—Así que piensas seguir como policía, aún después de lo que sucedió con el fiscal.
—¿Tengo alguna razón para no seguir siéndolo? —preguntó Chan tras las palabras de su, ahora, suegro.
Jackson esbozó una sonrisa socarrona.
—Esto es lo que necesitas —le dijo, tendiéndole una carpeta blanca con varias hojas dentro—. Es el expediente de Kim Namjoon.
Chan la recibió en sus manos y se predispuso a revisar el documento, se topó con cinco hojas sobre sus crímenes, desde robo de identidad hasta asesinato en tercer grado. También estaba un récord sobre su trabajo en la fiscalía de Seúl, añadiendo también varios cómplices dentro de la institución que le sirvieron como conducto para entrar al servicio público. Era un buen informe, y serviría para que Chan lo presentara a sus superiores antes de que la noticia sobre la muerte del hombre saliera en los periódicos. Un accidente, muy típico de la mafia. Y nadie podría objetar nada con la evidencia clara.
—Se lo agradezco.
—Ahora eres de mi familia, Chan, y es mi deber protegerte también, aunque creo que eso puedes hacerlo tu solo —señaló burlesco.
—Y cuidaré bien de Minho y de mi hijo.
—Lo sé, pero no dudes que en el momento en que cometas un error la mafia irá por ti —advirtió en tono sombrío que le hizo estremecer al Comandante.
(StarStruck - Hero)
No soy Superman
No puedo tomar tu mano
Y volar a donde sea
Que quieras ir, síAl regresar a Seúl, Chan se enfrentó a sus superiores, fue casi un juicio como los de Salem, y el policía se sintió como si fuera un hechicero apunto de ser quemado en la hoguera. Afortunadamente, tanto los papeles brindados por Jackson cuanto los testimonios de otros oficiales sirvieron para apagar el disgusto de los viejos oficiales.
Minho y Chan regresaron al departamento del mayor, algo temporal pues planeaban buscar un lugar propio, uno donde hacer su vida juntos. Y Chan tenía una idea de cómo le gustaría empezar esa nueva vida juntos.
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Pasión en la mira [Banginho]
FanfictionEn medio de una cama, con las manos esposadas y la boca amordazada, Minho esperaba que el glorioso semental frente a él arremetiese contra su débil cuerpo. Con las piernas abiertas, en una singular invitación, ansiando que aquel hombre, Chan, que co...