Por ti / El imperio parte 3

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El omega híbrido de pantera se había puesto de pie. Cuando el akita albino regresó, después de despachar a Pablo, encontró a Auron como un muerto viviente, recargado en su escritorio y lo sacudió por los hombros para hacerlo reaccionar.

- ¿Estás bien?-

Miró a Willy a los ojos, pero no registraba su presencia, la pantera estaba como perdido en los infinitos laberintos dentro de su cabeza, estaba tratando de procesar todo lo que acababa de pasar, en cuestión de minutos, él y Perxita estuvieron a punto de... El lobo alfa líder de su manada, empresario exitoso, altruista, padre de familia, ejemplo de la sociedad... ¿Era capaz de? ¿Por qué? ¿Por qué son omegas felices? ¿Por qué sabían cosas de el alfa que nadie más sabe? ¿Qué maldito derecho tiene? ¿Qué tan podrido tenia que estar?

- ¿Quería abusar de nosotros?- Susurra.

- Si- Willy asintió con tristeza, él conocía la historia de Auron, abusos constantes, apenas se presentó su genero fue secuestrado, y que aun, ahora, quieran hacerle esto. Podía comprender como se sentía, sobre todo, porque no podían acusar a Pablo de nada.

- ¿Podemos hacer que lo encierren?- 

- No creo que sea posible-

Auron respiro temblorosamente, evitando llorar, él era fuerte, a pesar de todo lo que vivió era fuerte ¡Tenía que serlo maldita sea! Porque tenía un motivo más grande que cualquier amenaza, encontrar a su hijo. Aunque la impotencia le recordó ferozmente aquellos días, dónde el viejo alfa, hibrido de lobo, lo dopaba con sus feromonas o esperaba pacientemente sus periodos de celo, para aprovecharse de su joven e inexperto cuerpo de una manera grotesca e indigna. 

Willy se limpio las lágrimas que corrían por su rostro y se aclaró la garganta, tenía que darle apoyo a su amigo, pero no podía evitar recordar, las condiciones en las que llegó la pantera al instituto, retraído a tal punto, que temblaba de miedo por los espacio abiertos, se arrinconaba en una esquina y por un tiempo pensaron, que quizá no podía o no sabía hablar. 

- Tranquilízate por favor- El albino susurró suavemente.

La pantera lo miró y por fortuna, el albino descubrió brillo en sus ojos negros, aunque fuese un brillo de coraje y rabia, era mucho mejor que verlos tan idos y vacíos como antes. Auron asintió y sonrió de lado.

- Es un hijo de las mil putas-

Willy soltó el aire que sostenía, aliviado de que Auron no retroceda en su espíritu libre, esa alma que aprendió a volar no podía quebrarse, y una leve sonrisa quiso asomarse del akita, pero la retuvo.

- Lo es-

- Cada vez me queda más claro, Pablo Rogel es el mismo demonio, sé que no puedo denunciarlo por esto, pero este fue su maldito error, no volverá a tomarme con la guardia baja ¡Lo juro!-

- ¡¡Así se habla!!- La pantera ladeo la cabeza para ver que su omega aun estaba en el sofá sin reaccionar.

- ¿Perxa?- Auron lo miró y se acercó a él de inmediato- ¿Mi amor?-

Auron pasó sus manos por su frente y acomodó su cabello con cariño, comprobando con ello si no tenía fiebre, sonrió al ver que su temperatura era normal, pero al igual que él estaba hace un momento, Perxa tenía su vista perdida, algo estaba pensando sin duda, seguramente estaba tan indignado como lo estaban Willy y él, pero...

- ¿Pablo se fue?-

- Así es, quiso hacernos daño ¿Recuerdas?-

Perxa por fin miró a su omega y vio preocupación en sus ojos, Perxa sabía que Auron necesitaba saber que estaba bien, y sonrió levemente para tranquilizarlo. La pantera emocionado por su respuesta se aferró a su cuello y acarició su espalda.

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⏰ Última actualización: May 22, 2022 ⏰

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