Capítulo 34: Superficie

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  No one remembers

 the names of the  trampled flowers

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Actualidad

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Actualidad. Cuartel General del Cuerpo de Exploración. Territorio de la Muralla Rose.

Era como si sus pulmones le gritaran. Le suplicaran entre encogidas y sacudidas en el interior de su pecho. Y, pese a que su instinto más primitivo rogaba por un poco del aire usurpado, Enara Morgan lo ignoró. No se movió. No hizo ningún amago por hacerlo. Se mantuvo con el rostro sumergido en la repleta pila del lavabo. Las burbujas, últimos vestigios del escaso oxígeno, se deslizaban por sus mejillas conforme eran expulsadas por su nariz y boca. 

Apretó sus manos contra los bordes, hasta tal punto que sus nudillos se tornaron blancos. 

Entonces, su cuerpo actuó por su cuenta e, incapaz de soportarlo, se incorporó. El aire volvió a ella. Entre jadeos ahogados, las gotas se deslizaban desde su rostro hacia el agua. Entre bocanadas de aire, Enara volvió a sentirlo. Volvió a sentir aquella tempestad que había tratado de evitar. Impotencia, rabia, frustración y tristeza. Chasqueando la lengua, alzó la barbilla y, así, se enfrentó a su reflejo. 

Hace unos días. Primer día en la superficie. Cuartel General del Cuerpo de Exploración. Territorio de la Muralla Rose.

-¡Eres Abel!-Confirmó Hange, con un grito emocionado, mientras sus ojos se dirigían a los dos soldados frente al escritorio del comandante. Era asombroso que sus gafas brillaran más que el mismo sol que se asomaba a sus espaldas pese a estar a unos centímetros del rostro del chico-¡Es él! ¡No hay otra persona que tenga esos ojos y ese pelo tan extraños!

-Me lo voy a tomar como un halago, puesto que es verdad que soy único y extraordinario en mi especie-Y para colmo de aquella bizarra tan situación, el aludido, en vez de reaccionar como cualquiera y asustarse por aquella actitud acosadora, simplemente esbozó una arrogante sonrisa e hinchó el pecho como un gallo. 

Junto al chico que se encontraba sentado en los sillones tras los soldados, Yohan dejó ir un suspiro pesado.

Medio día había pasado desde que habían salido a la superficie hasta llegar al Cuartel General del Cuerpo de Exploración, el mismo que se utilizaba para ocultar a Eren de los ojos de curiosos. Si volver a sentir el aire, el sol y el viento tras tantos días bajo tierra había sido liberador, la experiencia que sintieron los Guerrilleros fue indescriptible. Algunas mejillas fueron mojadas por gruesas lágrimas que descendieron en el instante que se percataron de su libertad. 

Se habían desatado de aquellas cadena que les impedían volar sin restricciones,... ¿cierto?

-Me temo que no será tan sencillo, Levi, soldado Morgan-La voz de Erwin la trajo al presente, continuando con la conversación que había sido interrumpida por Hange. La decepción que sintió Enara fue como una jarra de agua helada-Desde la última reunión, el ambiente con la Policía Militar ha estado algo tenso- La soldado deslizó su mirada hacia su capitán, el cual se comportaba como si la cosa no fuera con él-No estarán dispuestos a colabora sin reservas. Y más si de quienes hablamos es de los Guerrilleros, un grupo del que se han quejado incontables veces. Pero tampoco nos olvidemos de la procedencia externa de Abel. El saberlo ya supondrá una razón más para desconfiar. 

La verdad oculta I: Ascenso (Levi Ackerman Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora