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A la mañana siguiente el primero en despertar fue Albus. Y creyó que no había mejor despertar que tener aún entre sus brazos al rubio, con sus largas pestañas rozando sus pómulos, con el rostro relajado y una suave sonrisa curvando sus labios. Albus se quedó quieto, incluso con miedo de respirar muy fuerte y alterar el sueño del otro. Tenía sus brazos apoyados en su espalda, y la suave forma en la que esta se movía con cada respirar. Quería separar una mano de su columna para correr esos cabellos que caían por su frente y tener una mejor perspectiva de él. Pero antes de solo moverse Scorpius se revolvió un poco, elevando su rostro quedando muy cerca de Albus, sus brazos que antes estuvieron fuertemente aferrados a la cintura del azabache, pasaron a refregar sus ojos adaptándose a la luz. Potter miraba como pasaba esto y sentía que desfallecía. Cuando se adaptó a la luz, miró a su amigo a los ojos y le sonrió.

—¿Cómo dormiste? ¿Incomode mucho?—preguntó Scorpius con la voz ronca.

—Este. . . si, dormí bien, no fuiste un estorbo, casi ni te moviste—respondió Albus algo nervioso. Se levantó de golpe dándole la espalda a su amigo que seguía en la cama mirándole—voy a pasar al baño, hoy tenemos nuestro primer día de clases así que, no podemos llegar tarde, además debemos desayunar. Quedamos de encontrarnos con Heater en la sala común para bajar juntos.

El rubio abrió la boca para decir algo, pero Albus ya había entrado al baño y cerrado la puerta. Malfoy un poco confundido por la actitud del chico se estiró, y se levantó para comenzar a alistar el uniforme.

Cuando ambos ya estaban con el uniforme puesto. Como siempre hacía Scorpius hizo el nudo de la corbata de Albus, luego me sonrió.

—Estoy seguro de que este es nuestro año. O al menos será mejor que el resto.—el azabache le devolvió la sonrisa. Tomaron sus mochilas y salieron de la habitación.

Cuando llegaron a la sala común se veían algunos alumnos saliendo de esta, otros conversando, y Heater colgando de cabeza del brazo del sillón mientras movía las piernas en el aire y leía un libro

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Cuando llegaron a la sala común se veían algunos alumnos saliendo de esta, otros conversando, y Heater colgando de cabeza del brazo del sillón mientras movía las piernas en el aire y leía un libro. Albus se acercó corriendo y la levantó del sillón bajándole la falda.

—¡Albus, para!

—No puedes estar así mostrando la tanga a todos los alumnos, Andrew—regañaba a la chica como si fuera su hermana pequeña. Esta se cruzó de brazos y guardó en su mochila el libro que tenía.

—Scorpius, defiéndeme— el miró con una sonrisa a la chica y pasó un brazo por sus hombros abrazándola.

—Lo siento, pero en esta ocasión no puedo ayudarte.

Bajaron entre pequeñas discusiones. La forma en la que los chicos trataban a Heater, era como si de su hermana pequeña y protegida se tratara. Y ella era la que los defendía cuando alguien se atrevía a molestarlos en su presencia.

—Ayer no llegó el profesor nuevo de DCLAO ¿Quién será? ¿Será joven? ¿Será guapo? ¿Será simpático? ¿O será un farsante idiota?

—No lo sé, pero lo que sí, es que ser puntual no es lo suyo— comentó Scorpius.

꧁Manos entrelazadas, Scorbus꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora