𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟔

272 34 2
                                    

Fui la primera en despertar, y cuando lo hice, agarré la cantimplora e hice gárgaras de agua.
Luego, le di un poco de zanahoria a Filipe y yo comí una manzana.

Me quedé acariciando a Filipe mientras pensaba cómo iba a entrar en el castillo sin que los demás caballeros me saquen del lugar.
Lo más seguro era que me infiltre por alguna puerta trasera y busque cuanto antes a la reina para mostrarle la carta que ella le había escrito a mi padre.
Tendría que ver el mapa del castillo para saber por dónde ingresar.

¿Qué tan difícil podría ser?

Poco a poco todos se fueron despertando y también le daban de comer a sus caballos y ellos también comían algo.

De mientras me ponía mi capa, estuve observando a cada uno de los chicos.

Era algo que me fascinaba hacer, aunque según mi madre, era un hábito horrible que tenía que dejar de lado.

Observar a las personas y deducir cosas sobre ellas.

Y la verdad...es que siempre acertaba.

La mayoría tenían sortijas. Quizás estaban casados. Quizás comprometidos.
Aunque realmente dudo que solo estén comprometidos.
El único que no tenía una era Jackson.

Observé sus uñas y al parecer era de esas personas que tenían el hábito de comérselas. Alguien nervioso y ansioso. Su mano tenía algunos anillos, pero ninguno en el dedo anular. Su cabello medio largo, decía también algo de él. Era alguien que no se preocupaba de manera obsesiva por su apariencia física, aunque también le gustaba estar presentable al ir a un baile o a alguna reunión donde hubieran damas con las que podría llegar a tener algo.

Supongo que una se las razones para las que quiere ir a Charlotte es para conseguir esposa o a alguien con quien pasar el rato. Aunque si soy sincera, lo veo como más del tipo que busca algo serio.

— ¿Todo en orden? — me preguntó Noah mientras preparaba a su caballo.

— Si, si. Todo en orden — dije y sonreí bajando la mirada.

Ya estábamos preparados y listos para seguir con nuestro camino. Nos subimos cada uno a su respectivo caballo y junto con el mapa que tenía entre mis manos, comencé a guiarnos para poder llegar al roble.

Llegamos a una parte del bosque en la que los árboles comenzaban a tener sus hojas de un color medio amarillento y naranja.
Había árboles que eran más pequeños que otros y la variedad de flores era grandísima.

— ¿Ese no es el roble? — preguntó Chase mientras señalaba a un árbol que se distinguía de los demás.

Este tenía sus hojas de un verde bastante oscuro, y era bastante grande, pero no tan alto como algunos, ni tan pequeño como otros.

Era bellísimo.

— Si, es ese — dije y comenzamos a acercarnos al árbol.

Nos fuimos acercando hasta llegar hasta el roble.
Había una especie de caminito, el cual estaba lleno de hongos.

Cuando llegamos al roble, vimos que había dos caminos, y nos fuimos por el de la izquierda, como nos decía el mapa.

— Cuando lleguemos a Charlotte, ¿tú a dónde irás? ¿Cuál es tu plan? — me preguntó Jaden.

— Necesito ir a Mooresville, es un pueblo de allí — dije mientras miraba hacia el frente.

— ¡Nosotros igual! Probablemente nos crucemos en el pueblo — dijo Anthony con una sonrisa.

La verdad es que lo mejor sería que eso no pase. Mi plan no era socializar, sino que proteger a alguien. A alguien quién sería muy importante para mi pueblo y para todos los que habitaban en el territorio.

Ya estábamos llegando, y podía ver al final del camino varios carruajes y vendedores pasar.

Cuando salimos por ese camino, llegamos a lo que vendría siendo la ciudad. Y yo me puse la capucha de mi capa, para que no se me viera tanto la cara.

Había algunos vendiendo comida y otros periódicos.
Algunos caballeros vigilando las calles.
Mujeres con vestidos súper elegantes tomando el té.
Hombres con trajes y galeras, hablando asuntos importantes.
Niños jugando a las escondidas.

— ¿Y ahora? ¿Qué hacemos? ¿Por dónde vamos? — dijo Jackson algo preocupado.

— Tranquilo pecas. Espérenme un segundo, ya vuelvo — me bajé de Filipe y se lo dejé a Josh, que era a quien tenía más cerca.

Me dirigí hacia uno de los puestitos de periódicos, quería tener algo que leer, ya que no me había traído mis libros.

También tendría que comprar algunos.

Le pedí uno a un señor de barba grisácea y pequeños anteojos. Le di unas monedas y regresé con los chicos.

— Ahora si. Vámonos — dije y saqué de mi mochila el mapa de la ciudad que se había guardado mi padre.

Estábamos justo en el centro y teníamos que llegar a Mooresville, que era un pueblo de Charlotte, donde también estaba el castillo.

Comenzamos a dirigirnos hacia dónde nos decía el mapa que estaba el pueblo.
El camino hasta allí no fue tan largo.

Había muchas tiendas, cafeterías, bares, y más.
También vi una librería, a la que me gustaría ir una vez me instale.
Y un gran cartel que decía "Mooresville" nos hizo darnos cuenta de que ya habíamos llegado al pueblo.
Todos nos miramos y sonreímos al ver lo hermoso que era.
Las calles estaban decoradas con el escudo real, con flores, lazos.
Todo era tan lindo.

— Apuesto que esto de noche debe ser una hermosura — dijo Anthony mientras miraba para todos lados admirando el lugar.

Seguimos yendo por las calles, y todos se nos quedaban mirando.
Quizás pensaban lo peor de nosotros, o quizás solo les causábamos curiosidad.

Al mirar hacia el frente, pude ver a lo lejos el castillo.
Pero no tenía que dejar que los chicos me vieran yendo hacia allí, y en lo posible, directamente que nadie me vea.

— Bueno, yo...tengo que tomar otro camino. Fue un gran gusto conocerlos a todos — les sonreí.

— Igualmente, señorita Bennett — dijo Jackson.

Los miré a todos por última vez, y todos estaban sonriendo.
Realmente podía decir que me caían bien, aunque no los conocía del todo.

Me di la vuelta y me metí en una pequeña calle que indicaba el mapa. Este indicaba que tenía que ir por esa calle hasta llegar al final.
Me resultó extraño que la calle tenga una pared al final que la cerrara.
Pero así estaba indicado en el mapa.

Al llegar observé bien el mapa, y al parecer, en esa pared llena de musgo había un ladrillo que si lo tocabas, se podría abrir un pasadizo secreto para llegar al bosque que rodeaba el castillo.

Me bajé de Filipe, y me aseguré de que nadie esté viendo.
Comencé a presionar los ladrillos, hasta que me di cuenta que había uno que tenía, escondido por el musgo, el escudo real grabado en él.
Lo presioné y la pared se corrió hacia un lado, dejando ver una escalera que iba hacia abajo.

Tomé a Filipe de las riendas y comenzamos a bajar.
Cuando se acabaron los escalones, me di cuenta que comenzaba un túnel, el cual estaba repleto de antorchas que lo iluminaban.

——————————————————————————
Perdón por tardar en actualizar, es que estuve ocupada con el colegio y además tenía un manojo de cosas en la cabeza, pero eso es tema aparte.
Realmente espero que todos estén bien, y que les guste este nuevo capítulo.
Los amo muchísimo y mil gracias por todo el apoyo😭😭✨💐<3

&quot;Mi rey&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora