Estaban sentados solo los tres en la mesa con una taza de té entre sus manos. El rubio movía inquieto sus dedos sobre la taza, la pelinegra estaba perdida entre sus pensamientos y el azabache apenas pestañeaba. No decían nada, las palabras estaban demás. La casa olía a nostalgia, recuerdos y el salado de las lágrimas. Cada sector de la Madriguera vivía una situación diferente.
En su habitación, Harry abrazaba contra su pecho a Ginny mientras ella lloraba y golpeaba el pecho de su esposo. James dormía con Lily entre sus brazos. Teddy lloraba hecho bola en el baño, tapando su boca para no dejar escapar sus sollozos.
La familia Granger-Weasley en la misma habitación, Hermione dedicando dulces palabras, Ron con lágrimas en sus ojos también tranquilizando a sus hijos en un gran abrazo mientras en medio Rose solo temblaba y Hugo se preguntaba:"¿Entonces nunca volverá la abuela Molly?"
Fred II y Roxanne conversaban más tranquilos que el resto, pero aún con ese vacío en el pecho. George fingía que dormía y se preguntaba si su madre estaría con su gemelo. Arthur, Arthur dormía entre lágrimas aferrado a la almohada de su esposa.
En resumen, estaban destruidos. Nadie estaba bien.
Albus no lloró. En ningún momento, ni siquiera cuando cayó al piso. No pudo.
En parte porque una voz dentro de él se lo prohibía.
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Albus la abuela Molly se fue a urgencias, tuvo un accidente espéranos en la entrada del colegio ya le avisaremos a Minerva tus hermanos deberán estar ahí esperando también. No tiene muchas posibilidades de sobrevivir.
Miedo. Recorrió todo su cuerpo y provocó un escalofrío en sus extremidades, su mente se nubló y solo reaccionó a levantarse y salir corriendo lo más rápido que podía.
Cuando llegó, Teddy, James, Lily y sus primos estaban ahí, mientras otros llegaban. Lily se acercó a Albus y lo abrazó.
—Albus, estoy asustada—dijo contra su pecho. Solo era una niña. La diferencia de edad entre ellos era mínima, pero al ser la única chica entre los Potter hacía que todos la vieran más pequeña de lo que era. Albus la abrazó y acarició su cabello intentando tranquilizarla, entre sus brazos se sentía muy frágil, aunque también estaba la posibilidad de que ambos fueran frágiles.
Vieron a Hermione junto a Harry caminando apresuradamente. El grupo de jóvenes se impaciento y corriendo cortaron la distancia, comenzando a bombardearlos pregunta tras pregunta sobre el estado de la mujer.
—Tranquilos. Tranquilos. Tenemos la misma información que ustedes. Ahora nos vamos a ir a la Madriguera, esperaremos que los chicos lleguen y veremos qué tal— gritó Hermione para escucharse sobre el enredo de voces.
Apenas llegaron a la Madriguera, se fueron a encerrar a los lugares que todos ocupaban cuando iban. Albus y James le dijeron a Lily que les esperará en la habitación, cuando ella subió, fueron con Harry.
