Red lips, pale face

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Sentado en posición india, Taehyung se encontraba ensimismado escuchando a Sammy Davis Jr. interpretar "I Gotta Woman". Sus dedos se movían rítmicamente sobre sus rodillas y una pequeña sonrisa apareció en su rostro al no poder evitar comenzar a mover sus hombros. Pero cuando la puerta de entrada se abrió, sintió que una fuerza invisible lo detenía de súbito. Miró sobre su hombro cómo su padre pasaba de la sala a la cocina sin percatarse de su presencia.

Volvió su rostro al radio, que seguía sonando, pero observaba de soslayo cada movimiento del viejo. La canción terminó y comenzó otra de un artista que no conocía, y Seung se acercó a grandes zancadas; iba a apagar el radio o tal vez estrellarlo contra la pared. Pero en su lugar, se acuclilló al lado del joven y le dedicó una pequeña sonrisa; Taehyung le tenía más miedo a su padre cuando sonreía. El hombre le extendió lo que tenía en la mano: un libro.

–Feliz cumpleaños, hijo. –dijo acentuando cada palabra, halando el lóbulo de su oreja y levantándose para dirigirse nuevamente a la cocina.

El moreno dejó escapar el aire que tenía contenido en sus pulmones y su mirada asombrada se quedó clavada en el regalo. ¿Debería haberle dicho "Gracias"? ¿Gracias, papá? La edición de "El Guardián Entre El Centeno" se sentía ligera entre sus manos mientras él intentaba recordar cuándo había sido la última vez que había llamado "papá" a Kim Seung, y una pequeña sonrisa se escapó de sus labios. 


[...]

El libro yacía sobre su rostro y su pierna sobresalía de la cama cuando abrió los ojos. Oía voces, muchas, flotando como murmullos a su alrededor. Al levantarse y abrir la puerta, se topó con al menos cinco personas, casi todas manteniendo una animada charla con su padre en un perfecto coreano.

Seung levantó la mirada, percibiendo la presencia de su hijo, y levantó un brazo para indicarle que se acercara. Sus mejillas, adornadas por un sonrojo, sostenían una sonrisa más cálida de lo habitual, y su voz resonaba ligeramente ronca. Taehyung dirigió sus ojos al reloj de pared: eran las once de la mañana y su padre ya estaba ebrio.

La estridente voz de su padre se elevó en un coreano al que le logró entender más palabras de las que pensó, lo cual era un logro. Pese a eso, creía que había entendido mal, porque su padre le había llamado algo como "el más querido de la casa".

El moreno caminó con lentitud hacia la pareja sentada en el sofá e inclinó un poco la cabeza. La mujer sonrió tiernamente–. Kim Taehyung, te ves tan grande y atractivo. Me imagino que millones de chicas están a tus pies.

Taehyung presionó sus labios intentando esconder una sonrisa y se dispuso a saludar a la joven sentada junto al señor Jeon, el cual la presentó como su hija "Sun Hee". Finalmente, su mirada cayó en el último miembro de la familia.

Su cabello estaba atado en una coleta desgreñada, con algunos mechones cayendo alrededor de su cara. Taehyung no estaba muy seguro de qué había dicho el chico cuando se lo presentaron, pero sintió una persistente necesidad de pasar las manos por su cabello. Su propio cabello nunca había bajado más de sus orejas, y nunca había visto un cabello tan largo en un hombre. Se preguntaba cómo se sentiría tocarlo.

Este hogar que tienen es hermoso, muy espacioso. Parece una mansión.

Las palabras de la señora le hicieron desviar la mirada, y su padre le dio un pequeño jalón para que se sentara a su lado–. Bueno, en comparación con las latas de atún que hay en Corea, cualquier lugar es una mansión. –habló su padre, haciendo reír a Jeon Dae-hyun.

Entonces, Kim Taehyung, ¿en qué curso vas?

El moreno obligó a sus ojos a apartarse del chico, con su mente algo nublada, y miró al señor Jeon y luego a su padre, quien respondió–. Él no está estudiando.

When I Look At You ; 𝗞𝗧𝗛 + 𝗝𝗝𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora