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Atenea
La palabra imposible es incorrecta. En el mundo que estamos, prácticamente nada es así. Todo se puede, ya sea con ciencia, avances tecnológicos o porque todos los Dioses desearon que fuera así. Simplemente hay cosas que... no deberían ser así, es por lo mismo que no entiendo.
AB+ A- B+ la familia de Helena.
A+ B- mi familia.
O- Jack y Jason.
En este caso, algo está mal. Algo no concuerda y por ende me pregunto ¿todo está correcto o yo no estoy tan loca?
Me explicaré, porque creo que no están entendiendo nada en lo absoluto.
Una familia entera no tiene porqué tener el mismo grupo sanguíneo. Para nada. Pero sí se define el tipo de sangre de cada uno según el de sus padres.
Por ejemplo, una persona con grupo AB tiene un gen A y otro B, es decir, la madre puede ser A, el padre B y viceversa también. Otra persona con grupo A puede ser AA o AO, pero prevalece el gen A dominante. Alguien con grupo B puede ser BB o BO, pero prevalece el gen B dominante que podría poseerlo el padre o la madre. Una persona con grupo O tiene ambos genes O en la mayoría de los casos.
A lo que quiero ir es, Jason es O- porque en su caso el gen dominante es el grupo sanguíneo de Jack, no el de Hannah. Todo claro hasta ahí, pero... ¿Qué es de Jack? Él es mi inquietud.
En mis años de preparatoria estudié a fondo el tema de la sangre y todo lo relacionado con ella. Entre todo, estaba esto; los grupos sanguíneos. Me gustó el tema e investigué más, creí que jamás lo emplearía en la vida... pero ahora me doy cuenta que de algo sirvió.
Todos los Weller son A+ y B+. Por ejemplo yo, soy A porque mi madre y mi padre tienen el mismo grupo sanguíneo que yo. Los padres de mis padres eran AB+ y A-. Por ende Jack no tendría de dónde salir O-. Ya lo he dicho antes, todo se puede, pero esto simplemente no concuerda.
Será que...
¿Que Jack no es parte de la familia?
—¡Atenea! —exclamó Kimberly sacándome de mis pensamientos. Los miré por algunos segundos, al parecer me concentré tanto que no oí nada de lo que me decían— ¿Estás bien, nena? No me escuchabas.
—Estoy bien. —sonreí falsamente— ¿Me acompañas al baño, por favor?
—Claro —me siguió hasta el baño del hospital. A penas entramos yo me recosté al lavabo y respiré ondo para comenzar a contarle lo que lleva dándome vueltas en la cabeza y tratar que me ayude a sacar una explicación— ¿Qué? Atenea lo que estás diciendo es... es... lógico pero a la vez no concibo que sea cierto. ¿Cómo Jack no va a ser de la familia? Ya lo sabríamos.
