settimo

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-Buenos días.

Escucho un susurro a mi lado y giro la cabeza. Sonrío al verla todavía con los ojos cerrados pero con una sonrisa en su rostro.

-Buenos días -me devuelve el saludo y empieza a abrir los ojos.

-¿Has podido dormir bien esta noche? He notado como te movías más de la cuenta.

-No... he pasado una noche extraña, me ha costado mucho conciliar el sueño y cada vez que conseguía dormirme, me despertaba a la media hora -suspira enfurruñada.

-Haberme despertado y así por lo menos no estabas sola.

-No quería molestarte, estabas muy adorable mientras dormías y me daba pena despertarte.

Sonrío al escuchar esto y me acerco más a ella. Coraline se incorpora un poco y me da un beso casto. Va a levantarse por completo de la cama, pero tiro de su brazo y la vuelvo a tumbar para juntar nuestros labios, a lo que ella ríe y pasa sus manos por mi pelo. Nos besamos durante varios segundos y ella deja que mis manos recorran un poco su cuerpo, pasando desde la cintura hasta su culo. Nos separamos y volvemos a sonreír.

-Así da gusto amanecer. -ríe mientras se levanta definitivamente de la cama- Ahora vuelvo, no te muevas.

Conforme dice eso, sale corriendo por la puerta de mi habitación y me deja un poco confuso. Para matar el tiempo en su ausencia decido coger la libreta que tenía en el escritorio y empiezo a sentirme inspirado. Algo que pocos saben es que me gusta escribir canciones, y aunque no todas las del grupo las haya escrito yo, sí que es verdad que solemos hacerlas de manera conjunta y gozamos de mucha libertad a la hora de hacerlo. Empiezo a plasmar toda esa inspiración que siento en la libreta. Inspiración que me viene dada por un musa, mi musa, Coraline.

"Capelli come rose rosse, preziosi quei fili di rame, amore, portali da me" apunto en la libreta a la vez que voy acordándome de su pelo, de su olor, de su textura, de todo el dinero que sería capaz de pagar por poder ver esa cabellera rojiza todas las mañanas al despertar. A pesar de que tengo ganas de seguir escribiendo porque sé que ahora es mi momento, paro y cierro la libreta al escuchar el sonido chirriante de la bisagra.

Vuelvo mi vista hacia la puerta y veo a Coraline con una bandeja con dos zumos y un croissant en sus brazos. Sonrío y me acerco para ayudarla mientras la deja encima de la mesa del escritorio.

-¿Y esto? -me llevo el vaso del zumo a la boca.

-No se, simplemente me apetecía tener un detalle contigo.

Asiento a la vez que bebo zumo y la observo de reojo.

-¿Por qué solo has cogido un croissant? ¿Es que no piensas desayunar nada más que el zumo?

-Oh, tranquilo, es que no tengo mucha hambre la verdad. Tengo suficiente con esto -le da un sorbo a su vaso y vuelvo a asentir.

-Como quieras -me encojo de hombros y me dispongo a terminarme el desayuno.

Una vez que ambos hemos terminado, saco un cigarro. Apago la calefacción para acercarme al balcón y repetir con Coraline la acción que habíamos llevado a cabo días atrás. Sonrío al sentir como me roba el cigarro de los labios para fumar ella, y me lo devuelve con un sabor que parece una mezcla de cacao de vainilla y zumo de naranja.

-Me encanta estar así contigo, mirando por el balcón a ningún sitio, compartiendo un cigarro y sintiendo tu corazón en mi espalda -confiesa ella.

-A mi si que me encantas. Bueno, tú no, sino esto. O sea, que tú también me encantas y todo eso, pero me refiero a estar así contigo -me pongo nervioso ante sus palabras y solo escucho su melodiosa risa.

-Tranquilo Ethan, no pasa nada por reconocerlo, normal que te encante, mírame -sigue riendo mientras bromea.

-Ojo, cuidado, que al final se te termina subiendo -sigo su broma de la misma manera.

Dejamos de reír al cabo de unos segundos y ella suspira con tranquilidad. Sonrío y apago el cigarro para seguidamente envolver mis brazos en su cintura e intentar hacer caricias en su vientre. Digo intentar porque no me da tiempo si quiera a dejar que mis dedos rocen su piel ya que me aparta mis manos a velocidad de la luz y se gira bruscamente para mirarme con una cara demasiado seria para mi gusto.

-¿Lo siento? No sé si es que he hecho algo mal o te he molestado, pero desde luego que no era mi intención, perdóname -intento defenderme mirándola a los ojos y buscando en su cara alguna expresión.

-Da igual. Déjalo. Creo que mejor me voy a ir a mi habitación. No quiero que Thomas despierte y pase a verme, y se lleve la sorpresa de no encontrarme ahí -se aleja y sale de la habitación con paso apresurado y dando un portazo.

¿Qué cojones acaba de pasar? ¿He hecho algo que la ha molestado? Bueno, eso seguro que si, tampoco hace falta ser adivino para saber que estaba molesta o incluso enfadada, pero no entiendo cual ha sido el detonante. Me tomo unos minutos parado de pie frente al balcón para volver a mi pequeña normalidad e intentar asimilar lo sucedido con Coraline, y una vez me recompongo vuelvo a coger la libreta para escribir.

"Sarò il fuoco ed il freddo, riparo d'inverno, sarò ciò che respiri, capirò cosa hai dentro. E sarò l'acqua da bere, il significato del bene, sarò anche un soldato o la luce di sera. E in cambio non chiedo niente, soltanto un sorriso, ogni tua piccola lacrima è oceano sopra al mio viso. E in cambio non chiedo niente, solo un po' di tempo, sarò vessillo, scudo o la tua spada d'argento" leo una y otra vez mientras no saco la imagen de Coraline sonriendo recién levantada de mi cabeza. Estoy muy contento con el resultado a pesar de que la situación que habíamos vivido antes no me había dejado un buen sabor de boca.

Me cambio el pijama por un conjunto de sudadera y chándal, y por el grupo de WhatsApp que tenemos los cuatro, convocó un ensayo para dentro de media hora. Quiero enseñarle a los chicos mi creación y quiero empezar a añadirle los primeros acordes, aunque me preocupa que me pregunten sobre quien trata la letra. Bueno, más bien me preocupa que me pregunte Thomas.

•••

Bueno, aquí un capítulo un poco flojo en mi opinión pero que ya empieza a mostrarnos que algo anda mal con Coraline. ¿Qué será? También aprovecho esta nota para agradecer el apoyo que estoy recibiendo, nunca pensé que podría gustar a la gente algo escrito por mi. Todas y cada una de las personas que votáis, comentáis y añadís Coraline a vuestras listas de lectura significáis muchísimo para mi, sois la motivación que tengo para seguir escribiendo. Mil gracias de todo corazón.

Coraline // Ethan TorchioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora