KAPPA. <♤Kookmin♤>

Capítulo 8.

Días pasaron y Jimin se mantenía ocupado entre los montones de documentos pendientes por rellenar entre Corea y Norte américa. Una nueva expansión en Japón estaba en el aire y sus nervios también. Dentro de dos días tenía la primera reunión con los ejecutivos al cargo en la sede japonesa, Park sabía perfectamente lo importante que era un buena primera impresión. También sabía lo incómodo que iba a ser todo para él. 

Japón tenía una estrecha costumbre basada en alfas. Sólo los alfas podían ascender a los mejores puestos , presidentes, directores, todos alfas. Esa actitud petulante y altiva lo volvían loco, y ese olor fuerte y concentrado en una sola sala era horrible. Por eso él prefiere los omegas, un olor más dulce y una actitud mas simpática , aunque tampoco aguantaba esa dependencia típica, solo se la permitía a Taehyung, sólo a él.

En realidad, a Park Jimin no le gustaba nadie.

Y muchas veces esa relación era bilateral.

Un zumbido proveniente de su móvil lo despertó de sus profundos lamentos. Era un mensaje de Jeon. Frunció el ceño, ¿su número era de dominio público acaso?

"Buenos días señor Park, soy Jeon Jungkook. Taehyung me dio su número de 

teléfono personal, perdón si molesto.

Verá usted, voy algo retrasado con el proyecto de mi curso comparado con el resto de mis 

compañeros, y me gustaría saber que día le vendría a usted bien para poder quedar y ayudarme con algunos detalles.

Gracias."

Jimin sonrió, y era normal, el cambio de actitud del joven rallaba lo absurdo. ¿Qué le costaba ser así de educado desde el primer momento? Suspiró. Eso también podría aplicárselo él, Jimin no actuó de la mejor manera tampoco. Pero claro, como negarse a la oportunidad de dejar a un alfa con el rabo entre las piernas. Tembloroso y con ojos llorosos de terror, le encantaba.

Puede que fuera un poco sádico, sólo un poco.

"Buenos días Jungkook shi, pasado mañana, miércoles, tengo una 

reunión importante en relación con una nueva expansión. 

Acompáñame."

A unos kilómetros de distancia, en una acogedora casa familiar, se encontraba un joven estudiante que se acababa de atragantar con su batido de plátanos.

-¡Mierda!- Gritó desde su cuarto.

- ¡¡Esa boca Jeon Jungkook!!- Gritó su madre, asustándole más de lo que ya estaba

-Perdón.-

Sus ojos clavados en aquel dispositivo móvil. Él pensaba en una reunión de media hora, solo ellos dos, mientras Park le daba algunas indicaciones y ya esta. Pero no, ahora tendrá que asistir a lo que seguramente será la reunión más importante de su vida.

Empezaba a hiperventilar.

No estaba listo para ésto. Joder, ni siquiera había acabado sus estudios, y encima estaría con el jodido Park Jimin, temblaba sólo de pensarlo. ¿Qué pasará si mete la pata? Haría sushi con él y se lo daría como merienda a ese grupo de empresarios.

Empezó a dar vueltas en su habitación. Insultando al aire , en voz baja. Hasta que una pieza de construcción se cruzó con su pie.

-¡Mierda!- Gritó-

-JEON JUNGKOOK.- 

-¡¡Perdón mamá!!- Respondió en el suelo, sobando la parte afectada, dolía como mil infiernos.

<<Vamos Kook, eres un maldito alfa, estarás rodeado de alfas, todo irá bien. Eres un maldito alfa. ¡Cálmate joder!>> Se repetía mentalmente, intentando calmarse.

(...)

Jeon se ajustaba su negra corbata por décima vez. Esperando fuera del edificio de Jimin, con su pelo perfectamente peinado y las manos inquietas por los nervios.

Las puertas fueron abiertas  y saliendo a la calle se vio a un Jimin de mirada afilada y labios prietos, mandíbula tensa y respiración lenta.

Su pelo ondeando al viento y su vista directa al menor. Jungkook enseguida se enderezó al sentir la presencia de Jimin, quedándose de piedra al verlo, con ese traje ceñido y sus ojos claro gatunos. 

Jeon se quedó sin palabras y por cinco segundos olvidó todos sus nervios.

-Vamos.- Dio la orden el mayor, señalando con la punta de su nariz el coche negro que lo esperaban aparcado en la acera.

Jungkook asintió, metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta para luego seguir a Jimin.

-No estés nervioso, confía en tí. Eres un alfa.- Susurra Jimin al entrar al vehículo.

Jungkook, sorprendido, solo pudo asentir, sin saber como tomarse esa pequeña ayuda.