I Follow Rivers suena a todo volumen en la estancia. Con más de cuatros copas en el cuerpo, nos ponemos a bailar. Bueno, bailar bailar, no. Victoria y Damiano están de la mano mientras saltan juntos, mientras que Thomas anda perdido en la barra con intención de pedir algo más. Coraline y yo estamos más tranquilos pero disfrutando de la fiesta también.
-I, I follow, I follow you, deep sea baby, I follow you -canta o más bien grita Coraline cuando llega el estribillo de la canción.
Parece que por unos segundos las luces de la discoteca se apagan y solo hay un foco iluminándola a ella. Tengo toda mi atención puesta en sus movimientos, en su energía, en la alegría que transmite. Solo la veo a ella, el resto de personas que nos rodeaban han desaparecido.
No tardo mucho en salir de esa especie de sueño lúcido porque en seguida noto como me agarran del brazo para darme unos toquecitos. Me giro hacia mi derecha y veo a Thomas con una sonrisa enorme en la cara, acompañado de un camarero que trae una bandeja de chupitos. Cada uno coge uno, y antes de que me dé tiempo si quiera a olerlo, Coraline me chista para que pare.
-Pero vamos a ver, ¿que clase de personas sois? ¡Hay que hacer un brindis, hombre! Seguid mis indicaciones, ¿vale? Y usted señor, acérquese con la bandeja -de la manera más educada posible a pesar de ir borracha le pide al camarero que sostenga la bandeja en el centro de los cinco, y él, lo hace- Quien no apoya, no folla; -apoyamos todos los vasos en la bandeja- quien no recorre, no se corre; -trazamos un círculo invisible con el culo del vaso sobre la bandeja- y ahora si: arriba, abajo, al centro y para dentro -brindamos todos y seguidamente nos bebemos el contenido del vaso- ¡A seguir disfrutando, que la noche es joven!
Todos reímos tras eso y empezamos a bailar y saltar efusivamente de nuevo. Coraline baila ahora muy pegada a Victoria, y no puedo evitar posar mi mirada sobre ella, riéndome mientras paso una mano por mi pelo. Aparto la mirada de ella, y me giro para bailar con Damiano y Thomas.
Otras dos o tres copas después, seguimos todos bailando hasta que la música para drásticamente. Las luces, que antes eran blancas, cambian a rojo y se escucha al dj decir que ahora se viene una ronda de perreo puro y duro. Como a mi particularmente no me gusta ese tipo de música, prefiero sentarme en uno de los sillones próximos y simplemente me dedico a observar. Thomas se acerca entonces a mi con una botella de agua en la mano.
-Tío, estoy reventado. Siento que como siga bebiendo, esta noche voy a llegar a la cama arrastrándome como una serpiente -se tira en el hueco que había a mi lado en el sillón- ¿Estás disfrutando de la noche?
-asiento- Sí, aunque también he de reconocer que he bebido bastante. No creo que aguante más como siga así.
-¿Y mi prima? ¿Te está cayendo bien?
-La verdad es que si, parece muy simpática y está como una cabra -río.
Sé por qué me está haciendo esa pregunta. Thomas mejor que ninguno sabe que a veces soy muy reacio con la gente nueva. No es que me cueste hacer amigos por ser tímido o introvertido, sino que simplemente no me cae bien toda la gente y no me gusta que lleguen de nuevos a un lugar creyéndose los reyes del universo.
Veo a Thomas beber de la botella y de pronto escupe toda el agua. Sigo la dirección de su mirada y veo una escena un tanto graciosa y peculiar: Damiano está entre Coraline y Victoria, quienes se están comiendo la boca con mucho entusiasmo. Cuando estas se separan, Damiano pasa un brazo por encima de cada una y se acerca peligrosamente a Victoria. La besa, se separa y entonces besa a Coraline. Se separan también, y empiezan a reírse los tres. Forman una especie de círculo y terminan dándose a un beso a tres. Desde donde estoy, juraría que hasta puedo ver las lenguas de cada uno mezclándose y pasándose babas. Empiezo a negar con la cabeza mientras me río.
