Quería hablar con Karla y a la vez acuchillar a Dylan. Pero si quería hablar con Karla tendría que echar a Dylan fuera.
Llamé a Christian para ver si podían quedar o algo así.
-Christian.
-Dime.
-¿Puedes llevarte a Dylan un rato? Es que quiero hablar con una amiga, Karla.
-¿Y para que quieres que lo lleve fuera?
-Porque Karla pensaba que Dylan saldría con ella y tendrían una relación amorosa. Y ahora le incomoda estar con él.
-Ah. Vale. ¿A dónde lo llevo?
-Mismo a Starbucks. Que le gusta mucho y se entretiene. Tú también habla con él.
-Okey. Voy ahora. Adiós.
-Adiós.Y colgué. Antes de llamar a Karla le dije a Allison que le dijera a Dylan que Christian iban a ir a buscarle. Ella se lo dijo y yo bajé al salón a llamar a mi niña. Busqué en la agenda su nombre; pulsé y hablé.
-Bebé. Ven ya.
-Vale. Le digo a mi madre que me lleve y ya.
Nuestras conversaciones por teléfono era un cortas. Pero por textos podían hacerse interminables.
Subí a mi habitación cuando escuché a Dylan bajar para irse. No le podía mirar a la cara. No lo sé, no podía. Después de lo que había echo, no.
Fui a abrirle la puerta a Karla y subimos de nuevo a mi habitación.
-Yo sólo quería que importarle a alguien. -decía entre sollozos Karla.-
-Sh, ya está bebé. Ya sabes como es ese inútil.
La puerta se abrió y allí estaba Allison con pizza y helado. Se había decidido por juntarse con nosotras.
-¿Puedo? -preguntó señalando el sillón que estaba en frente de la televisión y en el que estábamos sentadas nosotras.
Asentí con la cabeza y elegí una pizza de jamón-york y queso y un bote de helado de oreo. Mmmm, que rico estaba. Era mi favorito, indudablemente.
Karla cogió una pizza de tres quesos y el helado de chocolate, y, Allison, la pizza de barbacoa y el helado de vainilla. Nos repartió unas cucharas y abrimos nuestras pizzas primero.
-¿Que te pasa? -le preguntó Allison a Karla.-
-Nada... es que... tu hermano... -lloraba a llanto limpio, me daba pena, jope. No puedo ver a alguien llorar porque lloro y.
-A ver, que ella creía que Dylan le iba a querer, etc, la típica historia de amor, y total que le acabó regalando su virginidad. -se lo expliqué yo, ya que mi amiga estaba demasiado triste como para decir algo.
-Este tío es gilipollas. Siempre le estoy diciendo que no juegue con las chicas. Que no somos juguetes, y ni puto caso.
-Bueno, dejemos el tema... -comentó Karla.-
-¿Y si vemos alguna película de Leonardo Dicaprio? O de Brad Pitt, o Teen Wolf, Skins, algo de eso.
-Sí... alguna de Leo. Vamos a ver su hermosura sobrenatural. -me encantaba Leo. Era mi platónico.-
Me llevé el último trozo de pizza a la boca y me levanté para poner una película de mi amor platónico.Narra Christian:
Llevé a Dylan a Starbucks, tal y como me había dicho Jess.
Subimos a mi coche y pisé el acelerador.
-Pagas tú, ya que tú me invitaste. -me dijo Dylan.-
-Está bien. ¿Que canción te gusta?
-Pon alguna de The 1975 o de Nirvana.
Encendí la radio y puse mi preferida de The 1975.
El camino fue silencioso y algo incómodo. Aparqué en el primer sitio libre que encontré.
Entramos y nos atendió una chica teñida de rubio platino e iba vestida con un elegante uniforme. Yo pedí un café y Dylan un capuchino.
Solíamos hablar de cosas sin importancia alguna pero, necesitaba ser serio con él.
-Dylan, ¿por qué eres así con las tías?
Parecía que iba a escupir su bebida pero, por suerte, no.
-¿Por qué esa pregunta?
-No sé. -me encogí de hombros y le di un buen sorbo al café.
-Supongo que porque soy así. No me interesan nada las relaciones largas. Aunque lo de una sumisa, no está descalificado. En fin, no sé. Me acabo aburriendo si estoy con la misma tía una semana. Aunque intente ser el típico romántico de película, lo acabo estropeando. Soy como soy. Y me daría igual estar soltero si nadie me quiere así.
-Wow.
Se me había erizado la piel. Se le veía muy sincero. Pero las apariencias engañan ¿o no es así?
-¿Nos vamos ya? Ya hemos terminado nuestras bebidas y estoy cansado de estar sentado.
-Claro, vamos. ¿Quieres dormir en mi casa?
Dylan asintió con la cabeza y me dirigí a pagar. Una vez hecho esto, salimos y montamos en el auto de nuevo.
-¿Por qué lo de si duermo en tu casa?
No sabía si decirle que porque Jessica no me había dicho a que hora terminaría su cita depresiva con amigas, que era la verdad, o decirle otra cosa.
No seas tonto. Dile una mentira.
Ahí estaba la estúpida voz de mi conciencia. Esta vez le hice caso.
-Me apetece recordar unas noches como las de hace unos años contigo.
-Ag, eso a sonado muy, no sé. -Puso cara de asco y reímos.-
Aparqué en frente de mi casa y, bebimos unas cervezas mientras veíamos mierda que ponían en la televisión. A las 00:30 subimos a mi habitación y, como tenía dos camas, le dejé la que nunca usaba a mi acompañante. Luego, todo se desvaneció y nos quedamos dormidos.Espero que os haya gustado pequeños lectores. Los estoy haciendo un poco mas largos, ya que se acerca el final y voy escribir una Fanfic de Dylan O'Brien (♥ω♥*) (͡° ͜ʖ ͡°). Os quiero la vida.
Nicole.
«My heart is broke but I have some glue.»