Hacía frío y la nieve afuera aún no se derretía, Gulf miró por la gran ventana del departamento y vio cómo los copos de nieve que se encontraban en el suelo eran recogidos por el viento y giraban en el aire. Sostenía una bolsa de agua caliente en los brazos y se acurrucaba en la silla de mimbre. Luego intercambio mensajes cortos con su doctor.
"Dejaste tus medicinas en mi auto. ¿Cuando termine mi turno debería llevarlas a tu casa?"
Sonrió y le envió un mensaje de texto:
"No, no es necesario. Mañana iré personalmente a recogerlas."
No pasó mucho tiempo antes de que Bright respondiera:
"Ayer te llamé varias veces, pero no respondiste. ¿Ahora es un buen momento para llamar?"
Una sonrisa irónica se extendió por el rostro de Gulf y pensó por un momento antes de contestar.
"Nos veremos mañana. Lo que quiera decirme lo hablaremos en ese momento."
Después de enviar aquel mensaje al doctor, esperó por un rato pero no recibió ninguno. Entonces decidió ver las noticias hasta que se sintió cansado y se quedó dormido en la cómoda silla.
Más tarde, lo despertó la sensación de estar asfixiado. Abrió los ojos, todavía medio dormido, y vio a Mew pellizcándole la nariz. El pelinegro sacudió la mano del mayor y mostró una linda expresión de puchero en su rostro, mientras una especie de inocencia infantil brillaba en sus ojos cansados.
Gulf con una manera encantadora y mezquina derritió el corazón de Mew, este acarició el suave cabello de su esposo y de repente se dio cuenta que no había visto a Gulf actuar como un niño cariñoso frente a él durante tres o cuatro años. El ojicafé fue su primer amor, y si, tal vez Mew se había cansado de él, pero nunca permitiría que se aleje de su lado.
- Gulf sonrió provocando que pequeñas arrugitas se formaran en el comienzo de sus ojos, murmurando con una voz suave y dulce - "Amor".
Después de permanecer viajando por cuestión de trabajo durante tantos años, Mew había cambiado por completo su acento local por el acento americano. Pero Gulf seguía teniendo aquel acento de su ciudad natal, Doncaster, que era mundialmente famoso por sus hermosos paisajes y clima marítimo. Su esposo era tan terco que no renunciaba a las cosas fácilmente, ya fuera su acento o su amor por el castaño.
Mew estuvo aturdido por un tiempo. Cuando regresó a la tierra, Gulf se había vuelto a dormir, suspiró y lo cubrió con una manta. Luego regresó al estudio escuchando el tono de llamada de su celular. Lo recogió pero cuando vio el reflejo de su pantalla, se molestó al ver muchas llamadas perdidas, todas provenientes de Arm.
Mew había engañado a Gulf durante varios años. Al principio, tenía aventuras con otras personas solo por diversión. En verdad, era un hombre rico, soltero y apuesto, por lo que muchos hombres y mujeres quedaron encantados con él e incluso lo persiguieron por su propia iniciativa. A medida que pasaba el tiempo, de forma gradual comenzó a revolcarse libremente con sus amantes. Gulf era un buen cónyuge, pero era demasiado tímido para complacer el gusto de Mew en términos de sexo. Él siempre se sintió insatisfecho, pero no le gustaba la idea de tratar a Gulf como una herramienta para ventilar su voraz lujuria. Así que siempre, de forma violenta, se desahogaba con sus amantes, que estaban dispuestos a soportarlo.
Las primeras veces se sintió culpable por tener una aventura con su amante. Cuando llegó a casa, hizo todo lo posible para complacer al pelinegro y deshacerse de la culpa, ocultando su pánico. Pero con el paso del tiempo, la culpa y el pánico desaparecieron por completo y se acostumbró a cometer adulterio con los demás. Al principio, ponía excusas para poder encontrarse con ellos. Incluso pensó que Gulf se enteraría de sus infidelidades y se pelaría con él, para entonces Mew tenía planeado hacer una ruptura limpia con sus amantes y volverse bueno cumpliendo cada capricho de su esposo para así evitar separarse de él. Sin embargo, Gulf nunca mostró interés en sus cometidos y se hizo de la vista gorda ante sus errores, lo que decepcionó un poco al castaño. Así que salió más a menudo y le dio por completo la espalda.
Ahora Mew se estaba sintiendo culpable de nuevo. Su intuición le dijo que algo andaba mal. Él había notado la fuerte determinación de Gulf el día en el que le pidió que se dieran un tiempo, lo que lo molesto muchísimo. Sin embargo, el pelinegro no había mostrado ninguna intención de irse. Todo eso lo confundió demasiado.
A Gulf no le gustaba que los extraños entraran a su casa, por lo que siempre hacía las tareas domésticas solo. Esa mañana se sintió demasiado enfermo para lavar las sábanas y la ropa, de modo que decidió dejarlas en un cesto.
Mew entró en pánico cuando vio las manchas de sangre en él, sabía que Gulf tenía miedo al dolor no porque no fuera lo suficientemente fuerte mentalmente sino por su constitución especial. Era muy sensible al dolor e incluso una pequeña herida podría dejar una cicatriz en su cuerpo. El mayor recordó claramente la primera vez que hizo el amor con el pelinegro. El chico de ojos cafés brillantes yacía debajo de él, temblando ligeramente del dolor. Parecía asustado pero no se negó ni se resistió. El solo gimió con una voz dulce "Amor, se amable conmigo de ahora en adelante".
Mew sintió un dolor agudo en el corazón cuando recordó aquella promesa.
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Los Diez Años En Los Que Más Te Ame (adaptación al Mewgulf)
Teen FictionADAPTACIÓN AL MEWGULF. Si son demasiado sensibles no leer. ¿Hasta donde podrá llegar Mew con sus malos tratos hacía Gulf.? ¿Gulf se irá del lado de Mew en algún momento.? Contenido: - violencia física y emocional. - enfermedad terminal. - violación...