CAPITULO 14✓

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Entre a mi departamento, dejando todas mis cosas en cualquier lugar.

Camine a pasos desganados a mi habitación, entre y me recoste en la cama sin quitarme la ropa.

Mis lágrimas salieron de nuevo de mis ojos, me sentía traicionada, ingenua, tonta.

Cerré los ojos tratando de olvidar todo lo que me estaba pasando, pero solo llegaban imágenes de Maximiliano.

Recordaba las imágenes del contrato y sentía la emoción con lo que lo había firmado.

Me di la vuelta mirando el techo, me pase las manos por mi rostro frustrada.

Las deje reposar en mis ojos, sin despegar mis dedos de mis mejillas.

Quite mis manos bruscamente de mi rostro al escuchar como tocaban con desesperación el timbre.

Mi corazón latió rápidamente al pensar que era Maximiliano.

Me levante de la cama a pasos lentos, salí de mi habitación caminando por el pasillo que conducía a la sala, mire la puerta con inseguridad.

— ¿Quien es? —. Pregunte sin acercarme

— Soy yo Denisse —. Mis manos temblaron al escuchar su voz

— ¡Vete, te dije que no quería verte! —. Grite

— Abreme por favor, te lo puedo explicar —. Su voz era impaciente

— ¡No, vete no te quiero ver! —. Mi respiración se acelero

— Por favor Denisse tenemos que hablar —. Tocaba la puerta con fuerza

— ¡No, no quiero hablar contigo, vete! —. Temblé el escuchar como tocaba la puerta desesperado

— ¡Abre la maldita puerta Denisse! —. Grito

— ¡Vete o llamare a la policía! —. Me acerque a pasos rápidos por el teléfono

— Házlo, sabés que no me podrán hacer nada —. Mi esperanza se apago al escucharlo

— ¿Sabés por que no te di por completo el contrato? —. Escuche como deslizo su espalda por la puerta

— ¿Por que? —. Pregunte con temor

— Porqué sabía que tú jamás te fijarías en un ser como yo —. Su voz era melancólica

— Porqué cuando entraste a trabajar conmigo no pensé que yo me fuera a enamorar de ti —. Tape mi boca 

— Tú jamás me diste motivos para pensar que estabas enamorado de mi —. Me acerque con lentitud a la puerta

— Si te los di Denisse, pero jamás te diste cuenta —. Explico

— Te los daba con mi mirada, con mis sonrisas, con mis acercamientos, con todo te lo daba —. Recargue mi espalda en la puerta

— Mientes, tus miradas hacía mi era con desprecio o ni siquiera te dignabas a mirarme —. Recordé sus miradas al terminar de tener sexo

— Era por inseguridad Denisse —. Susurro

— Que extraño que un hombre como tú me diga que tiene sentimientos —. Recargue mis brazos en mis rodillas

— Todos tenemos sentimientos Denisse, solo que a mi no me gusta demostrarlos —. Su voz era suave

— No te ilusiones Maximiliano, yo solo quería sexo —. Aclare mi garganta

— ¡Mientes Denisse! —. Escupió con rabia

— ¿Y cuando hacía estremecer tu cuerpo bajo el mío? ¿Y tus miradas al terminar de hacer el amor? ¿Y de tus caricias dulces? ¿Y tus besos tiernos? —. Su voz comenzaba a cambiar

— Todo eso es amor, aunque tú todavía no te des cuenta —. Mi corazón latió desenfrenadamente

Recordé cada palabra con exactitud, como si él dominara mis pensamientos.

LAS REGLAS DEL DESEO (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora