siempre fuiste tu [SupeReing]

acapitulo 15

Sam

Estaba entrando a casa cuando soy recibida con un fuerte abrazo, el siempre sabía cómo sacarme una sonrisa.

- por fin llegas mami, no sabes lo que te extrañe - dice dándome muchos besos.

- yo te extrañe más mi amor, dime, ¿cómo te portaste?, no le diste mucha lata a tu tía, ¿verdad?- tenía esos ojos picarones que tanto amaba de Kara, ver a mi hijo era como verla a ella, eso a la vez dolía porque sabía que jamás volvería a verla.

- oh, claro que dio lata, tu hijo es un torbellino no para, aún no se dónde saca tanta energía - dice mi hermana saludándome.

- gracias por cuidarlo, no se que hubiera hecho sin ti - pongo mis cosas en la mesa.

- un desastre seguro - dice con burla a lo que giro los ojos.

- ve a lavarte las manos cariño, para comer - mi hijo asintió, Ruby se me queda viendo últimamente lo hace no sé porque, pero hoy le diré que se trae.

- bien, dime qué es lo que quieres decirme y no digas que nada te conozco y se que llevas días queriendo decirme algo - veo como suspira.

- odio que me conoscas tan bien - se sienta a mi lado.

- soy tu hermana - sonríe

- bueno, pues directo al grano, ¿cuando le dirás a Liam que Lex no es su verdadero padre? - me tenso ese tema no quería hablarlo.

- no quiero hablar de eso - digo asegurándome de que mi hijo aún no venga.

- Sam, debes decirle la verdad, el merce saber quién es su otra madre, nunca estuve de acuerdo en que le ocultarlas a Kara de el, ¿sabes lo que pasará cuando se entere? - estaba molestándome está charla.

- es mi desición si le digo o no a Liam, no es asunto tuyo Ruby, que caso tiene decirle a mi hijo que Lex no es su padre, si  a su verdadera madre jamás la conocerá - la miró fijamente.

- eso no lo sabes Sam ¿que si un día ella aparece? dios... es obvio que se dará cuenta que es su hijo, es su mismo retrato - me paro para empezar a servir la comida.

- basta, no quiero hablar más del tema - me mira desafiante sabía que no se detendría.

- dime qué ya no la amas y dejaré el tema - la miró irritada - vez ni siquiera puedes negarlo, aún la sigues amando, nunca entendí porque tuviste que sacrificar tu felicidad por nosotros.