KAPPA. <♤Kookmin♤>

Capítulo 6

No sería mucho decir que el aire fresco que entraba por la ventana era un verdadero alivio para jungkook y sus partes más sensibles.
Sus ojos cerrados y sus labios entreabiertos, intentando concentrarse en el exterior, se encontraban atentamente admirados por el mayor.

Las rodillas de Jimin seguían temblando ligeramente, casi de forma imperceptible. El pelinegro no quería perder el control, no ahora. Llevaba todo un récord  y no pensaba perderlo. Tampoco pensaba en asustar al menor, aunque no quería admitirlo.

- Eso es imposible. Yo te huelo. - Respondió más calmado Jungkook.

A Jimin le costó ciertos segundos darse cuenta de lo que hablaba, se había perdido en sus pensamientos.

-Serán imaginaciones tuyas. - El menor negó. Seguía apoyado en la ventana, mirando el horizonte, la ciudad alzada ante su hermosa nariz. -Puede que hayas olido al omega que vivía conmigo, se mudó pero su ol... -

- Conozco el olor de Taehyung muy bien y este no es. - El torso de Jungkook se giro ligeramente hacia el mayor y sus ojos se clavaban en el alma de este, pareció algo molesto y era normal, no le gustaba que lo tomaran por tonto.

Era un alfa listo.

-Puede que sea joven señor Park pero no tonto. - Se enderezó hacia el nombrado. - Pero estoy seguro de mi olfato. - Sus pasos se hacían presentes hacia el pobre jimin que se le dificultaba cada vez más su autocontrol. - Y está claro que su olor me vuelve loco. - A menos de cinco centímetros del cuerpo de Jimin, su voz se volvía pesada y grave. - Y se que no solo me pasa a mí.- Y ya no existía la distancia entre ellos.

El cuerpo de Jimin pegado al de Jungkook, sus pechos unidos y sus latidos frenéticos se complementaban uno al otro, sus frentes calientes pegadas y sus alientos mezclados pero sin unirse en uno solo.

Y entonces a Jimin sólo lo invadió un pensamiento, dejando atrás el terror.

<<Jeon Jungkook, alfa>>

Y aunque a Park le encantará ese sentimiento tan embriagador y nuevo, la realidad le azotaba las sienes tan fuerte que sólo pudo quejarse.
Con sus temblorosas manos empujó al menor para que se alejara, y así pasó. Algo desanimado, Jungkook hizo caso y se alejó de aquel cuerpo delgado y delicioso.

-Debes ser todo un playboy en tu universidad, eh. - Intento comentar, sarcástico, como debería ser Park Jimin.

Pero no tuvo la respuesta que deseaba, sino todo lo contrario.

Jungkook tenía algo claro.

Jeon Jungkook se follará a Park Jimin.

Con una sonrisa d emedio lado y sus manos en los bolsillos,  LE respondió.

- No, pero lo seré contigo señor Park. - Suspiro, esa voz grave volvía loco a Jimin. -  Su olor es demasiado para mí. Pero con respeto ante todo.

Y ahí volvia la paradoja de la historia, pues Jimin no poseía ningún olor. Al menos no propio.

-Ya te dije niño insolente, yo no tengo olor. Dejame tranquilo con el tema. - Dijo ya cansado del tema.  - Vamos a mi despacho, quiero oír de que se trata esta mierda de trabajo.

Jungkook solo asintió con una sonrisa en su rostro.

Ir al despacho del mayor no le producía otra cosa que excitación.
Sus ojos clavados en el suave contoneo de su trasero , esas cinturas que se giraban elegantemente a cada paso... Solo hacia que su polla creciera lentamente.

Lo que Park no sentía era que desperdigaba ese extraño e inexistente aroma a cada paso que daba, pues el también estaba excitado. Se estaban volviendo locos.

(...)

Los dos se encontraban sentados en el enorme despacho de Park. Uno más avergonzado que otro.

Jungkook, sentado en el sillón que se sitúa en frente del largo escritorio, siendo atentamente observado por jimin , no tuvo pudor alguno en separar sus amplias piernas y dejar a la vista el amplio bulto que tenía.

En ese preciso momento a Jimin se le hacia muy, pero que muy difícil controlar sus impulsos.

Su lince iba a salir y eso no era bueno.

-Te estoy pidiendo por favor, explicame de que se trata ese maldito proyecto universitario. - Dijo exasperado, era la quinta vez que le preguntaba, recibiendo por respuesta una mirada intensa de pupilas dilatadas. Se le complicaba eso de controlar a su animal. Se le complicaba muchísimo.
Y es que, por muy impulsivo que Jimin fuera con sus emociones a lo largo de su vida,  nunca experimentó tantas a lo largo de un sólo día. Ese detalle lo acojonaba.

El pelinegro fue mandado demasiado tarde a una escuela normal, gran parte de su infancia se la pasó en aislamiento con su padre y por mucho que LE haya gustado ese bosque se dio cuenta enseguida de todas las experiencias que había perdido como niño, al igual que la simple enseñanza de socializar con otro ser humano.

Park jimin no fue enseñado para hacer amigos, sino para ocultarse de los demás.

Park Jimin nunca tuvo que lidiar con un niñato necesitado.

- Perdón señor, es que usted me está volviendo loco. - Replicó Jeon, sin dejar esa sonrisilla de lado. - ¿No le gustaría ser un buen omega y venir a pasarlo bien?-

Y en ese momento la paciencia de Jimin desapareció, como el azúcar en el cafe. Se fue.

El rastro de excitación que tenía desapareció, y un ligero tic se hizo presente en su labio.

Él. No. Era. Ningún. Puto. Omega.

Ahora era el mismo Park quien sonreía.
Iba a hacer que ese niñato insolente se cagara del susto.

.. A pasos lentos y elegantes, casi gatunos, fue rodeado aquel escritorio hasta llegar frente al menor. Es pesando el aire de aquella enorme sala a propósito, atosigando al alfa que estaba esperando ansioso y triunfante las nalgas del mayor,  se acaba sentando en el escritorio, viendo a Jungkook desde arriba.

El aire se hacia pesado y el joven no sabía por qué.

- así que te gustan los omegas sumisos, ¿eh? - pregunta de forma calmada.

Esa voz ponía los pelos de punta a Jungkook.

-S.. Si- responde, con su frente sudada, su corazón agitado y la falta de aire más presente que en el momento anterior, donde la excitación se hizo presente.

Y en ese momento Jungkook se puso alerta, Jungkook reconoció el sentimiento que de forma torpe había malinterpretado. Jungkook tenía terror.

Se dio cuenta cómo el olor tan delicioso de Jimin se había convertido en uno asqueroso, semejante a la muerte. Incluso juraba oír los árboles movidos por el viento en una tormenta.

Jungkook estaba entrando en pánico.

Y casi se desmaya al mirar los ojos de Park

El alfa había sido vencido.