Narra Allison:
La luz del sol me golpeaba en la cara. Tenía a Karla y a Jessica a mi derecha. Aún estaban dormidas con sus helados apoyados en su regazo. Decidí no despertarlas y me levanté. Cerré la puerta detrás de mí y bajé a mi habitación. Me desmaquillé y me eché una ducha rápida. Cuando salí me puse un pantalón roto, un top y un abrigo color beis. Me hice la raya superior del ojo y bajé a desayunar. Cogí tostadas con Nutella y un Bollicao. Sí, soy una comilona ¿y qué?
Una vez que acabé de desayunar, le hice una nota a Karla y a Jessica.
"No hace falta que vengáis al instituto. Ya me invento yo una excusa por vosotras."
Despegué el possit y abrí la puerta donde estaban Jessi y su amiga. Pegué el possit en el móvil de mi hermastra, ya que sabía que era lo primero que iba a hacer al despertarse.
Cogí mi mochila y llamé a mi hermano. Por suerte, él ya estaba listo y nos podíamos ir antes de que Jessica y Karla se despertaran.
❇
Me despedí de Dylan con un beso en la mejilla y caminé hacia mi taquilla. Cogí los libros de las primeras clases: Física y Química, Matemáticas y Economía. Odiaba las tres primeras horas del jueves. Pero, por suerte, mañana había puente hasta el siguiente jueves que viene. Seguramente también nos cargarán de deberes y ejercicios que ni dimos en clase, solo para que nos rompamos la cabeza en nuestras queridas y apreciadas vacaciones.
Tenía Física y Química a primera hora. Corrí hacia el aula y me senté en el fondo. En esta asignatura las mesas estaban juntas y era algo que me gustaba, pero a la vez odiaba.
-¿Allison? ¿Me podrías dar una explicación, si es que usted sabe, o si no le preguntaré a Dylan, de que por qué Karla y Jessica no han acudido hoy al instituto?
-Ems... Yo le respondo. Jessica y Karla tenían un hámster, y pues... Ese hámster era muy preciado y estuvieron llorando toda la noche. Les he dicho que les venia bien dormir un poco ya que tenían unas ojeras flipantes. -mentí.-
Christian me miró con una cara de "eso no va a colar."
-Su historia no es creíble. ¿Alguna otra, más creíble?
Ahg, era tonto.
-A lo mejor es que usted es retrasado.
-Cállese, señorita Russet. O irá al despacho del director.
-Sus palabras me las paso por el forro.
-¡¿Cómo se atreve!? ¡Al despacho del director, enseguida.!
Cogí mi mochila tranquilamente. En serio, ese profesor me caía como el culo. Fui hacía la oficina del gilipollass mandamás y abrí la puerta. No hacía falta que le explicara nada, ya que este instituto tenia cámaras por todas partes, y, además, con sonido.
-No se siente, seré breve. Usted limpiará hoy, por la tarde, los aseos de los chicos, después de que terminen el partido.
-Pero, pero.
-No discuta más, Allison. Puede retirarse.
Salí y di un portazo. Christian estaba sentado en los sofás de afuera.
-Maldito malparido gilipollas.
-¿Que te ha mandado hacer el tonto ese?
-Limpiar los baños después de que acabe el partido de lacross.
-Entonces de dejo una cagada de regalo.
-No me digas que eres un jugador.
Asintió y resoplé.
❇Le conté a Dylan lo ocurrido y se echó unas risas. Le di unos cuantos codazos y me despedí de él. Fui abajo a ver si Jessica y Karla estaban dormidas, y, efectivamente, lo estaban. No las quise despertar; sabía que eran muy dormilonas.
Eran las 18:00. Hasta las 18:30 no creo que empiecen. Caminé rumbo al campo de lacross. Cogí el ¡Phone y desbloqueé la pantalla; 190 mensajes. No me apetecía leer los de los grupos así que miré los que me mandaba personas conocidas. Comencé por el de mi mejor amiga, Amanda.
-Hey tía. ¿Te vienes a mi casa? Vendrán Jason y Darwin.
Le respondí:
-No. No puedo. Me han castigado a limpiar los aseos de los tíos después de que jueguen el partido de lacross.
-Que putada. ¿Quedamos otro día?
-Vale. ¿Para el siguiente fin de semana?
-Okey. Te quiero.
-Y yo .
