la distancia. Me resulta curioso, pero no le presto mucha más atención. En quien si me fijo es en Pansy, ahora que Michael está ocupado hablando con Draco, ella no tiene nadie con quien hablar. Solo bebe rápidamente su jarra y pide otra.

En un momento parece que todos nos quedamos sin nada de qué hablar porque se crea un silencio entre nosotros.

- ¿Qué creéis que va a pasar? - pregunta Luna.

- ¿Qué va a pasar con qué? - pregunta Euan sin entender a qué se refiere.

- Ya ha pasado un mes, cuando pase el siguiente y volvamos a Hogwarts con los demás - responde.

- Pues que todo volverá a la normalidad - contesta Ginny.

- ¿Qué es la normalidad? - pregunta Luna de nuevo - Yo ahora os considero mis amigos. ¿No lo seremos entonces?

- Luna... - susurra Ginny.

- Seguiremos siendo amigos - interrumpe Draco.

- Claro - suelta irónicamente Pansy riéndose - Seguro que a Crabbe, Goyle y Zabini les parecerá muy normal que saludes a Zacharias. Seguro que no ocurre nada cuando lo hagas, Draco.

- No tiene por qué ser así... - intenta reprocharle Draco.

- Por muy amigos que os hayáis hecho ahora cuando vuestros amigos de verdad estén aquí todo cambiará. ¿Qué pensará tu hermano y Potter si te ven hablando con Draco? - pregunta directamente a Ginny - ¿O qué les parecerá a tus amigos de Ravenclaw que de repente te lleves bien con Luna? Todos sabemos que os reís de ella desde que entró en Hogwarts - esta vez mira a Michael - Sois unos hipócritas, nada volverá a ser como es ahora cuando el resto del colegio esté aquí.

Dicho esto se levanta de nuestra mesa, se acerca a la barra para pedir otra jarra de cerveza y se sienta en otra mesa donde se encuentran algunos chicos que viven en Hogsmade y que, por lo visto, también van a Hogwarts durante el curso.

- Pansy tiene razón - dice Michael observándola - Lo siento, Luna.

El resto se queda en silencio, Luna baja la cabeza y tiene la vista en el suelo. Ginny asiente en señal de aprobación. Draco y Euan no dicen nada, ni miran a nadie. Yo no sé que decir, no sé como es Hogwarts con el resto de los alumnos, solo sé como es con estas personas, a las que yo también considero mis amigos.

- Eso me hace pensar que Luna y yo somos mejores personas que vosotros. Por no tener a nadie que nos presione sobre con quien debemos o no debemos hablar - dice Zacharias y todos le miramos - A mis amigos de verdad eso no les importaría.

Después de escuchar a Zacharias siento que toda mi vida habría sido diferente si alguien me hubiera dicho algo como eso hace mucho tiempo. Y me recuerdo a mí misma fingiendo ser quien no era, no pudiendo estar con quien quería estar por miedo a lo que los demás dijeran de mí, por miedo a quedarme sola...

A partir de ese momento las conversaciones se vuelven vagas y pesadas. Nadie tiene demasiadas ganas de hablar, incluida yo. Estoy a punto de decirle a los demás que me voy, cuando algo llama mi atención en la mesa de al lado. Uno de los chicos coquetea con Pansy descaradamente y ella, sin más, une sus labios con los de él y se besan apasionadamente.

Desde la lógica y la razón es algo que no debería importarme, pero parece que mi corazón no está de acuerdo porque siento como si se me rompiera en mil pedazos. Tengo ganas de llorar, aunque no sé si es porque de verdad ese hecho me ha roto el corazón o es por lo extremadamente estúpida que me siento.

- Disculpadme - digo, me levanto rápidamente de donde estoy sentada y salgo a la calle.

Una vez fuera las lágrimas caen por mis mejillas sin ningún impedimento. Y conforme van saliendo de mis ojos me siento más tonta y me enfado, hasta que llega un momento en el que lloro más por rabia que por tristeza.

- ¿Tanto te gusta? - oigo la voz de Euan a mis espaldas y no me sorprende.

- No lo sé - respondo limpiándome la cara con las manos.

- No entiendo cómo puede gustarte, es una persona horrible y no es como tú - me dice y eso no hace que me sienta mejor.

- Te he dicho que no sé si me gusta - contesto alterándome.

- Puede que tú no lo sepas, pero es obvio. Tengo algo de experiencia en sentir algo por quien no va a sentir nunca nada por mi, así que solo te recomiendo que la olvides sino quieres que eso acabe matándote - dice y clava su mirada en el suelo.

- Euan, yo... siento hacerte pasar por esto... - intento disculparme.

- No me refería a ti, Olympia. Hay cosas que no sabes de mí... - me interrumpe él - Volvamos al castillo.

Juntos caminamos por los terrenos de vuelta al colegio sin intercambiar ni una palabra. Aunque dentro de mi cabeza los pensamientos no paran de resonar.

Entre corazones rotos y exámenes suspensosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora