Mire confundida el lugar en donde se suponía que estaba mi escritorio, no había nada, ni silla, ni escritorio, ni nada.
— Denisse dice el jefe que vayas a su oficina —. Mire a la peli castaña
Asentí con la cabeza, camine por el pasillo para llegar a su oficina, esperaba lo peor.
En el camino pensaba que había hecho mal para que seguro me despidieran.
Me pare frente a su enorme puerta, y con delicadeza toque tres veces.
Mis nudillos eran pequeños así que casi fue nulo el ruido que hice al tocar.
— Adelante —. Escuche su voz
Abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido, lo mire tenía la mirada perdida en unos papeles.
— Pase señorita Wiese —. Me miro
Frunci el ceño confundida, entre por completo.
— Cierre la puerta —. Ordeno
Me di la vuelta y la cerré detrás de mi, lo mire de nuevo, me observaba con cautela.
— ¿Como supo que era yo señor? —. Pregunte
— Usted siempre usa el mismo perfume olor a rosas, por eso supe que era usted —. Abrí los ojos como platos, me quede callada, no sabía que decir
— Acérquese señorita Wiese —. Dejo aún lado los papeles que antes miraba
Me acerque a pasos lentos, me quede parada frente a el escritorio.
— Tome asiento señorita Wiese —. Señalo un asiento frente a el escritorio
Asentí con la cabeza y me senté donde me ordeno.
— ¿Sabe la razón por la cuál la mande a llamar? —. Preguntó mientras cruzaba sus dedos entre sus manos
— No, señor —. Lo mire
— De ahora en adelante usted será mi secretaria particular, todo lo que tenga que ver conmigo usted se encargará de eso —. Se inclino para atrás
Pegando su espalda al respaldo de su asiento.
— ¿Por que señor? ¿Él señor Libardi ya no quiere trabajar conmigo? —. Pregunte confundida
— No, él me dio muy buenas reseñas de su trabajo señorita Wiese —. Se levantó de su asiento
— Solo que ahora quiero que usted sea mi secretaria —. Camino a los enormes ventanales que adornaban su oficina
— ¿Por que señor? —. Mordí mis labios nerviosa
— Porqué me gusta su trabajo, y por algo más —. Me miro
— ¿Algo más? —. Frunci el ceño
— Si, algo más —. Camino con lentitud a su escritorio
— Señorita Denisse quiero que hagamos un contrato de deseo —. Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría
— ¿Un contrato de deseo? —. Mi respiración se acelero
— Si, un contrato de deseo —. Afirmo
Se acercó a su escritorio y sacó un contrato.
— En este contrato vienen quince reglas muy importantes Denisse —. Me miro directamente a los ojos
Sus ojos me transmitían miedo y a la vez inseguridad.
— Quiero que lo leas con detenimiento —. Me acerco con la punta de sus dedos un contrato, lo deslizó por el escritorio, lo mire
— Una vez firmado por ti estas aceptando cada una de las reglas —. Se sentó frente a mi
— Las cuáles acataras al pie de la letra —. Hizo un ademán con las manos
Trague saliva nerviosa, mis manos temblaban en mi regazo, mis piernas estaban cruzadas con las patas de la silla.
Mi corazón latía desenfrenadamente dentro de mi.
— ¿Que sucedería si yo llegara a romper alguna? —. Pregunte temerosa
— No quisieras saber lo que te sucedería Denisse —. Aseguró
Sus palabras ocasionaron escalofríos por todo mi cuerpo.
— Esto tiene que ser un secreto entre los dos, nadie se puede enterar de lo que esta pasando entre nosotros —. Sentencio
Mire de nuevo el contrato, me incline un poco hacía adelante tomándolo con la punta de mis dedos.
Clave mi mirada en el, observe que en la parte superior derecha venía mi nombre y apellido.
Después venían en orden cronológico las reglas y al último la firma de él y donde tenía que firmar yo.
— ¿Y que gano yo si acepto esto? —. Lo mire
— Te mostraré lo que es el deseo, lo que es la excitacion. Te llevare aún mundo lleno de sensaciones —. Sonrió con picardía
Asentí con la cabeza y volví a mirar el contrato, mis ojos se abrieron de golpe al leer la primera regla.
Relamí mis labios nerviosa, no sabía si lo que estaba haciendo estaba bien o estaba mal.
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LAS REGLAS DEL DESEO (+18)
RomanceTERMINADA...✓ - En este contrato vienen quince reglas muy importantes Denisse -. Me miro directamente a los ojos Sus ojos me transmitían miedo y a la vez inseguridad. - Quiero que lo leas con detenimiento -. Me acerco con la punta de sus dedos un c...