Respondí a los otros mensajes y puse a cargar el ¡Phone. Luego, bajé a la cocina; tenía hambre. Abrí la lacena y alcancé unos bombones con formas de conchas, caballitos de mar, estrellas de mar, mejillones, etc. AMABA esos chocolates; los prefería ante que los de Ferrero Rocher.
Cogí la caja entera y fui al salón. Jessica y Karla ya no estaban. Suponía que estarían en la habitación de Jessica. Subí las escaleras y peté en la puerta.
-Pasa. -Me dijo Jessica con su dulce y bonita voz.-
Abrí la puerta y entré.
-¿Karla ya se ha ido?
Asintió con la cabeza y le ofrecí bombones.
-¿Sobre que día llega el dinero este mes? -me preguntó.-
-Sobre el 7, por ahí.
Sí, nuestros padres nos enviaban sobres con 2.000 euros para cada uno, cada mes mientras están fuera.
-Esta tarde tengo que hacer una tarea. Si eres la única en casa y sales, cierra con llave. Te quiero. -le di un beso en el pelo y salí de la habitación.-
Vale. Eran las 18:30, seguramente hasta las 19:30 no acabasen el partido. No quería arreglarme mucho, ya que para limpiar unos baños no hay que estar preciosa. Pinté mis uñas de negro y me hice la raya de arriba del ojo. Cogí unos guantes y me dejé la ropa que tenía puesta.
Tenía pensado ir andando pero ¿por qué no ir hoy en pennyboard? Más rápido llegaría. Cogí mi Penny violeta. Tenía uno negro pero me apetecía el violeta. YOLO.Llegué a las 19:25. Quedaban cinco minutos para que acabase el partido. Me dirigí directamente hacia los baños, para esperar a que entraran y salieran lo antes posible, ya que no quería estar en ese sitio tres horas.
Pasados los cinco minutos entraron en los aseos.
-Hey, Christian ¿te espero?
Era un chico rubio, con los ojos verdaderamente azules y unas manos gigantes. Me encantaban las manos grandes asdfghjklñ.
-No, gracias.
Ese era Christian, su voz grave le delataba. Era el último así que me decidí por entrar. Holía a humanidad allí dentro, algo obvio porque acababan de jugar. Tenía una toalla alrededor de la cintura. Sus abdominales eran puro porno.
-Qué hay.
Me encogí de hombros y me apoyé contra una taquilla. No iba a limpiar, sabía que nadie entraba allí dentro aparte de los chicos y nadie revisaba nada. Así que no, no iba a limpiar.
-¿Acaso no vas a limpiar?
-¿Qué te crees que soy? ¿La típica tía que hace todo lo que le mandan?
Se mordió el labio. Ogh, Christian, no hagas eso. Me apetecía follarle allí mismo, dios mío. Ese niño debería de ser un pecado.
Me acerqué a él y pasé mi dedo índice por sus abdominales. Junté mis labios con los suyos. Sí, quería follarle; y si tengo una idea en la cabeza, no me la quito hasta que la cumpla.
-Christian... -susurré.-
Me acercó a él y me quitó la camiseta. Luego, los pantalones. Me subí encima de él y le rodeé la cintura con las piernas. Le besé el cuello, dejándole alguna marca de vez en cuando. Le quité la estúpida toalla que tenía alrededor de la cintura, ¿para qué la quería ya?
Me saqué yo misma el sujetador; este tío tenía que ser mío. Me pegó a una taquilla y me penetró de repente. Yo ya había perdido la virginidad así que no me dolió. Subía y bajaba, el ritmo era continuo. Gemía en mi oreja. Wow, ese sonido era tan...
Llegué al clímax. O sea, un orgasmo. Me dejó en el suelo y jadeamos. Le miré y sonreí.
Me guiñó un ojo, ay, ese gesto.
-Será mejor que nos vayamos. Ya lo haremos mejor en mi cama.
Asentí y me vestí. Hacía frío fuera. Me rodeó los hombros con su brazo. Que rápido iba. Agarré su mano por el otro lado, obviamente noble iba a rechazar.
-Creo que te quiero, Allison.
-Por qué. ¿Por que follo bien?
-No boba. Va en serio. Nunca me he corrido con nadie. -me susurró al oído.
La piel se me herizó. Yo también creo que le quiero. ¿Por que no probar?Mis niños, este lo he hecho un poco más largo. Gracias por los votos y por los comentarios.
«My heart is broke but I have some glue.»
Nicole.