Hyejin se enfrenta a su primer año en la universidad y lejos de su mejor amiga, ahí conoce a Choi Yeonjun, un chico coqueto, atractivo y popular, que pondrá a prueba sus sentimientos. ¿O será al revés?
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La portada es prov...
Aunque me haya tomado por sorpresa segundo después seguí aquel beso sin dudarlo. Yeonjun me impulso con sus manos y terminé sobre él con cada pierna a un lado de su cadera, tomó mi cuello con una mano y mi cintura con la otra mientras que yo entrelazaba mis manos en su cabello. El beso estaba siendo cada vez más profundo, pero no se estaba saliendo de control, ambos disfrutábamos del momento.
-¿Hye? - escuché un grito pero supuse que había sido mi imaginación asó que lo ignoré y regresé mi atención a Yeonjun y sus labios.
-Hye no es divertido. - ahora sí que no fue mi imaginación.
Me separé de Yeonjun con la respiración agitada.
-¿Qué sucede? - preguntó mientras tomaba aire.
-Escóndete. - tomé su mano y comencé a buscar un lugar en el que pudiera esconderse.
¿Debajo de mi cama? No, es demasiado alto. ¿En el baño? Ni loca que tal que a Tae se le ocurre entrar. ¡Ya sé!
-Al armario Choi.
-Pero-
-¡Rápido! - lo empujé y lo escondí entre mi ropa. Justo a tiempo.
-Hye voy a pasar.
Taehyun entró a mi habitación y sé le quedó observando muy seriamente.
-¿Con quién estas? - señaló los dos vasos que estaban en el piso.
Mierda
-E-eh, vino Ahn, una amiga de la universidad.
-¿Ya se fue? - parecía no creerme.
-Si, no he recogido porque estaba viendo una película. - para mi suerte la película seguía en la televisión.
-Uh, ya veo. - caminó hasta el baño y lo abrió. Que bueno que no lo metí ahí.
-Esta bien Hye, baja en un rato, te haré de cenar. - salió de mi habitación y por fin pude respirar.
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Narra Yeonjun
Escuché que Hye cerro con seguro su puerta y después una luz se hizo presente.
-Ya puedes salir tonto. - abrió las puertas del armario.
-¿Se dio cuenta? - pregunté con algo de miedo, su hermano si que intimidaba.
-Creo que no, pero seguirá en casa y no puedes salir de mi habitación como si nada.
-Puedo quedarme si gustas. - la tomé de la cintura para acercarla más a mi y reí.
-Pff, que dices, no, saldrás por la ventana. - señaló su ventana que daba al jardín.
