El cuaderno/ Tal como eres

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- No me acuerdo, JiMin.- El mayor suspiró frustrado mientras su ceño se fruncía molesto.- ¿Por qué?.

- Hyung tómalo con calma, estas cosas suelen pasar.- JiMin estaba sentado en la alfombra en posición de loto mientras en sus piernas descansaba la cabeza de YoonGi.- Tenemos que tranquilizarnos, esto no te ayuda, YoonGi. Respira tranquilo.

En medio de la sala tan conocida por ellos, en una noche fría y lluviosa ambos se acompañaban en un silencio abrazador. Luego de comer y de que ambos fueran a sus respectivas habitaciones YoonGi había iniciado con una pequeña crisis de nervios porque no lograba recordar dónde había dejado su cuaderno de notas, ese cuaderno que era personalmente íntimo, que lo acompañaba cada día y el que era conocedor de todos sus pensamientos enamorados sobre JiMin. Definitivamente ese cuaderno no se podía perder, significaba mucho.

- Hagamos memoria, ¿Dónde fue la última vez que lo viste?.- El menor pregunto suavemente mientras acariciaba el cabello rizado de YoonGi. El mayor cerró los ojos y trató de recordar, pero fue en vano... su mente no lograba encontrar alguna imagen de su preciado cuaderno.

- No puedo JiMin, mi cabeza esta en blanco.- YoonGi se incorporó rápidamente y se sentó rígido frente al menor.- Esto es tan frustrante. Iré a buscarlo nuevamente.

Poniéndose de pie, el mayor dió unos pasos hacia el pasillo, su rostro serio y sus manos ansiosas delataban su nerviosismo. JiMin rápidamente fue tras él y lo abrazo por la espalda en medio del pasillo. Paso sus manos lentamente por su estómago y acaricio uno de sus brazos por sobre la camiseta del pijama. YoonGi dejó caer su cabeza rendido ante las suaves caricias y el cuerpo cálido de JiMin, el frio de la noche traspasaba sus ropas dejándoles las extremidades entumidas, más el calor que desprendía el cuerpo contrario les trasmitía una paz extraña y sublime, era como estar acostado en una cama tibia y suave.

Con delicadeza JiMin tomó el frágil cuerpo del mayor y lo dirigió a su cuarto, encendió la luz de noche, aquella luz que solo dejaba ver la mitad del cuarto en penumbra y dejó el cuerpo de YoonGi parado a un lado de la cama mientras el abría las mantas.

- Ven hyung, acuéstate un momento.- El menor le tendió la mano a YoonGi y este negó suavemente.

- Quiero buscar mi cuaderno, JiMin. No puedo acostarme.

- Buscaremos tu cuaderno YoonGi, pero para eso necesitamos que te relajes primero.- El rubio tomó la mano de JiMin y se recostó rápidamente, dejando un espacio considerable para que el menor se recostara a su lado. Cuando estuvieron tapados hasta el cuello, sus cuerpos fueron rápidos en buscar al contrario y abrazarse siendo un desastre de piernas enredadas y brazos apretados en torno al otro. Con cariño JiMin comenzó a acariciar los cabellos alocados de su hyung, pasó un rato en donde ellos se entregaban suaves caricias en la espalda y cabello, mismas caricias sublimes que lograron que la mente de YoonGi se adormilara cada vez más, cayendo rápidamente en un sueño profundo.

JiMin cuidadosamente se despegó de su mayor y salió de la cama en silencio. Sus pasos fueron tranquilos y sus movimientos muy sigilosos. El reloj de la cocina marcaba las 12:49 de la noche, JiMin tomó un vaso de agua y se dispuso a buscar el dichoso cuaderno por todos lados.

Comenzó por la sala, sacando los cojines de su lugar y revisando bajo cada uno de los sofás, la mesita de centro, en el librero del fondo y en el mueble de la entrada donde descansaban sus zapatos y unas revistas viejas. Todo estaba limpio como de costumbre, así que sin mas dirigio sus pasos hacia el baño, revisando en el cajón de las toallas y sobre la repisa del espejo.

Nada.

Cuando sus pasos se encaminaron a la habitación del mayor un bostezo lo atacó, su cuerpo estaba cansado y sus ojos pesaban, pero debía encontrar ese cuaderno antes de ir a dormir, su hyung despertaría pronto y JiMin quería ayudar. Abrió la puerta lentamente tratando de hacer que la vieja bisagra no emitiera ningún ruido desagradable como de costumbre. Encendió la luz y se dispuso a mirar superficialmente, no había nada fuera de lugar excepto por el escritorio revuelto de hojas y libros, decidió comenzar a buscar por ahí, ya que era el lugar más obvio... ordenó los libros por tamaño y los puso en el costado derecho del escritorio, justo como lo hacía el mayor, los lápices los puso en el pequeño macetero que hacia de lapicero y las hojas sueltas las puso en orden numérico dentro de la carpeta azul. Cuando todo estuvo ordenado JiMin suspiró y caminó hacia el armario de YoonGi, buscó entre la ropa y los cajones de abajo donde su hyung guardaba calcetines y bufandas.

The sky is the limit. YM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora