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1 DE ENERO DE 2020, ROMA

-¡Ethan! ¡Vamos, por favor! -la voz de Thomas llamándome retumba por todo el pasillo.

Damiano entra en el baño con pesadez, llevan quince minutos esperándome y yo sigo delante del lavabo sin saber que hacerme en el pelo.

-¿Te queda mucho? Thomas, Vi y yo estamos ya listos, solo faltas tú.

-Es que no sé que hacer -suspiro y me apoyo en la pared.

Damiano se acerca al lava manos, abre el grifo y se moja las manos. Viene hacia mi muy seguro de lo que va a hacer, me mira sonriéndome y pasa sus manos por mi pelo, echándolo entero hacia atrás.

-Ya está.

-¿Qué? ¿Que ya estoy? Damiano, por favor, ¿tú me has visto? Que parece que me ha lamido el pelo una vaca, tío. Yo así no salgo -me cruzo de brazos y frunzo el ceño.

Él decide pasar de mis quejas y me abre la puerta del baño para que salga. Le miro una última vez antes de salir y pongo los ojos en blanco. Cuando empiezo a caminar, noto una palmada por su parte en el culo.

-¡Estás guapísimo, rey! -dice Damiano mofándose de mi.

Estando ya en el pasillo veo a Victoria y Thomas sentados en el recibidor, fumándose un cigarro mientras hablan tranquilamente. Al acercarnos Damiano y yo, estos dejan de hablar y Victoria empieza a reírse.

-Oye Dami, ¿te ha dicho Thomas que su prima va a estar en la fiesta? -Victoria suelta el humo y le pasa el cigarro a Damiano mientras se levanta para acomodar su vestido.

-Es verdad. Llegó anoche de Turín y quería celebrar el Año Nuevo de fiesta, así que la invité -comenta Thomas indiferente.

Thomas se levanta y coge su abrigo. Yo, escuchando la conversación en silencio, hago lo mismo y cojo la chaqueta de terciopelo granate que acompaña al traje que llevo puesto. Una vez estamos los cuatro listos, salimos del piso.

-Espera, espera. ¿Tu prima de Turín? ¿La que está buenísima? -Damiano se acerca rapidamente a Thomas y pasa un brazo por encima de él.

-Si, pesado, mi prima de Turín.

-¿Y sabes si está soltera? Que no es que vaya a intentar nada con ella, eh, pero... nunca se sabe.

-Dios Dami, desde que lo dejaste con Giorgia en noviembre solo buscas un remplazo -se queja Victoria mientras coge a Thomas y le aleja de Damiano.

Si todavía no he abierto la boca es porque no tengo nada que decir. Todos conocen a la prima de Thomas, vino a Roma el verano pasado e hicieron buenas migas entre ellos, pero yo estuve en Bari con mi familia y no pude conocerla. No sé ni su nombre, pero por lo que dice Damiano, es bastante atractiva. Aunque siendo él, cualquier persona le parece atractiva. No me gusta dar la razón a alguien, pero Victoria tenía razón. Desde que Giorgia y él lo dejaron, el pobre solo busca a alguien para llenar el vacío emocional.

¿Tan fuerte era? ¿Tanto puede llegar a doler el corazón después de que te lo rompan? Toda la gente dice que sí, que es un sufrimiento enorme que te come por dentro e incluso puede llevarte a una depresión. Victoria asegura que ella, después del primer susto con Carina, sentía que el corazón le latía mas flojo y se paraba algunas veces, porque según ella no era capaz de vivir sin su amor. Thomas por el contrario pasaba de todo un poco. Que yo sepa solo ha tenido pareja una vez. No llegué a conocerla, pero dice que era una persona estupenda y que sí, le había hecho daño, pero en seguida se curó del mal de amores.

Yo personalmente no puedo opinar nada. Nunca había sentido lo que ellos, nunca me había enamorado y no sabía como se sentía eso. A lo largo de la adolescencia salí con muchas personas, tuve mi primer beso, mi primera y lamentable vez, me enrollé con varias personas en la misma noche, pero nunca llegué a sentir nada más allá de cariño. Cariño, eso es lo único que conozco. Conozco el cariño de un padre (pero no el de una madre), cariño de mi perro, de mis amigos, ¿pero amor lo que se conoce puramente como amor? No.

