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México había corrido casi por todo el hospital hasta llegar a la azotea, no tenía idea como había llegado, pero por lo menos no había nadie ahí, metió sus pies entre los tubos del barandal y pegó su mejilla a uno de éstos soltando un pequeño quejido ante el frío tocando su mejilla herida, la Omega tenía la mano pesada.

Suspiró y sin poder evitarlo nuevamente empezó a soltar pequeños sollozos, porque? Que había echó para terminar ahí, así con el Ruso.

No podía evitar decir qué si, lo quería, le tenía un cariño, si pero su parte racional le hacía saber o pensar que lo que el sentía era solo cariño, no más, tal vez una administración o algo así por lo lindo que era con el, porque aunque si, se aprovechó al principio de el, al final se había comportado y había demostrado ser un buen Alfa, ser realmente una buena persona la cuál simplemente estába sola y quería compañía, y una de muchas maneras, pero eso no quitaba el sentirlo como un posible enemigo.

Aunque su Omega se empeñaba a decir que era amor, que ahuevo debía estar y entregarse a él, que debía ser suyo y demás.

Tal vez en otras circunstancias hubiera podido darse una linda amistad y un amor, pero está no era la ocasión.

Aquí se sentía obligado a amarlo, a besarlo, a tocarlo, aunque aveces su omega guiaba todo y disfrutaba aquello, aún cuándo su parte racional negaba rotundamente a sentirse como el Omega quién se perdía por el Alfa.

No le gustaba sentirse así, odiaba sentirse de tal manera, aceptaba los tratos del Alfa, no porque quisiera aprovecharse ni nada, si no, porque realmente no tenía otra opción, pues por algo Rusia lo había "comprado" y el, simplemente no podía hacer más.

No quería ser un juguete ni nada, lo último que quería era eso, no le gustaba sentirse como un objeto el cual un Alfa lo iba a usar para satisfacer sus necesidades y después dejarlo por ahí para cuándo quisiera volver a usarlo, o tal vez dejarlo botado sin usó porque se aburrió.

Podrían haber pasado meses desdé que el Ruso lo compró, cuidó y descubrió toda la verdad del porque fue "regalado" a esté.

Pero es que eso le dolía, lo hacía sentir raro, no tenía palabras para describir todo lo que sentía y juntando a que su Omega le decía mil y un cosas culpandólo, le hacía sentir aún peor.

El no quería lastimar al Ruso, el realmente le había tomado cariño, por lo tanto lo menos que quería era lastimarlo, tampoco quería jugar con sus sentimientos, es solo que su estúpido Omega lo hacía hacer cosas y el, también, simplemente era muy empalagoso, le gustaba abrazar y demás.

Y es que era obvió, era el "hijo único" de España, esté lo consentía y cuidaba con amor.

Extraña a su papá, extrañaba el poder estar en casa simplemente haciendo lo que le gustaba.

Suspiró y se talló la cara, como vería nuevamente al Ruso? Esté lo querría ver? Ja, eso era más que obvió, ni sus hermanos querían verlo.

No podía imaginar que el Ruso muy probablemente no lo iba a querer ver.

Tembló al sentir el aire helado pegar en su rostro, ni siquiera llevaba buena ropa como para estar ahí, había llegado con un estúpido pans y una camisa con manga corta.

Se levantó con cuidado y resbaló un poco cayendo de espalda en el suelo.

Au...

Soltó un pequeño sollozó y se quedó un rato ahí, de todos modos, a quién le importaba, estába mejor solo que echándole a perder la vida a Rusia o a alguien más.

Mi Alfa? (Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora