—Se fue -informó Chan a su subalterno.
—¿Discutieron?
—Ni siquiera tuvimos tiempo, él solo se fue de la estación. Desde hace días que no me permite estar cerca.
—¿Qué le hiciste?
Chan se preguntó porqué siempre que tenía algún conflicto con Minho y se lo comentaba a Changbin, este creía que era su culpa. Se le ocurrió que debería dejar de desahogarse con el rubio porque no parecía ser el mejor consejero.
—Desde que vino a mi departamento lo he sentido muy... distante, actúa muy nervioso y... no me deja tocarlo.
—La abstinencia parece estarte matando -se burló el rubio.
No sólo era la falta de sexo, era la extraña y muy incómoda atmósfera que se formó desde esa noche. Algo cambió, su actitud, su forma de comportarse era la de un corderito temeroso de caminar hacia el matadero. Vivir juntos, cuando se lo propuso, creyó que sería muy excitante, casi como una pareja de comprometidos. No obstante, no parecían más que desconocidos. No le gustaba sentirse así, eran pareja y apenas hablaban un poco en la cena antes de que Minho corriera al cuarto a ducharse. La situación le ponía de mal humor y eso les crearía más peleas si no se solucionaba.
—Sólo han sido dos días -trató de argumentar.
—Y con un tercero terminaré atándolo a una silla para que me explique lo que sucede.
—Supongo que puedo pedirle ayuda a Minnie y...
Chan escuchó movimiento del otro lado de la línea y voces que se decían cosas que no pudo entender, hasta que la voz de Seungmin le contestó.
—Chan-sonaba agitado ligeramente, y con un deje de diversión.
—Creo que necesito tu ayuda otra vez -dijo el oficial con cierta pena de molestar tanto al muchacho.
—Sé que Minho ha estado raro, mmgh.
Las cejas del Comandante se arquearon con sorpresa al escuchar tal sonido escaparse de los labios de Seungmin. Chan reconocía esos sonidos, era gemidos, los mismos que le gustaba sacarle a Minho cuando lo tenía sobre la cama con las piernas abiertas, recibiéndolo en su intimidad. El descaro de la situación le causó un estremecimiento que le sacudió el cuerpo y algo de repelús le causó pensar en su amigo y el cachorro intimando mientras hablaban por teléfono.
—Debes hablar con él...
—Me ha evitado a toda costa, hablar con él es difícil así.
—Llévalo ahh, a ese campo de tiro de la policía. Minho tiende a calmarse cuando practica tiro.
La idea no era mala, pero calmar a Minho mientras este tenía un arma en la mano no parecía muy sensato porque si el joven se molestaba, bueno, realmente Chan no deseaba probar la puntería de su novio.
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Pasión en la mira [Banginho]
FanfictionEn medio de una cama, con las manos esposadas y la boca amordazada, Minho esperaba que el glorioso semental frente a él arremetiese contra su débil cuerpo. Con las piernas abiertas, en una singular invitación, ansiando que aquel hombre, Chan, que co...