LAS REGLAS DEL DESEO (+18)

CAPITULO 3✓

Regla uno: Sexo y nada más.

— ¿Como que sexo y nada más? —. Lo mire confundida

— Tu relación conmigo solo será de cuerpo y deseo, no de sentimientos mezclados —. Cruzo sus brazos

Regla dos: Organiza tus sentimientos.

— ¿Como que organizar mis sentimientos? —. Pregunte

— Si, Denisse tienes que comprender y aceptar que solo compartiremos una relación de sexo y nada de sentimientos encontrados —. Suspiro

Regla tres: Discreción en la relación.

Regla cuatro: No puedes exigir fidelidad, exclusividad o celar.

— En la regla cuatro dice "No puedes exigir fidelidad, exclusividad o celar" —. Leí la regla

— ¿Aparte de mi va a ver más? —. Alce las cejas interrogativa

— Si —. Afirmo sin pensarlo

Dirigí mi mirada de nuevo a las reglas.

Regla cinco: Ten en claro que no durara para siempre.

— ¿Como que no durará para siempre? —.

— Si, cuando los dos ya no queramos tener algo con el otro terminaremos el contrato, todo es temporal Denisse —. Explico

Regla seis: Sin rutinas.

— ¿Sin rutinas? —. Torcí los labios confundida

— No habrá citas, no habrá horas, no lo haremos todo en el mismo lugar, no habrá rutinas entre los dos —. Recargo sus manos en el escritorio

— ¿Entonces como nos pondremos de acuerdo? —. Relamí mis labios

— Todo se dará, no se necesita una rutina para tener sexo ¿O si? —. Pregunto

Me quede callada por un par de segundos.

— No —. Respondí

Regla siete: No buscar algo más que sexo.

— Buscar algo más que sexo ¿Cómo que? —. Cruce mis piernas

— Amor... —. Se levantó de su asiento

Regla ocho: Sin apoyo emocional.

Regla nueve: No dormir en la misma cama.

Regla diez: No te cierres a otras relaciones.

— ¿Puedo estar con alguien más? —. Lo mire

— Si, lo nuestro nada más es sexo no amor y si tú quieres tener una relación fuera de nuestro contrato esta permitido —. Hablo sin interés

Regla once: El sexo debe ser primordial.

— En la regla once dice "El sexo debe ser primordial" eso significa ¿Que puede a ver algo más? —. Parafraseó su regla

— Puede a ver juegos entre nosotros o otras cosas pero todo se va a derivar al sexo —. Camino a la pequeña mesa en donde tenía cosas de Whisky

Regla doce: No actuar como pareja en público.

Regla trece: Jamás nos diremos por nuestro nombre a la hora de tener sexo.

— ¿Por que no podemos llamarnos por nuestro nombre a la hora de tener sexo? —. Me gire un poco para observarlo

— Porqué si lo hacemos empezaremos a tenernos cariño a la hora de tener sexo —. Se giro y me miro, volví a mirar el contrato

Regla catorce: No puedes besarme a la hora de tener sexo.

— ¿Por que no puedo besarte a la hora de tener sexo? —. Me levante de mi asiento

— Porqué los besos son cariño, son amor, nos podemos besar antes de tenerlo pero jamás cuando lo estemos haciendo —. Camino lentamente hacía mi

Me tendió una copa de Whisky, no lo dude y la tome entre mis manos.

Él la bebió de golpe, yo observe el liquido en el vaso.

— Tomala, no te voy a envenenar o a drogar —. Se dio la vuelta y camino de nuevo para servirse otro trago

Acerque el vaso a mi boca, mis labios rozaron con lo frío del vidrio.

Lo tome y sentí como quemo mi garganta, casi nunca tomaba y cuando lo hacía era rara la vez.

El sabor se esparció por toda mi boca, volví a darle un sorbo hasta sentir el sabor del Whisky.

Mire de nuevo el contrato en mis manos.

Regla quince: No puedes enamorarte.

— ¿Que sucedería si alguno de los dos llegara a enamorarse? —. Pregunte temiendo escuchar su respuesta

— Si alguno de los dos llegara a enamorarse tendría que irse para dejar libre a la otra persona, borrarse de su camino, de su vida, dejar todo atrás —. Frunci el ceño

— ¿Y si los dos nos llegáramos a enamorar? —. Deje el vaso en su escritorio

— Eso nunca va a suceder Denisse, yo no soy el hombre del cuál te enamorarías —. Aclaro su garganta

— ¿Por que lo supones? —. Deje aún lado el contrato

— Porqué soy la persona más fría, calculadora y egoísta del planeta —. Sonrió

— Porqué cuando a mi se me mete algo por la cabeza no hay poder humano que pueda hacerme cambiar de opinión Denisse —. Trague saliva nerviosa

— Tengo que pensarlo —. Señale el contrato

— Tomate el día completo, mañana me darás tu respuesta —. Me dio la espalda

Mire el contrato en el escritorio, lo tome con delicadeza y lo metí en mi bolso.

Camine con lentitud a la puerta, tome la manija entre mis manos y antes de darle vuelta, me acorde de mi escritorio.

— ¿Donde esta mi escritorio? —. Pregunte sin mirarlo

— Mañana lo instalaran aquí, desde mañana trabajaras aquí conmigo —. Respondió despreocupado

No pregunte más y él no dijo más, gire la manija y salí como alma que lleva el diablo de su oficina.