Estábamos por cruzar un puente cuando el sol comenzaba a esconderse.
— No sé si será muy seguro cruzar por ahí — dijo Jackson mientras lo observaba.
Habían algunas tablas que faltaban, tenía musgo y el agua que había debajo lo tapaba un poco.
— Voy a pasar primero — dije y comencé a ir hacia este.
— ¿Y si te caes? — preguntó Chase.
— No va a pasar nada, estaré bien — dije despreocupada.
Con Filipe nos comenzamos a acercar hasta llegar al principio del puente.
Las tablas de madera se veían bastante viejas, y el agua corría con gran fuerza.
Si te caías, el río te llevaría sin que puedas hacer nada.Comenzamos a cruzarlo y las tablas crujían al más mínimo paso.
— !Ten cuidado! — gritó Bryce.
Cuando estábamos en el medio, una tabla más se rompió, entonces Filipe se asustó y comenzó a ir más rápido.
Ya en el final faltaban dos tablas y él lo que hizo fue saltar y así llegamos hacia el otro lado.Les hice una seña a los demás para que vinieran, pero de a uno.
El primero fue Jackson, luego Chase, Anthony, Josh, Noah, Jaden y por último Bryce.Justo en el momento en que Bryce y su caballo saltaron para poder llegar, el puente comenzó a derrumbarse por completo.
— Supongo que para volver, tendremos que tomar otro camino — dijo Jaden y todos rieron.
— Mejor sigamos, no nos falta mucho, pero ya está oscureciendo, y tenemos que buscar un lugar para poder pasar la noche — dije y vi el mapa para ver si íbamos por el camino correcto.
— ¿Para dónde vamos ahora? — preguntó Anthony y agarró su cantimplora y bebió de esta.
— Tenemos que seguir derecho, hasta ver un árbol, llamado roble. Igualmente en el camino, iremos viendo dónde podremos quedarnos — dije mirando el bosque en el cual nos íbamos a adentrar.
— Y cuando llegamos al árbol, ¿qué tenemos que hacer? — preguntó esta vez Josh.
— Ir hacia la izquierda, y tomar un camino que según el mapa nos lleva directo al centro de la ciudad — me estaba guiando mientras veía el papel medio amarillento que tenía en las manos.
— Entonces pongámonos en marcha — dijo Noah y yo comencé a guiar a Filipe para entrar en el bosque.
Se escuchaban ruidos de murciélagos y grillos, de ranas y hojas de árboles que se movían por el viento.
Estuvimos bastante tiempo andando, hasta que ya los cabellos estaban muy cansados y tuvimos que parar.
— ¿Alguien sabe cómo hacer fuego? Me estoy muriendo de frío — dijo Jackson mientras trataba de darse calor frotándose los brazos con sus manos.
— Ahora veo cómo hago una fogata o algo — dijo Josh mientras buscaba ramas.
Agarré a Jackson del brazo, a quien había asustado por hacer tal acto sin que se diera cuenta, y también tomé una piedra, un par de ramas y la daga que estaba en mi cintura.
Lo llevé hacia el centro del lugar donde íbamos a pasar la noche y nos sentamos sobre unos troncos.
Acomodé las ramas en el suelo y luego comencé a pasar el cuchillo por la piedra para formar el fuego. Haciendo que luego de unos segundos pudiese armar una fogata.
— ¡Eso fue increíble! Ahora sé cómo armar una fogata — sonrió mientras ponía sus manos cerca del fuego para calentarse —. Gracias, de verdad que tenía mucho frío — me miró y soltó una risita.
— De nada — le dije y sonreí.
Todos nos vieron y se acercaron a nosotros para también poder estar cerca del fuego, al igual que los caballos.
Josh seguía juntando cosas, pero cuando nos vio, abrió la boca y dejó caer todas las ramas al suelo.
— ¿Acaso no me iban a avisar? — todos reímos.
Luego él se sentó junto a nosotros y todos sacamos algo de nuestras alforjas u mochilas para comer y para darle también a los caballos.
Cuando terminamos de alimentar a los caballos y también de comer, nos acomodamos para poder dormir.
Yo nuevamente coloqué la mochila detrás de mi cabeza para usarla de almohada y tapé a Filipe con mi capa.
Ya todos estaban dormidos, pero al dirigir mi mirada hacia mi izquierda, me di cuenta que Jackson todavía estaba despierto, al parecer él, al igual que yo, tampoco podía dormir.
— ¿Todo en orden? — le pregunté mirándolo.
— Si...eso creo. Es que me da miedo el bosque y lo que puede llegar a haber en él -dijo con la voz temblorosa.
— Ven, acércate — dije y él al principio dudo, pero luego trajo su mochila y se acostó a mi lado.
Recostó su cabeza en su mochila como yo lo estaba haciendo y luego se quedó en silencio.
— Nada malo te va a pasar. Sé que los ruidos que se escuchan pueden llegar a asustarte, pero nos tienes a tus amigos y a mí, te vamos a proteger de cualquier peligro — le dije y él se rió. Pero luego tapó su boca al recordar que los chicos seguían dormidos.
— Gracias, de verdad — sonrió mirando al cielo.
Aunque los árboles eran muy altos, no tenían demasiadas hojas, cosa que nos permitió observar el hermoso cielo estrellado.
Si pudiera, viviría en el bosque por el resto de mi vida.
Saldría todos los días de mi cabaña, para admirar al hermoso cielo y a apreciar a la naturaleza en si.
El ser humano nunca se da cuenta de cuanta belleza nos rodea, de las cosas que parecen ser insignificantes, pero que en realidad son las más increíbles que pueden existir en el mundo.— No hay de que — imité su acción.
A los pocos minutos ya podía escuchar sus leves ronquidos y sonreí al saber de que logró dormirse tranquilamente.
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"Mi rey"
Genç KurguLa sociedad estaba formada por personas que creían que una mujer solo servía para tener hijos, tomar el té y bordar, entre otras cosas tontas y aburridas. Pero ella estaba cansada de ese concepto tan absurdo. Ella tenía proyectos y metas diferentes...