-Joder, ya estamos como el verano pasado. Si es que están más salidos que el pico de una mesa -Thomas suspira pesadamente.
-¿El verano pasado también lo hicieron?
-Vaya que si lo hicieron, y más de una vez.
-¿Y Giorgia? ¿Y Carina? -pregunto confundido.
-Pues nada, ahí estaban, unidas también. Damiano triunfó esa noche como nunca antes. -se ríe y me pega una palmada en la pierna, que le sirve como apoyo para levantarse- Me voy a mear -y tal cual dice eso, se va.
Yo me quedo sentado en el sillón solo de nuevo, viendo con gracia lo que tengo delante. Entonces Coraline se separa de los otros dos y me mira, me sonríe y me hace una seña con la mano, indicándome que me acerque a ella. Me levanto del sillón y me acerco a ella, que se acerca peligrosamente a mi. En el momento en el que veo que su boca se acerca a la mía, me echo para atrás casi por acto reflejo. Ella se ríe y se vuelve a acercar, pero no a mi boca, sino a mi oído para que pueda escucharla claramente.
-¡No iba a besarte! Solo quería pedirte que me acompañaras a fuera a fumar -me mira con cara de súplica y asiento con la cabeza.
Empieza a caminar hacia la salida y me extiende la mano para que pueda agarrarla y así no perdernos. Cuando llegamos a fuera, nos alejamos de la puerta y del gentío que había esperando a entrar. Ella saca de su bolso una caja de cigarrillos y un mechero. Se enciende uno y le pega varias caladas. Suelta el humo y me mira. Me pasa el cigarro y lo acepto. Mientras me lo fumo, veo como ella se abraza intentando entrar en calor, por lo que sujeto el cigarro con la boca y me quito la chaqueta para dársela. Ella la acepta y sonríe, luego agacha la mirada y vuelve a sonreír. La agacho yo también y veo que sus zapatos son del mismo color que mi traje. Levantamos la mirada a la misma vez y sonreímos.
-Vamos a conjunto -ella se ríe y me quita de la boca el cigarrillo para apoyarlo en sus labios.
-Sí -sonrío y procedo a quedarme en silencio mientras ella termina de fumar.
Pasamos un rato callados, disfrutando simplemente de la compañía y del ambiente que nos rodea. Iba a abrir la boca para hablar, pero ella habla primero.
-¿Nos vamos ya? Estoy cansada sinceramente y no me apetece volver a dentro.
-Eh... vale. Le mando un mensaje a Thomas y le digo que nos vamos.
Ella asiente y le mando un mensaje a su primo. Él me responde al instante con un simple emoticono de un tick afirmativo. Empezamos a emprender nuestro camino hasta el piso totalmente en silencio, pero en un silencio cálido y tranquilo para nada incómodo. Al llegar a casa ella se quita los zapatos y la chaqueta, la cual deja apoyada en una silla de la cocina.
Veo que va corriendo al baño y se encierra. Yo la sigo y me quedo esperándola en la puerta cuando empiezo a escuchar como vomita. En el momento que para, entro al baño y la veo tirada en el suelo con el pelo un poco manchado de vómito. Me acerco al lavabo y me mojo las manos, entonces me pongo a su altura y con una mueca de asco le limpio el pelo. Después, le hago una coleta alta y me siento a su lado con las piernas estiradas. Ella me mira con una sonrisa de agradecimiento, y se recuesta en mi regazo para cerrar los ojos. Le acaricio la mejilla y noto como su respiración poco a poco va siendo más tranquila y lenta, por lo que deduzco que se ha dormido.
La miro mientras sigo acariciando su mejilla y vuelvo a sentirlo. Se me vuelve a parar el corazón.
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Coraline // Ethan Torchio
FanfictionQuizá Ethan ya sabía como terminaría la historia, pero no se atrevió a decírselo a nadie. A lo mejor era su destino, que estaba escrito y no había manera de cambiarlo por muchas mariposas que moviesen las alas.