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El resto del día lo pasaron comiendo bocadillos típicos de aquel lugar, corriendo de un lado a otro mientras reían, visitando la biblioteca de aquel lugar, en la que TaeHyung le mostró a JungKook un mapa mundial, mencionándole todos los lugares que le gustaría visitar, incluso estuvieron ocultándose de algunos guardias, pero eso el rubio lo veía como un divertido juego.
Definitivamente ese día podría ser el mejor de toda su vida.
La noche estaba llegando, y ambos se encontraban en una linda canoa.
JungKook sujetaba ambos remos, pero antes de partir tomó un sacó lleno de manzanas y se las arrojó a Gureum, que se encontraba esperando en el muelle de aquel lugar.
—¿Qué?, las compré— dijo JungKook al ver la cara de incertidumbre del caballo. El animal no dudó en empezar a comerlas después de escuchar aquello —Al menos la mayoría—.
—¿A donde quieres ir?— preguntó con curiosidad el rubio.
—Oye, el mejor día de tu vida, te mereces el mejor asiento— le respondió el castaño cuando comenzó a remar.
Yeontan también iba con ellos, y estaba atento e igualmente asombrado de todo lo que sucedía a su alrededor.
Después de remar por algunos minutos llegaron al centro de aquella laguna, deteniendo la canoa y simplemente observando como la noche se hacía cada vez más oscura.
—¿Te sucede algo?— preguntó el castaño cuando escuchó un suspiro algo decaído del rubio.
—Estoy muy asustado— respondió y JungKook solo pudo prestarle más atención —He pasado diecinueve años imaginando lo que había tras la ventana, solo esperando, adivinando que sentiría cuando por fin pudiera vivirlo, ¿y si no es tan hermoso como siempre lo imagine?—
—Es hermoso— respondió JungKook con una sonrisa en su rostro, aunque el sabía que no se refería al mundo exterior, sino al chico que tenía a un lado.
—¿Y qué pasa si lo es?— volvió a hablar el rubio con un tono decaído —¿Qué haré entonces?—.
—Creo que es lo mejor de todo— dijo el castaño mirando el cielo —Sales tras otro sueño—.
Y otra de aquellas miradas cómplices y llenas de sentimientos se hizo presente entre aquellos individuos.
Unas manos pertenecientes a una fémina arreglaban una placa de oro que adornaba el traje de un varón.
El rey Kim Namjoon y la reina Kim Dahyun se encontraban nuevamente ahí, esperando el momento para lanzar el primer globo de cantoya, que anunciaba otro aniversario del pequeño príncipe perdido.
En cuanto el primer globo fue lanzado hacia el cielo, cientos y cientos de globos de cantoya se iluminaron para empezar a flotar igual que el primero, iluminando completamente aquel lugar, dando la ilusión que las estrellas se encontraban justo ahí, frente a ellos.
TaeHyung se encontraba haciendo círculos en el agua con uno de sus deditos, pero algo llamó su atención; muchas lucecitas se vieron reflejadas haciendo que este se sobresaltara, ocasionando que la canoa casi se volteara.
...Desde aquí ya puedo ver que es donde debo estar.
Y la luz encuentro al fin,
Se aclaró aquella niebla.
Y la luz encuentro al fin,
Ahora el cielo es azul.
Es real brillando así,
Ya cambió la vida entera.
Esta vez todo es diferente,
Veo en ti la luz.Sus ojos brillaban ante cada magnífica lucecita, acomodándose bien para poder mirar con anhelo aquel momento, para poder guárdalo en su memoria por el resto de su vida.
Por el contrario, JungKook se encontraba mirando con anhelo al chico rubio , este lucía como una estrella, la más hermosa y brillante; tan concentrado que no era consciente de la mirada del castaño; porque de igual manera JungKook guardaría aquella imagen por el resto de su vida.
Para cuando TaeHyung volteó se encontró con JungKook sosteniendo dos de aquellos globos; el rubio sonrió en grande y tomó uno de ellos, ambos se miraron y finalmente los lanzaron.
El rubio observaba el recorrido de aquellos globos, al menos hasta que sintió un toque en una de sus manos.
Se trataba de JungKook.
El castaño sostuvo ambas manos del rubio y volvieron a tomar asiento, uno frente al otro.
—Yo también tengo algo para ti— susurro el rubio —La bolsa que llevabas cuando nos conocimos, se encuentra en la torre y quizá...—.
—Eso ya no importa— lo interrumpió el castaño —Ahora solo me importas tú—.
TaeHyung se sonrojó y sonrió tímidamente; JungKook llevó una de sus manos hasta la mejilla del chico y la acarició lentamente, acercando cada vez más el rostro del rubio.
El camaleón también cambió a un color rojo y tapó sus ojos con sus dos patas delanteras.
Y entonces sucedió.
Sucedió lo que ambos querían pero ninguno se atrevía a hacer.
TaeHyung y JungKook juntaron sus labios en un beso lento pero lleno de sentimientos encontrados, sus almas reconociéndose como gemelas y ellos sintiendo como el amor crecía cada vez más dentro de ellos.
Porque el amor era nuevo para ambos, y aún así lo estaban disfrutando, porque quizá sería la última vez.
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༻ 𝑇𝑎𝑛𝑔𝑙𝑒𝑑 ༺
Fanfiction『 얽힌 』 ꒰➳ 𝗞𝗶𝗺 𝗧𝗮𝗲𝗛𝘆𝘂𝗻𝗴, 𝘂𝗻 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝗼𝘀𝗼 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗲𝗿𝗮 𝗿𝘂𝗯𝗶𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗱𝗼 𝗰𝗮𝘀𝗶 𝟮𝟬 𝗮𝗻̃𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗴𝘂𝗮𝗿𝗱𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝘁𝗼𝗿𝗿𝗲, 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘀𝗶𝗻 𝘀𝗮𝗯𝗲𝗿 𝗻...