CAPITULO 8✓

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Salí del baño, parpadee un par de veces al verlo sentado en su asiento como si nada hubiese pasado.

Baje la mirada y a pasos rápidos camine a mi escritorio, me senté y comencé a trabajar.

(...)

Pasaron las horas y seguíamos igual que antes.

Me pase las manos por mi rostro frustrada, veía un montón de papales frente a mi.

Me levante de mi asiento, lo mire de reojo, ni siquiera se digno a mirarme, suspire y salí de su oficina.

Camine directo al baño, entre y recargue mis manos en el tocador, tome un poco de agua y la pase con delicadeza por mi cabello.

Mire de nuevo mi reflejo en el espejo, me sentía muy incomoda al estar cerca de él.

Había algo que no andaba bien, algo que muy en el fondo de mi corazón me advertía.

Tome un poco de papel y limpie mis manos, salí del baño, camine despacio, pase por el lugar de trabajo de Tiffany.

Frunci el ceño confundida al no encontrarla, no le tome mucha importancia y seguí caminando.

Pero a cada paso que daba, más me arrepentía en entrar a su oficina, me pare justo enfrente de la puerta, relamí mis labios nerviosa.

Levante la mirada y abrí la puerta, mi sonrisa se desvaneció al verlo.

(...)

Caminaba por las frías y solas calles de la ciudad, mi pecho dolía, no sabía lo que me estaba pasando.

Tan solo recordar esa escena me daban nauseas y sentía como mi cuerpo comenzaba a hervir de rabia.

                    FLASHBACK

Maximiliano me miro y sonrió con satisfacción, penetro con fuerza a Tiffany, la cuál se aferraba a sus hombros.

Él no apartaba su mirada de la mía, seguía follandosela frente a mi, movió su cabello y lo mordió con fuerza.

Ví como ella tembló, pero no se alejo de él.

— ¡Ahh Maximiliano! —. Gimió

Mis ojos se volvieron nublados, mis manos temblaban en la manija de la puerta.

Mi corazón latía con fuerza dentro de mi pecho.

— ¿Quieres más? —. Ronroneo en su oído

— Si, si, si —. Respondió agitada

Él la tomó con fuerza del cabello, jalándolo hacía atrás, beso sus pechos, su mirada me erizaba la piel.

Baje la mirada cerrando la puerta con tranquilidad, camine despacio al ascensor, entre marcando el último piso.

Una lágrima traicionera bajo por mi mejilla, la limpie mirándola.

— ¿Estoy llorando por él? —. Esa pregunta invadió mis pensamientos

Borre esa absurda idea al ver como las puertas del ascensor se abrieron, salí por completo de la empresa del señor Parodi.

              FIN DEL FLASHBACK

Llegue a mi departamento, busque en las bolsas de mi ropa esperanza en encontrar las llaves de mi casa.

Me pase las manos por mi cabello molesta, mire la puerta, camine buscando al portero.

Pero no lo encontré, camine de nuevo a la puerta, me senté en el piso, escondiendo mi cabeza entre mis piernas.

No podía ser un día mejor, abrace mi cuerpo, las imágenes de Maximiliano no se iban de mi cabeza.

— ¿Se te olvido algo? —. Esa voz

LAS REGLAS DEL DESEO (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora