Capítulo 27: Ella es mía

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Ubicación: Musutafu, academia de héroes UA

Tiempo: actualidad



8 personas de tercer año levantaron la mano, muchos voltearon a verse, estaban asombrados, pero era claro los sentimientos divididos.

— ¡Tokage, Pony!, ¿Por qué?

— Lo sentimos Ibara, hemos hablado desde hace un tiempo con Midnight sensei, la verdad es que queremos convertirnos en maestras.

— Suena interesante dar clases —. Exclamó la chica con cuernos.

— No queríamos, pero sinceramente este infierno no va con nosotras —. Señaló la peliverde.

— Tetsu... Ojirou, ¿Por qué ustedes?

— Lo siento Kendo, la verdad es que me he querido dedicar a las artes marciales, por lo que pensé en viajar por el mundo para aprender más estilos y crear mi propia forma.

— Bro —. Dijo Kirishima llorando mientras veía al peli plata —. ¿Por qué?

— Debes ser fuerte bro, se un héroe por los dos, yo estaré contigo en tu corazón.

— Bro —. Exclamaron dándose un varonil abrazo no homo.

— Tetsu... dijo la peli naranja tomando del uniforme al chico.

— Lo siento presidenta, quiero ser fuerte, lo suficiente para proteger a la gente, aunque no lo pueda hacer como un héroe... seré un escudo para la sociedad.

— Pero...

— No te preocupes por mí, viajare con Ojirou bro, estoy seguro que lo que necesito no está aquí en la UA... por eso debo buscarlo.

— Yo... —. La chica comenzó a llorar, pero fue abrazada por el metapod de hierro.

— Sigue siendo fuerte, no es que nunca nos volvamos a vernos, conviértete en la mejor heroína, gracias por ser mi primera amiga —. Kendo se quebró, pero en un abrazo entre sus amigos de clase se desahogó.

— Te vamos a extrañar amigo.

— Yo también Tokoyami, Shoji, chicos... y sobre todo Izuku.

— Somos amigos Mashirao —. Dijo el guardián dándole la mano.

— ¿y ustedes chicas? —. Dijo Momo algo triste viendo a una compañera con peinado de hongo y la otra parecía un fantasma.

— Bueno Yaoyorozu, desde lo que paso en I Island sinceramente lo pensamos y creemos que lo mejor es desistir.

— Crearemos una cafetería, puede que sea muy distinto a lo pensábamos, pero sinceramente esta locura es demasiado para nosotras —. Explicó Reiko.

Las despedidas continuaron, los amigos del pecoso se pusieron sentimentales, intercambiaban palabras de ánimo, muestras de afecto y prometían estar en contacto.

Los últimos dos que desistieron fueron Manga y Bondo, aunque nadie le dio importancia. Con sus datos anotados se les pidió retirarse, era tan temprano que el sol todavía no salía, por lo que la noche los seguía cubriendo.

Estaban por salir, aunque vieron que el pecoso cambió a su estado normal, asombrando a todos.

— ¿Qué haces Izu kun?

— Momo, Shoto, Eijirou... hagámoslo.

— ¿hablas de...? —. Preguntó el bicolor.

— Si, supongo que deberíamos cambiarles algunas cosas, pero el sentimiento es el mismo.

La Hipocresía de la sociedad heroica-CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora