El Carrusel (Terminada)

V

Lunes 4 de julio, 2005

- Recuérdame porque tuve que traerte a tu cita.

- Porque cuando mamá pregunta que es son los ruidos que se oyen por las noches cuando se queda Frank, yo siempre digo que es un gato callejero que a veces viene porque lo alimento.

- Mamá sabe que soy alérgico. No entiendo como lo haces...

- Es solo que soy un estupendo hermano al cubrirte.

Gee no dijo nada, pero yo sé que está de acuerdo. - ¿Me avisarás cuando venir por ti?

- No, tomaré un taxi o algo.

- De acuerdo, te veo en casa entonces. Suerte Mikes. — Sonrío y salgo del auto. Él espera a que cruce la acera, pero apenas llego al otro extremo del cruce; le escucho gritarme desde el auto. — ¡Hey Mikey, recuerda usar protección!

Mi única respuesta fue mostrarle el dedo medio y seguir caminando sin girarme. No iba a darle la satisfacción de ver que había logrado que me sonrojara. Llegué a la fila del carrusel, pero definitivamente ninguno de ellos era Pete. Abro mi celular para verificar la hora en el mensaje que me había enviado anoche. "10:30 am. Ya sabes dónde. -P" El reloj cambia y marca "10:28" así que no debería pasarme por la cabeza el pensar que me dejó plantado. Sin embargo, lo hace. Después de lo que vi ayer, es obvio que no le hacen falta opciones para pasar el verano. Mi mente sigue en ello hasta que alguien golpea ligeramente mi hombro. ¿En qué momento llegó más gente?

- ¿Pensando en mí?

Me giro para encontrarme a un sonriente Pete bajo una gorra y unos fosforescentes lentes de sol. Le sonrío de vuelta antes de volver a girarme al notar que avanza la fila.

- No tienes tanta suerte Wentz. Pero pareces llegar justo a tiempo para subir juntos a esta cosa. —Toma mi mano y se adelanta a mi paso para sentarnos juntos en el lugar que ha ocupado durante el último mes. Definitivamente es un lugar para una sola persona así que estamos realmente apretados entre nosotros. — ¿Bueno, me dirás que es lo espectacular en esta cosa?

El carrusel comienza a girar, con su insoportable melodía y él se retira los lentes sin antes ver un par de veces tras sus hombros. No había notado lo frecuente que es que haga eso.

- Es algo cursi... Por no decir descabellado.

- Solo di que tienes algo por los caballos. No te juzgaré.

Él golpea ligeramente mi brazo y se ríe. -Idiota. Ni siquiera estamos sobre un caballo para que justifiques decir eso... Bueno, es solo que me hace sentir tranquilo. De alguna manera me reconforta el movimiento del juego. ¿Sabes eso que todo el mundo dice que la vida es una montaña rusa; con altas y bajas? Bueno, no creo que sea así; sino más bien como un carrusel. Lo que haces solo es una consecuencia de otra cosa y solo creas ciclos y patrones sin fin. Así que solo giras y giras. Y el carrusel no se detiene... Hasta que tú bajas de él. Pero vuelves al día siguiente y creas otro ciclo sin fin. ¿Tiene eso algún sentido?

Lo miro un par de segundos. -De hecho, creo que lo tiene. — No parece convencido porque me mira levantando una ceja cuestionando mi respuesta. — No me mires así. Realmente creo que es una buena razón. Aunque aún creo que es el juego de feria más estúpido.

- ¡Oye! Para empezar, no tiene ningún sentido que haya una feria en la costa...

Sonrío al escuchar su último comentario, pero no respondo más. El juego se detiene después de un par de minutos y por primera vez en el día me siento molesto de ya no tener una excusa para estar tan cerca de él.