Imperio Dominio y Pasión

Negocio

- ¡Es que no paró de burlarse de nosotros!-

Perxita observaba al hibrido de pantera echar chispas de coraje en la oficina del instituto. El lince estaba en el sofá mientras Auron no podía dejar de dar vueltas por la oficina con los vellos de la cola y las orejas crispados.

- Y más cuando le dije que somos pareja-

El lince bajo sus orejas arrepentido de abrir la boca con ese tema.

- No te preocupes, tampoco tenemos porque ocultarlo, tarde o temprano iba a enterarse y lo arrogante nunca lo va perder, me mordía la lengua por gritarle ¡Que en los talleres no tejemos chambritas para cachorros!-

- Pero si hay un club de bordado muy lindo-         

- ¡Ossstrasss! solo apóyame denigrando al alfa que lo tengo atravesado-

- Auron ya sabíamos que nos toparíamos con pared-

- Sí, sabíamos perfectamente que ese lobo era un machista opresor, pero no sabe que con ésta pantera nadie se mete, nunca voy a caer en sus jueguitos y si es posible voy a desenmascarar a Pablo Rogel-

- Tranquilízate, enfría tu cabeza porque si te dejas ir de lleno y sin pensar... ese hombre es peligroso, no acepte este puesto para perderte, Auron... tengo miedo-

- ¡Eso es lo que quiere! Que le temamos-

- Tengo miedo de ti, de que actúes impulsivamente, yo también estoy molesto pero trato de pensar el camino que tomaremos, primero, buscar un par de empleados nuevos, para que revisen los expedientes y apartar los registros de los omegas ingresados que no tengan su pase de alta y que ya no estén en el instituto, de esa manera sabremos si están desaparecidos, o si solo es un error en el registro-

- Perxa, mi amor, no nos hagamos los inocentes, ese paso ya los han dado antes otros gerentes del instituto y hay omegas que simplemente no aparecen, y hasta allí llega la investigación por algún motivo, nadie más indaga mas profundamente-

- Por desgracia ese motivo es un lobo alfa de apellido Rogel-

- Ese es nuestro principal sospechoso-

- Pero actuemos con mucho cuidado ¿Sí? No quiero que corras ningún riesgo-

Auron le sonrió con cariño y dio un paso para acercarse a su pareja pero tocaron la puerta interrumpiéndoles.

- ¿Sí?-

Se asomó Willy, un omega hibrido de Hachiko, él era especial dentro de su raza canina pues era completamente albino, y como hibrido era de las mismas características: blanco de piel y cabello y de ojos verde claro. Además era especial por su participación en la institución, era de los pocos omegas médicos y había visto pasar en los diez años que tenía trabajando allí, tantos gerentes que entraban con las mejores intensiones y terminaban corrompidos.

Pero Willy tenía fe en Auron y Perxa, porque los tres se conocieron allí mismo cuando el instituto los acogió, era la primera vez que los gerentes no eran personas externas, si no personas que salieron adelante gracias a los programas de reintegración del mismo Hogar de Omegas, y gracias a ello, tenían amor por la institución y deseos de que creciera mucho más para poder alcanzar más apoyos y crear programas que eduquen a la población.

Tenían muchos planes, pero sobre todo, querían acabar con la desaparición de omegas y la extinción de especies indefensas y el desagradable bufete de "Omegas de compañía" que no era más que una especie de esclavitud disfrazada. Para todo eso necesitaban formar un equipo de confianza y esos eran sus amigos: Auron y Perxa.

Los dos omegas voltearon a ver al hibrido albino.

- Tenemos un primer caso-

La pantera y el lince contuvieron el aliento, era el primer caso de rescate que les tocaba atender como gerentes, y sabían que eran los que debían tomar con mucha cautela, pues por lo regular los omegas prisioneros ya tenían comprador.