Ojos Grises. Draco Malfoy y ___ (Editando 2020)

Capítulo 11. Mansión Malfoy. (VERANO).

        Capítulo 11. Mansión Malfoy.  (VERANO)

Eran tan sólo las seis y media de la tarde, pero ya me estaba arreglando, por que claro, tenía que hacerlo a la forma muggle porque aún no era mayor de edad. Con dificultad me ajusté el cierre del vestido y metí lo necesario en un bolsito de mano a juego con mis zapatos.

En el bolsito llevaba todo lo necesario: Mi varita, el labial y pañuelos de papel. No se porque pero tenía la ligera sospecha de que iba a usarlos. Bajé, me despedí de mi padre que me advirtió con el típico repertorio paternofilial. Que si no beba nada de lo que me ofrezcan "Oh, sí, papá, si alguien de todos los magos y mortífagos de allí quiere matarme me echará algo en la bebida, esperará a que me muera y no recurrirá a un simple Avada Kedavra, claro que sí"

Vale. Tenía que admitir que estaba nerviosa. Una fiesta rodeada de mortífagos no me hacía mucha gracia. Pero lo hacía por Draco.

Llegué a la mansión Malfoy y casi me da un patatús.

Aquello parecía el castillo de Cenicienta. Había un enorme jardín con pavos reales y preciosos rosales y árboles bien posados. Muy majestuoso todo.

En la verja había un par de elfos domésticos que sonrieron al verme.

-¡Señoríta Snape! Un gusto verla por aquí-. Dijo haciendo una gran reverencia hasta el punto de que su nariz tocó el suelo.

Pasé a dentro y ya había mucha gente sobretodo mayores. En una esquina distinguí la alta y estilizada figura de la señora Malfoy. Me dirigí hacia ella y sonrió cuando me vio.

-¡______! Qué alegría que hayas venido-. Dijo dándome un beso. Luego su expresión se tornó sería-. Los amigos de Draco están por ahí-. Suspiró-. Él...está...en su cuarto. No quiere hablar con nadie. Creo que tú eres la única que...

-Muy bien, señora Malfoy.

-La segunda puerta a la izquierda.

Subí laS escaleras y encontré la habitación de Draco no por las indicaciones de la señora Malfoy, sino porque oía los gemidos de alguien que estaba llorando, con angustia. Llamé a la puerta.

-¡Por última vez, madre, no voy a bajar!-. Dijo con la voz quebrada. Sentí algo en el.estómago, lástima. Por suerte la puerta estaba abierta y Draco estaba apoyado en un lado de la cama, con los brazos apoyados en laS rodillas y la cara enterrada en las manos, sollozando. Me senté a su lado y le abracé.

Cualquiera diría "Wow. Draco Malfoy llorando" pero yo no. Todo el mundo tiene derecho a llorar.

-¿______?-. Dijo con un hipido-. ¿Qué haces aquí? Vete, no quiero que me veas...

-Shh-. Le dije acariciando su espalda-. No me importa que estes así, incluso me gustas más.

Él me miró y me asustó un poco. Estaba más pálido de lo normal, con los ojos enrojecidos y la caRa pegajosa de llorar. Pero sonrió arqueando una ceja.

-Mi padre está en Azkaban-. Dijo en un susurro casi inaudible.

-Lo siento. Pero bueno...hablemos de...¿Como te han ido los TIMOS?

Él jaló por la nariz.

-Todo excelente-. Dijo arrogante. Yo me reí.

-Ya, claro-. Dije tendiendole un pañuelo. Sabía que los iba a necesitar-. No, enserio.

-Vale. Cinco Excelentes, Tres Supera las Expectativas y una Aceptable.

-Vaya vaya. El príncipe de Slytherin es un estudioso-. El se rió, me cogió por la cintura y me besó.