Ojos Grises. Draco Malfoy y ___ (Editando 2020)

Capítulo 25. La Batalla. (7 AÑO)

Capítulo 25. La batalla.

____ P.O.V 

Hasta donde sabía, Harry estaba buscando horrocruxes con Ron y Hermione vete tú a saber dónde. Yo ya había vuelto de Beauxbatons y ahora estaba en Hogwarts, no aguanté mucho en aquel colegio, no era muy bienvenida, que digamos. Todas las chicas eran demasiado repipis y estúpidas. Por no hablar de Marlène.

Casi hace que Draco y yo rompiéramos.

Un día, durante un fin de semana en el colegio, Draco vino a visitarme, preparó una cena romántica en la casa, y Marlène se presentó allí con toda su cara y se sentó en MI sitio con MI novio.

Draco le pidió que se fuera enseguida, y me recibió con un abrazo.

En Hogwarts...todo era un lío. Los Carrow se habían hecho con el poder e imponían los castigos físicos a los alumnos. La asignatura de "Estudios muggles" había sido replanteada. Ahora Alecto Carrow era la profesora de esa asignatura, y no enseñaba nada más que mentiras sobre ellos.

No se daba DCAO, sino Artes Oscuras a secas.

Nada era igual.

Muchos alumnos estaban refugiados en la Sala de Los Menesteres, donde habían creado una especie de enorme sala común que acogía a las cuatro casas. El estandarte de Slytherin no había aparecido hasta que llegué yo, y, posteriormente, Nicholas Evans. Yo era la única que se atrevía a salir, y llevaba provisiones y otras cosas a los chicos de dentro, ya que al ser la hija del director, los Carrow no se atrevían a tocarme. Eso, y porque Draco también estaba en el castillo, y la última vez que Amycus se atrevió a lanzarme un crucio, acabó en la enfermería con varios moretones e inconsciente. No quiero saber lo que Draco le hizo.

Estaba jugando con Ginny, Luna y una chica de Hufflepuff a las naipes explosivas, cuando de repente, Neville apareció por el pasadizo que llevaba a Cabeza de Cerdo, que, cada día aparecía en un sitio distinto.

—¡MIRAD QUIÉN ES! ¿NO OS LO HABÍA DICHO?—. Exclamó Neville emergiendo de las sombras, levantamos la cabeza y cuando Nev se hizo a un lado, un montón de murmullos empezaron a llenar la sala.

—¡HARRY!—. Exclamé, saltando y corriendo a los brazos de mi hermano, abrazándolo fuertemente—. Harry James Potter, eres un imbécil, estúpido idiota descerebrado. ¡Me tenías preocupadísima!—. Dije ahora cogiendo el bolso de Hermione y dándole con él en el hombro— ¿Por qué no me enviaste una lechuza, un patronus? ¿Eh? ¡Soy tu hermana, idiota!—. Lo volví a abrazar de nuevo, mientras sentía cómo se reía.

—No podía exponerme, _____....no sabes las cosas que han pasado...por cierto...¿Dónde estamos?

—¡En la sala de los menesteres!—. Exclamó Neville sonriendo, y dejé de oírle cómo le explicaba todo a mi hermano, porque me acerqué para abrazar a Ron y a Hermione.

—¡Y vosotros sois también unos imbéciles! Ah, por cierto, ten Herms—. Dije entregándole el bolso con una sonrisa. Ella sonrió de vuelta y me devolvió el abrazo.

Vi cómo Ginny se acercaba y corría hacia mi hermano para abrazarlo. Ron, a mi lado, gruñó.

—Yo soy su hermano. No me ha visto en mucho tiempo y a mi no me abraza...

—Bueno...pero hermanos tiene seis, Harry sólo hay uno—. Le dije guiñándole un ojo, a lo que bufó de nuevo y se cruzó de brazos. Hermione y yo nos reímos de él.

—Hay algo que debemos encontrar—. Dijo Harry interrumpiendo los murmullos de todos—. Algo...algo que nos ayudará a acabar con ya-sabéis-quién. Pertenece a Ravenclaw, y es algo pequeño...