Salgo del pequeño trance en el que había entrado pensando en la desconocida y misteriosa prima de Thomas cuando empiezo a escuchar la música. Levanto la mirada del suelo y veo a Damiano, Victoria y Thomas de espaldas a mi frente a la puerta de la exclusiva y prestigiosa La Cabala, uno de los mejores sitios para salir de fiesta en Roma. Me acerco a ellos para ver que planes llevamos. Victoria comenta que va a alejarse para llamar a Carina, que trabaja ahí los fines de semana, para que deje pasarnos.

Damiano de mientras saca un cigarro y lo enciende. Le miro con carita de cachorro abandonado y vuelve a sacar la caja para ofrecerme uno. Lo acepto gratamente y me acerco a él para encenderlo. Ambos tenemos nuestro cigarro en la boca. Los rozamos unos segundos para que el mío pueda encenderse. Damiano me está mirando directamente a los ojos. Lo hace porque sabe que me molesta que me miren de lleno, me pone nervioso y él quiere picarme. Cuando ya se ha encendido me alejo de él, le doy unas caladas rápidas al cigarro y suelto el humo mientras le saco el dedo del medio. Damiano se ríe y entonces aparece Victoria de nuevo, aunque esta vez, acompañada.

-Vale, ya he hablado con Carina y su compañero viene en cinco minutos a por nosotros. También me he encontrado con ella, así que oficialmente ya estamos todos -Victoria se acerca a nosotros sonriendo.

-¡Hola Thomas! ¿Que qué tal estoy? Ah, yo muy bien, genial, ¿y tú? ¿Bien también? ¡Me alegro! -suelta ella con sarcasmo mientras se acerca a su primo, quien se ríe y la abraza.

-Si, muy bien, gracias por preguntar -Thomas se separa de ella y pasa un brazo por encima suya- Bueno, te acuerdas de Dami, ¿no?

-Claro, como para no acordarme de él -ella ríe y le extiende la mano a Damiano, quien la coge y le planta un beso.

En el momento en el que me mira dispuesta a abrir la boca para presentarse, nos avisan de que ya podemos pasar. Victoria, Damiano, Thomas y su prima empiezan a adentrarse en la alfombra roja que conduce a la puerta de acceso de la discoteca. Yo bajo la vista al suelo mientras termino de fumarme el cigarro tranquilamente. Cuando me lo termino y lo tiro al suelo, un pie con un tacón granate aparece en mi campo de visión. Pisa el cigarro. Levanto la mirada y la veo, analizándome seriamente.

-¿Sabías que la colilla que acabas de tirar tardará aproximadamente diez años en descomponerse?

-Sí, y por eso mismo me iba a agachar a recogerla y tirarla ahí, -señalo el cubo de basura que quedaba a nuestra derecha- pero cierta persona se me ha adelantado y no me ha dado tiempo ni a apagarla.

Veo como su expresión cambia totalmente, ahora tiene el rostro más relajado y sus mejillas están empezando a sonrojarse.

-Ethan -le extiendo la mano como muestra de saludo y la miro fijamente.

-Coraline. -la coge y sacude despacio, me mira unos segundos pero la vergüenza se apodera de ella y aparta la mirada- Mejor voy entrando ya.

Se gira dándome la espalda y camina apresuradamente a la puerta, donde los demás nos esperan. No me había fijado todavía en ella, pero he de decir que es preciosa. Es pelirroja, pero no natural, sino teñida, tiene el pelo del mismo color que los pétalos de una rosa. Lleva un vestido blanco de satén que al girarse ha dejado al descubierto una espalda llena de lunares, los cuales me ha sido inevitable contar. Trece. Trece hermosos lunares que han captado por completo mi atención.

Escucho como Damiano me grita desde la puerta para que me acerque. Cojo la colilla ya pisada y me aproximo al cubo para tirarla. Seguidamente camino tranquilamente hacia la entrada de La Cabala.

-Coraline -repito su nombre en un susurro y noto como mi corazón se para por un segundo.

Sonrío.

Coraline // Ethan TorchioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora