CAPITULO 10✓

3.3K 187 3
                                    

Abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido, salí envuelta en una toalla del baño.

Me di cuenta de que Maximiliano ya no estaba, a lo lejos ví la ropa interior que él quería que me pusiera.

Trague saliva nerviosa, deje caer la toalla hasta verla caer a mis pies.

Camine decidida a la ropa interior, la tome con delicadeza entre mis dedos.

Su textura era tan suave, se veía tan sexy.

Mordí mis labios juguetona, la puse en mi cuerpo.

Camine al espejo, sonreí complacida al ver lo hermosa que se veía en mi cuerpo.

Camine a la cama, recostandome en ella, el aroma de la loción de Maximiliano inundo mis fosas nasales.

Cerré los ojos cayendo en un profundo sueño.

(...)

Abrí los ojos de golpe al escuchar como tocaban el timbre desesperadamente.

Mire la hora en el pequeño reloj que adornaba la mesita de noche.

Me di cuenta de que eran casi las dos de la mañana, me levante con pereza de la cama.

Salí de mi habitación con pasos desganados.

Talle mis ojos ligeramente antes de llegar a la puerta.

— ¿Quien? —. Pregunte adormilada

— Soy yo Denisse —. Escuche la voz de Maximiliano

Frunci el ceño confundida, mire por la lentilla de la puerta, me sorprendí al darme cuenta de que era él.

Abrí la puerta por completo, sonrió al verme.

— Se te ve bien —. Hablo con picardía

Señalo la ropa interior en mi cuerpo, sentí como mis mejillas ardieron de vergüenza.

— ¿Que haces aquí? —. Pregunte tomando mi abrigo tapando mi desnudes de él

— Esta es una de esas noches en las que el insomnio se disfraza de ti, e intenta seducirme —. Se acerco a pasos rápidos a mi

Cerrando la puerta con rapidez, sus labios chocaron con mi boca.

Su lengua entro a mi cavidad bucal, buscando con desesperación a la mía.

Cerré los ojos por inercia, disfrutando de aquel beso salvaje, el sabor del alcohol inundo nuestras salivas.

Mordí sus labios, dejando marcas en el, despegue mi boca de la suya, quitando con rapidez su camisa.

Besando su cuello, hasta bajar a su abdomen, reí al ver como su piel se erizo ante mi contacto.

Baje sus pantalones encontrándome con una enorme erección, bese la punta y volví a subir mi cabeza.

Besando sus labios con fuerza, sus manos acariciaban mis caderas.

Se aferraba a ellas como si fueran de su propiedad, separo su boca de la mía, besando y estimulando mi cuello.

Tomo con fuerza la parte baja de mi espalda, aferrándose a ella, tomandome con posesión.

Pego mi cuerpo a la pared, sin dejar de besar mi cuello, sus labios abandonaron mi cuello para bajar a mis pechos.

Bajo mi brasier con fuerza, metiendo mi pecho en su boca, succionándolo y mordiéndolo con fuerza.

Arqueé mi espalda de placer al sentir su nariz en mi vagina, bajo con delicadeza mi ropa interior, entre abrí los ojos

Lo mire aún debajo de mi vagina, oliendo con fuerza mi ropa interior.

Subió con lentitud su boca, dejando besos húmedos por cada parte de mi cuerpo, volvió a pegar su boca con la mía.

— Inspirame a ser completamente tuya. Y notaras como poco a poco voy cayendo en cada uno de tus deliciosos juegos —. Susurré cerca de su oído

Mordió mis labios, bajando sus dedos por mi abdomen, llegando a mi clítoris, sus dedos resbalaron con facilidad.

— Podrá engañarme un gemido, pero jamás tu humedad —. Pellizco mi clítoris

Me dio la vuelta, pegando mi rostro a la pared, tomando mis caderas entre sus manos inclinando mi espalda hacía abajo.

— ¡Ahhh! — Gemí alto al sentir su erección en mi entrada

— ¿Lo sientes? ¿Sientes lo duro que me pones? —. Jugo con mi clítoris

— ¡Ahhh! —. Gemí al sentir como entro con fuerza

Movió su pene dentro de mi, gemí al sentir como se aferraba a mis caderas.

Mis manos se aferraban a la pared, sentí como jalo mi cabello hacía atrás penetrandome con fuerza, pegando su lengua en mi cuello.

Con una de sus manos pellizco mis pezones, con una de sus manos libres viajo a mi clítoris pellizcandolo y jugando con el.

Era un mundo de sensaciones, sentir dos tipos de orgasmos, sentir como me penetraba con fuerza y como estimulaba mi clítoris.

— ¡Ahhh! —. Gemí arqueando mi espalda llegando al placer

Abrí los ojos, mirando el piso, saco su pene, tomandome de las caderas levantándome.

Lo mire, sus ojos brillaban con algo que no sabía como describir, sonreí mirando mi ropa en el suelo, la tome poniendomela.

Lo mire de nuevo, estaba arreglando su ropa.

— Nos vemos mañana —. Se acerco a besar mi frente

Parpadee un par de veces al ver como abría la puerta y se marchaba.

LAS REGLAS DEL DESEO (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora