Luna
Tatarea una canción mientras escribe. Una ligera sonrisa nunca abandona sus labios, de vez en vez mira por la ventana de manera distraída, sus ojos azules ven algún punto distante, infinito. Cuando vuelve a ella, parpadea varias veces para aclarar su mente, antes de retomar la tarea de escribir de manera primorosa cada línea en aquellos pergaminos.
Su escritura es lenta, por que se esmera en ser detallada. Ha descrito con sus peculiaridades cada cicatriz que marca su cuerpo y la manera en que las adquirió sobre su piel blanca. Habla de sus miedos como si narrara una película extraña donde no parece ser la protagonista.
"El olor a humedad se filtraba por mis fosas nasales, haciéndome estornudar. Con cada movimiento el metal lamia las heridas abiertas de mis muñecas y tobillos. No dolía demasiado, pero ardía. Ese aroma aun causa alergia, pero ya no duele, solo quedaron marcas blancas y abullonadas donde descansaban los grilletes que me mantenían sujeta dentro de mi celda, en los sótanos. También olía a sangre, aunque ese aroma nunca me hecho estornudar, creo que eso era lo que más dolía, preguntarme de quien o quieres era esa sangre."
Ella quiere un esposo, hijos y mascotas.
Es tranquila y transparente, porque no sabe ser de otra manera.
Solitaria y tímida, aunque nunca fue por elección propia. Sabe que es diferente, que no está del todo cuerda.
Hace pequeñas espirales en los costados de las hojas mientras piensa que más pudiera poner sobre si misma. Entonces habla de todos esos seres imaginarios o no, que le han acompañado a lo largo de su vida, aquellos que le escondían los zapatos o destruían sus apuntes de las clases, los mismos que manchaban su ropa o le hurtaban su prendedor favorito.
Con el paso de los años supo que la mayoría de ellos eran producto de la imaginación de su padre. Una dulce manera de intentar protegerla del bullying del que era victima en el colegio solo por ser diferente.
También hablo largamente sobre el sentimiento de sentirse sola y aislada, esa sensación abrumadora de no pertenecer completamente a algún sitio en concreto.
Suspiro de nuevo antes de continuar. Al menos, podía decir que tenia pocos, pero muy buenos amigos.
Cuando termino reunió todos los documentos, incluso las 10 hojas adicionales donde escribía a sus amigos mas cercanos. Quería asegurarse de hacer un buen trabajo, de contar a detalle no solo sus sueños, sino los de sus amigos mas cercanos.
No sabe por qué, pero tiene la seguridad de que es necesario. No lo pensó mucho cuando empezó a hablar sobre la culpa de sobreviviente de Harry, de lo difícil que le resulta, levantarse cada mañana con el pensamiento de que pudo haber hecho las cosas distintas para salvar a más inocentes de la guerra. Describió las sombras en su mirada y como estas parecían devorar el brillo natural de sus ojos verdes, estaba triste y perdido, como la primera vez que le miro a lo lejos. De alguna manera volvía a ser el niño asustado de sus recuerdos. El chico adorado por las multitudes, pero solo, triste y retraído, incapaz de encontrar su propia historia entre las líneas que todos le contaban sobre lo que fueron sus padres y aquellos recuerdos que nunca tendría de esa familia que quedo rota.
El niño que intentaba aferrarse a lo poco que conocía, aunque no amaba realmente a Ginny se había aferrado a ella como un salvavidas que termino soltando por las circunstancias. Harry es su amigo, uno de los primeros, no necesitaba ser un genio para entenderlo, para descubrir sus verdaderos sentimientos por Hermione, y que fue su lealtad de amigos lo que le hizo renegar de ese afecto.
Hermione también le preocupaba, su fortaleza inquebrantable, seguía siendo una fachada. Estaba demasiado acostumbrada a ser el pilar fuerte, la voz de la razón, la enciclopedia andante que tiene respuestas para todo, aunque ella misma no sea capaz de encontrar las propias o que ni siquiera esta segura de las preguntas que debe hacerse a esas alturas. Sigue aparentando calma, una fuerza que a veces le falla y que le hace llorar por las noches de angustia en la soledad de esa habitación que insonoriza.

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Inevitable
FanfictionLa ultima guerra redujo de manera significativa la población mágica, de no tomar medidas en este momento, en una década o dos no habría niños suficientes para darle continuidad al mundo mágico. Problemas extremos requieren soluciones extremas. El mi...