Capítulo 16.

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Jimin podía sentir a su malhumorado animal rasguñar sus carnes , como si de una cárcel se tratara, debilitado su aguante físico, quitándole las energías, cansando su humanizada mente y dejando paso a sus instintos más primarios. El mayor llevaba años lidiando con su ser, y el conjunto que formaban durante su celo, porque sí , se unían en uno sólo, por mucho que Jimin intentaba evitarlo. Era cansado lidiar y aguantar a su bestia, y más durante este periodo cunado tenía tantas, tantas ganas de salir.

Además era de lo más extraño, pues era una de las pocas veces que de verdad su bestia estaba dispuesta a romperle hasta los huesos para así poder salir, no es como si iba a dejar que eso pasase, pero no le quita lo impresionante de la situación.

-No vas a salir.- Gruñó por lo bajo Jimin, tomando dos supresores del sobre, dando tumbos hasta su habitación.

<<Alfa.>> Fue lo único que soltó, gritó, demandó su lince.

El celo se aproximaba y los instintos llegaban rápidamente, arrasando todo a su paso, la razón y estabilidad mental apagándose por cada hora que pasaba, Park estaba sudando, tumbado en la cama respirando duro, su pecho hinchándose y desinflándose a una velocidad vertiginosa, por lo menos pudo cerrar bien la puerta de su dormitorio. Jungkook estaba a salvo.

"¿alfa?" Se burló Jimin, idea absurda. Un ser cómo él no podría tener nunca una pareja, un compañero de por vida y menos que sea capaz de amarlo, ¿quién podría amar a un ser tan extraño como era Park Jimin? O peor aún, pensar si quiera en la posibilidad de que existiera alguien 'destinado' para él... esas ideas eran estúpidas, pérdidas de tiempo, y Jimin odiaba perder el tiempo. Y Jungkook... su compañero no podría nunca ser un alfa, nunca, nunca...jamás...por algo los odiaba.

Eran los peores, prepotentes, líderes sin merecerlo, sólo porque la sociedad así lo dicta...

Los odiaba.



La temperatura empezaba a subir, su visión era cada vez más borrosa , sus mejillas enrrojecidas y su abdomen contrayéndose como si hubiera hecho cien abdominales, en busca de un esperado orgasmo. El pene de Jimin se encontraba rojo, dolorido por la falta de atención, atención imposible de dar pues la paralización de su cuerpo era absoluta, todo hueso de su delgado cuerpo parecía arder y romperse en pedazos por el simple hecho de respirar, sus entrañas siendo desgarradas por su 'simpático' animal.

JImin había olvidado el horror, el sentimiento desgarrador que podría provocarle su animal. Esas ganas de salir al exterior le atemorizaba , horrorizaba, mucho temía que esa enclenque puerta no sería suficiente para contenerle.

Y sin más, con un grito exhausto , poniendo  fin a su inútil aguante, JImin se desmayó. Y en menos de cinco minutos, el cuerpo inerte del mayor se levantóde la mullida cama, sus pulmones llenándose tranquilamente del ansiado oxígeno, sus músculos relajándose, y sus sentidos volviendoa su instinto primario, estudiando su alrededor, su casa, su área.

Jungkook no estaba, dictaminó enseguida.

Jimin abrió por fin sus ojos, despertando de su largo letargo, sus ojos evidentemente felinos, rasgados de un color miel, incluso dorados, con una fina línea gatuna como pupila, listo para cazar, rasgos muy diferenciadores de las normales cuencas oscuras que JImin solía tener al hacer uso de su lado animal.

Normal, ahora Park ya no se encontraba ahí, sólo estaba él.

Era pleno, libre.

Con una admirable elegancia fue gateando  hasta la mullida almohada, alejada hasta los pies de la cama, para así poder empezar a restregarse con ella, dandole atención a su necesitado miembro. Así hacía tiempo para la llegada de su Kookie.

Lo iba a tratar con muuucho cariño, desde luego.

(...)

Jeon abría la puerta en silencio, eran pasadas las doce de la noche y no queria despertar al mayor, daba gracias a dios saber donde Jimin escondía las llaves de repuesto.

Detrás de la maceta.

Entró de forma silenciosa, quitándose los zapatos en la oscuridad y adentrándose en el apartamento. El aire era denso, apestaba a JImin, no, apestaba a jimin y a sexo . No importaba la cantidad de sexo que hubiera tenido con Lisa, o las veces que consiguió desfogarse, ese olor, JImin, sexo, ... se estaba volviendo loco y su polla también.

Esto estaba mal, no lo entendía, este olor era típico de los celos en omegas, pero muy claro ha quedado de que el mayor no era ningún omega , entoces que celo iba a tener.

Y aún más importante, porque su celo afectaba tanto a Jungkook.

No podía pensar de forma clara, solo quería follarse al mayor, solo quería marcarlo y hacerlo suyo, quería rugir en su garganta y demandarlo, atemorizarlo, reclamarlo. Pero no podía, Jimin lo odiaría, Jimin idiaba a todo alfa viviente cerca suyo.

< Click >
Se oyó un cerrojo, una puerta abriéndose, y una nueva ola de feromonas chocando con las fosas nasales del menor, no pudo evitar soltar un leve gruñido al ver a JImin, parado enfrente de él, olfateando el aire.

Las palmas ed Jungkook estaban sudando, sus piernas paralizadas intentando controlarse y no atacar a JImin ahí mismo, sin embargo eso no hizo falta, fue Jimin, a una velocidad vertiginosa, imposible de calcular o ver siquiera, quien se acerco, a milímetros de su cara, mirándolo fijamente.

En ese momento Jeon se dió cuenta, JImin ya no era JImin, por fin iba a conocer su animal.

- O..oh.- Gimió al sentir la lengua del mayor deslizándose por su garganta.

-OUCH.- y en menos de dos segundos el menor se encontraba tumbado en el suelo, adolorido, con una bestia encima suyo, la mano de ésta en su cuello, apretándolo con fuerza, una mirada fría y de superioridad juzgándolo.

UN escalofrío surcó la columna de Jungkook, se sentía en peligro, aunque el culo sobre su polla lo distraía un poco.

-¿Por qué hueles diferente?- Susurró, como si de una amenaza se tratara.- ¿Por qué hueles a zorra, hmm? .- El agarre en su cuello lo estaba ahogando.

<Peligro> pensó el lobo.

<Matar> pensó el lince.

Y se entendieron.

KAPPA. &lt;♤Kookmin♤&gt;Where stories live. Discover now