Eight Gray

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Mario al ver ahí, a La Princesa Daisy, de pie, en la puerta de su casa, se alteró internamente, pero por fuera, mantuvo la calma.
Daisy estaba seria, con los brazos cruzados, esperando algo de ahí de la casa.

Mario: Em... hola Daisy... ¿Qué te trae por aquí eh?
Daisy: ¿Dónde está Luigi?
Mario: ¿L-Luigi?
Daisy: Sí. ¿Cuál otro?
Mario: ¿Para qué quieres a Luigi?
No me digas que se han peleado.
Daisy: Lo he estado llamando y mandado mensajes, y no responde ni a uno ni al otro, y estoy muy preocupada por él.
Así que quiero verlo.
Mario: Bueno... Luigi está durmiendo en este momento.
Daisy: ¿Durmiendo? No lo creo, Luigi jamás estaría dormido a estas horas de la mañana.
Mario: Verás, él no se encuentra muy bien que digamos.

Pero lo último que dijo Mario, Daisy no escuchó, ya que entró a la casa sin pensarlo, llendo hacia la habitación de Mario, pensando que era la de Luigi.
Ósea, según Daisy, la habitación de Mario era la de Luigi, ya que no tenían algún símbolo en la puerta para saber de quién es quién la habitación.

Mario obviamente se alteró ante esto, ya que no quería que Daisy mirara a Luigi su condición actual.

¿Cómo va a reaccionar ella?
¿Y cómo va a reaccionar Luigi al ver a una extraña en la habitación de su hermano mayor?

Mario conrrió llendo detrás de Daisy, tratando de detenerla.

Mario: Oye, no creo que Luigi quiera ser molestado ahora, está descansando.

Obviamente Daisy no escuchó, al llegar a la habitación, abrió la manilla de la puerta y entró a la habitación.

Ahí, desde donde estaba Mario, escuchó la voz de Luigi, diciendo:
¿Daisy?

En ese momento, Mario sintió como su corazón paró de latir ante eso.
Mario  fue y entró ràpidamente a la habitación para ver a su hermanito.

Daisy: ¿Luigi, estàs bien?

Mario miró a Luigi y...




Luigi parecía normal...
Estaba sin camisa, con las sábanas cubriendolo de cintura a abajo.

Daisy: Luigi, te he estado llamando y mandando mensajes. ¿Porqué no me has contestado?
Luigi: Disculpame por eso, no me encontraba bien.
Verás, fui a la Mansión a combatir nuevamente con El Rey Boo, sin embargo, me dejó gravemente enfermo.
He estado así por semanas, no me sentía para nada bien, pero Mario me ha estado cuidando durante este tiempo.
Lamento haberte preocupado Daisy.

Daisy al escuchar a Luigi, se calmó por completo, sintiendo lástima por su lindo plomero verde.

Daisy: *se acerca a Luigi y lo abraza*
Oh Luigi... no tenía idea... lo siento mucho, enserio.
Me tenías muy preocupada.
Pero al menos ahora sé que estás bien. No te preocupes, descansa todo lo que necesites, te llevaré algo de sopa para que te sientas mucho mejor.
Luigi: Muchas gracias Daisy.
Daisy: De nada.
Bueno, me voy, siento por molestarlos chicos. Nos vemos.

Y con eso, Daisy se fue de la casa, llendose de regreso a su castillo.
Mario después de haberse dado un susto muy grande, miró a Luigi diciendole: ¿Cómo es que hiciste eso?

Luigi: Creo que mi mente ya volvió relativamente a la normalidad 😸😸.
Aunque... aún no creo poder ir al baño, ni tampoco comer comida normal.

Mario estaba enserio sorprendido por lo que le ha pasado a Luigi, es increíble.

Mario: Debemos ir con el Profesor Fesor.
Luigi: Sí.


Salto de tiempo.................

Los Hermanos Mario fueron con el Profesor Fesor para saber cómo estaba Luigi.
El Profesor Fesor chequeó a Luigi, viendo que el efecto de su aparato estaba ya pasando.

Profesor Fesor: Bueno, veo que la mente de Luigi ya no está mucho en su pequeño espacio.
Sin embargo, lo que pasó hoy es que de repente, la mente de Luigi se movió a su lado grande.
Verán, la mente de Luigi va como un sube y baja, a veces sube siendo grande y otras veces baja siendo pequeño. ¿Entienden?
Mario: ¿Entonces Luigi puede ser un adulto a veces y otras veces un pequeño bebé?
Profesor Fesor: Exacto, pero eso no se puede saber cuándo sí y cuándo no, ya que eso es de forma inconsciente, jojo.
Mario: Entiendo.
Luigi: P-pero... voy a estar bien, ¿verdad?
Profesor Fesor: Claro que sí, no hay nada de qué preocuparse.

Luigi al saber su condición, se sentía nervioso al respecto.
En eso, Mario lo abraza para hacerlo sentir mucho mejor.

Mario: No te preocupes hermano, vas a estar bien. Todo va estar bien.

Luigi miró a Mario y sonrió, sintiendose ahora seguro gracias a su hermano mayor.

Luigi: Gracias.

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