RELATOS DE UN AMOR

Capitulo 21

MariaV: Mi amor no es justo, tu te ves con tus músicos todo el tiempo, se supone que este tiempo era solo para nosotras, por favor no te vayas, vuelve conmigo a la cama, si?

Ana: Bonita yo me comprometí con ellos, solo será un desayuno, lo prometo, además tu ayer trajiste a Sofia y yo no dije nada, por favor mi cielo

MariaV: está bien, pero me prometes que almorzaremos juntas?

Ana: si mi amor, te lo prometo

MariaV: Mi cielo recuerda que mi hora almuerzo no se puede pasar de la 01:00 pm

Ana: si mi vida

MariaV: bueno entonces ve de una vez para que puedas desocuparte temprano, te amo, cuídate

Ana: te amo preciosa

Ana salió del hotel y se dirigió a un famoso restaurante de la ciudad donde se encontró con dos de sus músicos más cercanos: Samuel, quien es el pianista de la orquesta ( con quien se había besado varias veces en algunos conciertos aunque ambos lo hacían como amigos) y Carlos quien era el director y manager de la misma, estuvieron hablando de todo un poco y el tiempo les paso volando, cuando reaccionaron ya eran las 02:30 de la tarde; cuando Ana se dió cuenta de la hora se apresuró a despedirse porque sabía que le acababa de romper una promesa a su novia y no quería que las cosas empezarán de esa forma, al despedirse no se dieron cuenta que les habían tomado unas fotografías, que pronto le causarían un dolor de cabeza a Ana... por su parte María Victoria se encontraba un poco molesta por el incumplimiento de Ana ya que esta ni siquiera fue capaz de avisarle que no alcanzaría a llegar; almorzó sola en el apartamento y se fue para la empresa justo antes de que Ana volviera, sabia que molesta podía llegar a ser hiriente así que prefirió irse y ocupar la mente en la oficina, no sin antes dejarle un mensaje a Ana diciéndole que estaría en la oficina y que se veían hasta en la noche y así fue.

Ana llegó buscándola por todo el apartamento, se sentía terrible por lo que había echo, pero aunque sabía que María Victoria era una mujer muy sensible también podía llegar a ser muy dura si se lo proponía, así que prefirió darle su tiempo, sin embargo ese día parecía no estar del lado de Ana, ya que tan pronto se le dió por revisar su celular, encontró un capture que le envío su novia con una foto de carlos abrazando a Ana en el restaurante, con el encabezado de la noticia diciendo "La cantante Ana Gabriel está intentando oficializar su romance con su músico el pianista Samuel Saenz"
Como era posible, intentó llamar varías veces a María Victoria pero está no contesto, pensó en ir a buscarla a su oficina pero sabía que no se la dejarían ver, así que tendría que esperar hasta que ella volviese para tratar de resolver la situación y lo peor de todo era pensar que en dos días ya estaría tomando un avión de regreso a casa, llevándola varios días lejos de su amor, así que debía solucionar ese inconveniente de inmediato, ella amaba a María Victoria y sabia que está también la amaba, así que debían luchar siempre por su amor.

Al rededor de las 08:30 pm María Victoria entró al apartamento con algo de dificultad puesto que se notaba que había tomado bastante alcohol y que había llorado.

Ana: mi amor me tenías muy preocupada_ la abracé con todas mis fuerzas_

MariaV: suéltame Ana

Ana: mi bonita tenemos que hablar pero ahora no es el momento, perdóname

MariaV: tú me vas a joder la vida Ana, tú me terminarás lastimando como ahora lo haces

Ana: mi amor perdóname, no es lo que tú crees, yo no he fallado

MariaV: Te pedí que te quedaras conmigo y te fuiste para luego romper tus promesas_ empezó a llorar de una forma dolorosa de visualizar_

Ana: María Victoria por favor, no me hagas esto, yo te amo

MariaV: no ana, yo ya pase por esto, ya me volvieron mierda la vida y tu quieres hacer lo mismo

Ana: mi niña por favor, no digas eso, te juro que no es así_ la abracé fuerte queriendo unir sus pedazos rotos_

MariaV:  Que me estas haciendo Ana, esto duele

Ana: ya basta María Victoria, deja tus malditas inseguridades de una buena vez, compórtate como una mujer madura, pareces una niña berrinchuda_ Grite en un impulso y de una vez caí en cuenta que nunca debí decir esas palabras, ahora si la había lastimado

María Victoria no dijo ni una sola palabra, solo se levanto del sofá en el que estábamos sentadas hablando y se dirigió al cuarto, sentí que se metió a la ducha y ahora fui yo la que sentí morir en medio de lagrimas, como fui capaz de hacerla caer en esas inseguridades de las que tanto le costo salir, en que momento estos días de magia se habían echado a perder, debía darle espacio y mañana con más tranquilidad podríamos hablar de la situación.